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29/05/2022/ El candidato progresista Gustavo Petro ganó este domingo las elecciones en Colombia con el 40,44% (7.819.297 votos), pero no le alcanzó para convertirse en el primer presidente de izquierda en la historia del país. Ahora, deberá enfrentarse en la segunda vuelta electoral, prevista para el 19 de junio, con Rodolfo Hernández, la gran sorpresa de la jornada. El aspirante outsider pasó de los últimos lugares de las encuestas a pelear en un mano a mano -donde la derecha tradicional no competirá por primera vez en casi 20 años- por la presidencia.
En la previa se anticipaba una jornada histórica por la posibilidad de que la izquierda confirme su buen momento y se convierta en gobierno y, a pesar de que -todavía- no lo logró, los comicios de este domingo marcaron tendencias que impactarán con fuerza en el futuro nacional. El ballotage entre Petro y Hernández evidencia las demandas de cambios que existen en gran parte de la población ante un escenario social, económico y político marcado por el inmovilismo de un sistema liberal que ,desde la independencia de España, beneficia a un puñado de grupos económicos en desmedro de las grandes mayorías. En junio se definirá si dichos cambios serán desde la izquierda, bajo la candidatura de Petro y su compañera de fórmula, Francia Márquez, o desde la antipolítica que encabeza Hernández, conocido como el Donald Trump colombiano.
“Ha perdido el país de la politiquería y la corrupción. Ganó la ciudadanía. Ganó Colombia”, aseguró Hernández a través de las redes sociales, luego de que se conocieran los primeros resultados. “Cuento con ustedes para ganar y concretar este camino que han votado”, afirmó al leer su discurso, algo que no se vio durante la campaña, donde optó por la improvisación. Esa falta de libreto le costó, en varias oportunidades, serias equivocaciones como cuando se declaró fan del dictador Adolf Hitler y luego tuvo que salir aclarar que se refería a Albert Einstein.
El tercer puesto de las elecciones fue para el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, el candidato de la derecha tradicional que logró aglutinar al establishment a pesar de no haber sido el aspirante más puro del oficialismo. Llegó al 23,95% gracias a 4.630.692 votos. De esta manera, la derecha que comanda desde las sombras el expresidente Álvaro Uribe quedó, por primera vez en casi 20 años, afuera de una definición presidencial y el status quo nacional recibió un duro revés de la sociedad que reclama barajar y dar de nuevo. El primer golpe ocurrió durante las protestas de 2021 que jaquearon al actual presidente, Iván Duque, y el segundo sucedió este domingo. El cuarto puesto fue para el candidato de Centro Esperanza, Sergio Fajardo, quien no pudo robustecer sus promesas desde la centroizquierda y vio mermar su electorado ante Petro.
El mano a mano entre Petro y el exalcalde de Bucaramanga es un desafío grande para la izquierda porque será un rival más incómodo. Desde su alianza de Pacto Histórico apostaban por un ballotage con Gutiérrez, el candidato del Gobierno, con el cual intentarían construir una polarización entre “cambio” y “continuidad” y con el cual podían apuntar, además, a conquistar algunos votos del electorado de Hernández, que también demanda modificar la realidad nacional. Con estos números, dicha construcción discursiva no podrá ser posible porque tanto Petro como Hernández prometen modificar el escenario nacional. La diferencia está en la forma de hacerlo. Además, Hernández podrá aglutinar gran parte de los votos de la derecha que lo escogerán ante el temor y el miedo que les genera la izquierda y más aún un exguerrillero, como lo es el propio Petro.