3de3VsViolencia: no más poder a quienes nos vulneran

Por: Mónica Mendoza Madrigal.

El mundo como lo hemos entendido hasta ahora se ha paralizado y ello implica un cambio de rumbo para recuperar sentido.

Al decir esto no me refiero a la pandemia, que es el sello que marcará por siempre un 2020 en exceso caótico, sino a un proceso que ha tenido lugar en las últimas décadas en que los pactos sociales y políticos que cimentaban las dinámicas cotidianas dejaron de responder a las expectativas ciudadanas, perdiendo toda legitimidad.

Si revisamos los estudios de participación ciudadana de los últimos procesos electorales de cualquier país, notaremos cómo el indicador que más ha crecido es el de la llamada desafección ciudadana.

Las personas están hartas de los políticos y no solo desconfían de ellos, sino que no consideran que la política sea la vía para tomar decisiones en beneficio colectivo. Eso lo han dejado muy claro no tan solo dejando de votar, sino también emitiendo votos por hartazgo en contra de sistemas que simplemente no entendieron que la reproducción del poder en las mismas manos solo servía a quienes acostumbraron usarles como trampolín para acumular privilegios, a costa de mucha corrupción y más pobreza.

Si a ese fenómeno específico le sumamos el irreversible poderío que ha adquirido la agenda de las mujeres, lo que tenemos enfrente es una bomba y no hay manera de que algún proceso electoral pueda ignorarlo.

Y es que parece que las cúpulas políticas no acaban de entender el tema de fondo e insisten en abrazar cambios estéticos superficiales por temor a ser políticamente incorrectos, pero en el fondo solo están reproduciendo vetustas prácticas.

Todos los partidos se ponen el moñito naranja cada Día 25 de mes; todos los actores políticos se suman a marchar exigiendo “No sin mujeres”; pero todos están buscando la manera de darle la vuelta a las recién logradas reformas en materia de paridad sin acabar de entender que las mujeres no somos parte del relleno ornamental de la fiesta electoral, sino que somos más de la mitad de la población de este país y más de la mitad de quienes integramos el padrón electoral, por lo que exigimos una participación activa y efectiva en las elecciones.

No han entendido nada. Nosotras queremos todo y lo queremos ya.

En este ejercicio auténtico de luchar por nuestros derechos, organizaciones de la sociedad civil como Las Constituyentes CDMX y un grupo de legisladoras federales enviaron a la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación del Instituto Nacional Electoral un escrito firmado por legisladoras federales, locales, regidoras, organizaciones feministas, defensoras de derechos humanos y ciudadanas de todo el país, solicitando la inclusión de un mecanismo que impida que se sean registrados como candidatos quienes cuenten con denuncias, investigaciones o procesos por violencia familiar o cualquier otro tipo de agresión en el ámbito privado o público; que hayan sido condenados o sancionados por delitos sexuales o contra la libertad sexual o por intimidación corporal; y no estar inscritos en los registros de deudor alimentario.

El mecanismo se denomina “3 de 3 contra la Violencia” y busca elevar los estándares éticos y de responsabilidad pública para consolidad la cultura democrática y para combatir en forma efectiva la violencia contra las mujeres, mucho más allá del mero discurso.

Uno de los principales factores que permiten que la violencia contra las mujeres continúe imparable es la impunidad que cobija a los violentadores, quienes sienten tener el poder para vulnerar nuestros derechos. Y en muchos casos lamentablemente así es.

Es momento de dejar de darles poder a quienes nos violentan. Por eso debemos exigirles a las instancias electorales y a los partidos políticos que dejen de proteger a estos sujetos. El pacto patriarcal de la impunidad no puede seguir vigente. Es tiempo de construir un nuevo acuerdo que otorgue la legitimidad y la confianza que hemos perdido.

Alguien me dijo en tono sarcástico que con este “3 de 3” nos vamos a quedar sin candidatos en todos los partidos.

Pues que se vayan todos.

Construyamos una nueva patria ya.

@MonicaMendozaM