I WILL DESTROY YOU!

INFORME GLOBAL

 

 

Por: Jorge López-Portillo Basave.

 

El pasado 20 de enero, un funcionario de la Casa Blanca fue enfático al amenazar a Tara Palmeri, periodista de la prestigiada publicación llamada “Político”. Todos pensaríamos que la amenaza a los periodistas sería de parte del equipo de Trump, pero parece que la prepotencia y la soberbia son cosa de los encumbrados sin importar el partido, raza o religión.

 

No habían pasado ni 5 horas desde que Biden había entrado en funciones y ya algunos de sus “muchachos” cercanos exhibían su modo arrogante.

 

¡Te destruiré!, le gritó a la periodista por teléfono TJ. Ducklo, quien se desempeño como Secretario de Prensa de la Campaña de Joe Biden y actualmente trabaja como ayudante del Presidente y segundo a bordo en Oficina de Comunicación y Prensa de la Presidencia de EEUU.

 

La periodista de Político estaba escribiendo una nota sobre el conflicto de intereses del funcionario con la reportera Alexi McCammond, quien trabaja para el medio Axios y cubría la campaña de Biden y ahora estaría asignada a la Casa Blanca. Esto desató la furia del político demócrata quien le exigió suspender dicha publicación.

 

El funcionario habría insultado y ofendido con temas sexuales a Tara, incluso le habría dicho que “estaba celosa porque a ella nadie se la quería coger”. Imaginemos si eso hubiese sucedido en México o cualquier otro país o administración. Estoy seguro de que los grandes medios internacionales como CNN, BBC, NBC, NYT, etc., ya estarían exigiendo su renuncia y las empresas de redes sociales le habrían cerrado sus cuentas.

 

Horas después de rendir protesta, el Presidente Biden advirtió que, durante su administración, despediría en el acto, “sin pretextos ni suposiciones” a los que ofendiesen o humillasen a sus colegas. Pero a pesar de que “TJ” humilló, ofendió, amenazó e insultó a una mujer periodista nada pasó por varias semanas. De hecho, la ofensa fue conocida por el Jefe de la Oficina de la Casa Blanca desde el pasado 21 de enero fecha en la que otros colegas de la revista Político hicieron un reclamo formal sin que nada haya sucedido.

 

El pasado viernes 12 de febrero la revista “Vanity Fair” publicó el incidente entre Ducklo y Palmeri obligando a la Casa Blanca a tomar cartas en el asunto suspendiendo por una semana al agresor, lo que fue visto como un correctivo menor. Es de resaltar que la suspensión vino acompañada de una disculpa vía mail por parte del funcionario, pero la sanción queda lejos y muy por debajo del compromiso de Biden con las mujeres, con los periodistas, con la decencia, con la prensa y con las minorías, categorías en las que esta periodista se encuentra.

 

Esto hace evidente que, si usted está protegido por un poderoso y ese poderoso es un político, poco podrá pasarle a pesar de que usted haga exactamente lo contrario a lo que su jefe y usted se comprometieron. Una cosa es la campaña y sus promesas y otra el gobierno y sus efectos en la conducta de los beneficiarios y usufructuarios del poder público.  El poder no cambia a las personas sólo exhibe sus verdaderos valores y alcances.

 

Hasta el momento nada han dicho las líderes del partido demócrata acerca de los graves y personalísimos insultos que profirió el Sr. Ducklo a la Srita. Palmeri, en especial el silencio de la Primera Mujer Vice Presidenta que fue también parte de la Campaña de Biden y es parte de la Casa Blanca en la que esta conducta se realizó.

 

 

MACHÍSMO Y DOBLE MORAL

 

Lamentablemente no sólo en la Casa Blanca de Biden se dan estos insultos, el pasado fin de semana el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio fue testigo de la renuncia de su Director General quien hace una semana hizo declaraciones públicas misóginas.  “Mis comentarios inapropiados han causado caos y me gustaría expresar mis más profundas disculpas a los integrantes del consejo organizador y a toda la comunidad en el exterior” declaró Yoshiro Mori San de 83 años de edad. Al menos el Sr. Mori fue mucho más hombre que los que desde sus cargos insultan e humillan a colegas y luego se esconden bajo el escritorio de su  jefe.

 

¿Dónde están las lideresas pro feministas cuando los agravios vienen de sus colegas ideológicos o políticos afines? Lo mismo las lideresas en EUA que en México o Europa, ya sea en la IP o en los gobiernos o las organizaciones de la sociedad civil, parecen ser menos proactivas al defender a victimas con ideología distinta a la propia.

 

El pasado miércoles Disney despidió a la actriz Gina Jarano por mensajes en redes sociales que criticaban la doble moral de los que, con discursos de unidad e igualdad, atacan, ofenden y persiguen a los que no opinan como lo hacen los poderosos. La actriz del programa “Mandalorian” secuencia de la famosa serie “Star Wars”, usó casi las mismas palabras que su compañero liberal Pedro Pascal, quien hace unos meses criticó a los agentes de la Patrulla Fronteriza de EUA comparándolos con la policía Nazi. A diferencia de él, ella fue de inmediato despedida en un ambiente en el que se pide respeto a la diversidad, pero se sanciona a los que no piensan como las poderosas. Gina comparó la situación actual de EUA, en la que los conservadores son sancionados, silenciados y cancelados culturalmente por sus puntos de vista como lo fue al inicio de la era Nazi, cuando a los vecinos se les incitaba a odiar a sus propios vecinos por su religión o ideología. Esa postura le costó el trabajo a la joven mujer actriz hija de segunda generación de inmigrantes, con lo que comprobó que en verdad la intolerancia está siendo usada para eliminar a los que no piensan como lo hacen los dueños de las grandes empresas.

 

Gina Carano ha ganado muchos reconocimientos por su capacidad de interpretación y por deportes profesionales en los que participó, pero de nada le sirvió su trayectoria para defenderse de la limpia “ideológica” que está viviendo en su país natal en el que muchos políticos o celebridades pueden insultar a las periodistas o decir bromas acerca de matar a sus contrincantes y aun así son aplaudidos y otros son “cancelados” por dar una opinión como le sucedió a ella.

 

La Casa Blanca no actuó por semanas y fue hasta el día de ayer que el patán de Ducklo renunció siguiendo de forma tardía el ejemplo de Mori en Japón. Parece que por su gusto el equipo Biden habría dejado pasar el agravio, alimentando y exponiendo la doble moral que parece ser la única moral que algunos tienen.

 

Por lo pronto Japón que es un país muy machista y conservador obtuvo la renuncia del Sr. Mori por haber dicho que las reuniones del Comité Olímpico eran muy tardadas porque las mujeres “hablaban mucho”, pero EUA que se dice ser ejemplo de la diversidad y la lucha pro feminista, simplemente parece haber dejado pasar la oportunidad de mostrar que esas conductas no se tolerarán. ¿Será que Biden es candil de la calle oscuridad de su casa?