La carta al Cuic

La política en rosa.
Elsbeth Lenz.
Hace un par de días, circuló por todas la redacciones y portales veracruzanos, una maravillosa carta abierta, perfectamente redactada, por el doctor Francisco Berlín Valenzuela, un ilustre académico veracruzano, que vio el esplendor de su carrera política en los años ochentas, que ha dedicado parte su vida a la investigación jurídica y al estudio del quehacer político.
La misiva en cuestión, es un texto que contiene una bella y romántica reflexión, de lo que el ilustre personaje ha vivido dentro la política nacional y está dirigida al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, el cuerpo de la carta en si, es un ramillete de hermosas reflexiones del quehacer político, sus bases históricas y lo que él autor considera debería ser.
Me parece maravilloso que una persona con la valía del doctor Berlín Valenzuela, dedique tiempo a externar al pueblo veracruzano, lo que el considera que el primer mandatario estatal, debería hacer, para ejercer de una manera mucho más eficaz, el poder que le fue conferido, sin embargo hay algo que me hace ruido y es que el señor plasma en la misiva, un Veracruz que simplemente ya no existe.
Berlín Valenzuela en su carta abierta, habla de un Veracruz en el que el oficio político era otro, un Veracruz en el que gobernaron ilustres personajes como Francisco Lagos Cházaro, Heriberto Jara Corona, Adolfo Ruíz Cortines, Fernado López Arias, Marco Antonio Muñoz, Rafael Murillo Vidal e incluso Agustín Acosta Lagunes, que fueron mandatarios serios y que al menos este último, dejaron las arcas sino llenas, por lo menos no saqueadas.
Veracruz hoy día, es otro lugar muy diferente, al que el autor refiere en su escrito, antes había abigeato, contrabando, cuatreros, hoy el crimen organizado ha permeado en las corporaciones policiacas, es algo muy diferente a lo que don Rafael Hernández Ochoa vivió, en aquellos años seguramente hubo violencia, pero no como la de ahora, los estilos son muy distintos y de los dos ni hablar.
Ahora que los políticos de antaño, tenían una formación muy diferente a la que los políticos que hoy en día tienen, antes pasaban años y años escalando de un puesto a otro, construyendo una carrera política sólida, para finalmente concretar con algún puesto de elección popular, pero con un capital político al hombro, hoy en día nada de eso existe, hay representantes populares que nadie conoce y de todos los partidos.
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez, a quien estaba dirigida la misiva, seguramente ni la leyó y si lo hizo, su realidad es otra muy diferente; los políticos veracruzanos que hoy triunfan, no son aquellos hombres educados en la ciencia política, o jurídica, con años de camino, popularidad y un discurso perfectamente ensayado; los políticos veracruzanos hoy en día, en su mayoría son chavos que se sacaron la rifa del tigre, que le apostaron al cambio que ellos creyeron y que sin saber como, ganaron y llegaron.
Los dueños de las sillas en el poder en el Veracruz de hoy, en la campaña pintaron bardas, repartieron el periódico generación o simplemente se ganaron la silla en una tómbola, tuvieron el valor de tomar al toro por los cuernos y aventarse al ruedo; si lo hacen bien o mal, esa es otra cosa, la historia los juzgará, pero el Veracruz del que habla el doctor Berlín Valenzuela, hace muchos años, dejó de existir.
Cosas de la vida y menudencias
Con la buena noticia de la llegada de la vacuna contra el Covid 19, a tierras veracruzana, mucha gente ha quedado sorprendida, hasta los más duros críticos, en contra del Gobierno de la 4ª Transformación, han reconocido que la vacuna ha sido aplicada al personal médico de primera línea; como era de esperarse han surgido voces y dimes y diretes en algún hospital, pero han sido los menos, ojalá y sigan con esa buena logística, para proteger a la población y dejar atrás de una vez por todas, la terrible pandemia.
Disfruten su fin de semana mis hermosos.
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