Sargazo de la violencia

Tierra de Babel

Jorge Arturo Rodriguez

—Agarra el vaso y tíralo al suelo.

—Listo.

—¿Se rompió?

—Sí.

—Ahora pídele perdón.

—Perdón.

—¿Volvió a estar como antes?

—No.

            (@FRASESyLlBROS).

“¿Dónde no hay corrupción?”, me preguntó un compañero hace poco, a lo que él mismo se contestó: “Hasta en el cielo existe, hermano”. Me miró y sonrío: “Pero eso no puedo asegurártelo”. Y continuó con una carcajada: “Tendré que morirme y tú también y si estamos allá, pues lo platicamos. Mientras, sigamos en este infierno, donde perdura la corrupción y demás, ya sabes…” Recordé la película “El infierno”, dirigida por Luis Estrada, que supongo ya la han visto, y si no, pos véanla y entonces se preguntarán si la imaginación superó a la realidad o la realidad se chingó a la imaginación.

Ya no sabemos qué está pasando en este pinche mundo: todo está patas arriba. Recuerdo también los versos de mi tocayo Arthur Rimbaud: 

“Antaño, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde se abrían todos los corazones, donde todos los vinos corrían.
Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas. —Y la encontré amarga.—Y la injurié.
Me armé contra la justicia.”

¿Algo que ver con nuestra realidad? Por lo pronto, no hay sitio dónde poner, colocar, tirar los cuerpos… En el artículo de milenio.com “En Veracruz aumentan los cadáveres y colapsan los Semefo”, leo: “Los anfiteatros están en el abandono y en medio de esa realidad los familiares de desaparecidos sufren al doble: primero cuando no saben dónde está su pariente y luego cuando los cuerpos terminan en la fosa común sin ser identificados.”(21-05-19).

Es un hacinamiento de cadáveres, de cuerpos descompuestos, de familiares, de amigos, de parientes, de compatriotas, de hermanos… de humanidad. Mientras, la vida sobrevivida con miedo sigue su curso

Como el Caribe mexicano que se ahoga en sargazo: “El calentamiento de los océanos aumenta la presencia de esta alga en las playas de la Riviera Maya, afectando la industria turística y el medio ambiente”. Ahí nomás. “El sargazo es un ejemplo de lo que el cambio climático puede hacer al planeta al no tener cuidado del tratamiento de aguas residuales, inyectar tantos contaminantes al mar y emitir tantos gases invernadero”, afirma la investigadora de la UNAM, Rosa Elisa Rodríguez.” (elpais.com, 19-05-19).

Insistimos: no pasa nada. La vida es un carnaval. El “sargazo, amenaza del medio ambiente y las divisas. Quintana Roo es el destino de la mitad de los turistas foráneos que visitan México. En el 2018 aportó 34.1% de los ingresos turísticos, uno de los conceptos que más divisas aportan al país.” (eleconomista.com.mx, 17-05-19).

En todo caso, el sargazo de la violencia sigue su curso y nos está invadiendo. ¡Ahí nada, pescadito!

Los días y los temas 

Pío Baroja escribió que la verdad no se puede exagerar, “en la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos”. ¿O no, mis políticos, autoridades y etc.?

El chiste es que me quedé aterrorizado con el comentario “Greta Thunberg: bienvenidos a la era de la catástrofe ecológica”, de Daniel Flores Gaucin: “Greta Thunberg, la joven activista ambiental de 16 años que desde agosto del año pasado comenzó una huelga simbólica para protestar en contra de las políticas ecológicas del gobierno sueco y que desde entonces ha ganado reconocimiento mundial, publicó el siguiente mensaje desde su cuenta de Twitter el 4 de mayo: “Es 2019. ¿Podemos dejar de decir ‘cambio climático’ y empezar a llamarlo por lo que es: colapso climático, crisis climática, emergencia climática, colapso ecológico, crisis ecológica y emergencia ecológica?”. Se trata de una perspectiva bastante catastrófica de la situación que, por otra parte, no es de extrañar si se tiene en cuenta lo que la propia Thunberg ha expresado en más de una ocasión, quien debido a padecer del síndrome de Asperger suele ver las cosas en términos diferentes.”

Luego afirma: “La esperanza para todos radica en que, de la mano de Greta Thunberg (o de quien sea), podamos concretar aquello que Ulrich Beck, el gran teórico de los riesgos, denominaba como la escenificación del riesgo, se trata de un despertar de consciencias, de que, independiente de nuestras diferencias, los seres humanos nos demos cuenta del tipo de amenaza a la que nos enfrentamos y eso propicie en nosotros un espíritu de solidaridad en clave cosmopolita a partir del cual empezar a implementar las medidas de cooperación global que se requieren, que propicie una metamorfosis en todos nosotros, una que nos permita sobrevivir.” (nexos.com.mx, 21-05-19).

         Aquí la dejamos. ¿Dónde quedarán los muertitos?

 

De cinismo y anexas

No se pongan triste ni mucho menos. Ahí les va.

?Ola hermosa.

?Tsunami precioso.

(@OrtografiaReal ).

 

         Quien entendió, entendió. Ahí se ven.