Morena le hace fraude a Morena .

**La Política me da risa .

/ Yazmin Alessandrini ./ 

A Mario Delgado no le salen las cuentas, pero presume plazas llenas

* Muchísimos morenistas mostraron el cobre este fin de semana

* ¿Se imaginan a estos mismos organizando la elección presidencial del 2024?

¿JORNADA HISTÓRICA Y EJEMPLAR?- A la vieja usanza priista y al grito de “nosotros no somos como ellos”, el Movimiento de Regeneración Naciona (Morena) celebró el pasado fin de semana la jornada de renovación de su Congreso Nacional. Para los guindas, en especial para el presidente de su partido, Mario Delgado Carrillo, se trató de una jornada histórica, democrática y ejemplar, con plazas llenas a lo largo y ancho de todo el país (en total se instalaron 533 centros de votación); sin embargo, ni los números ni la aritmética permiten que les creamos a los líderes morenistas, incluido el Presidente Andrés López Obrador: Algunos dicen que votaron un millón, otros que fueron 2.5 millones e incluso aseguran que un total de 3 millones se volcaron a las urnas durante el 30 y el 31 de julio. Mario Delgado asegura que la votación superó los 2.5 millones de personas. En todo el país existen 300 distritos electorales federales y en cada uno se instaló una casilla, por lo que en cada una de éstas debieron haber sufragado 8 mil 333 morenistas, o sea 833 por hora ¡Imposible! En pocas palabras, Morena le está haciendo fraude a Morena. ***Además, esta jornada que los guindas calificaron de histórica también dejó sobre la mesa una verdad irrefutable: El partido en el poder no cuenta con la autoridad moral para proponer una reforma político-electoral en la que vaya de por medio la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE) y que la potestad de la organización de las elecciones regrese a la Secretaría de Gobernación, como ocurrió en los años de auge del priato, en los que la generalidad eran las irregularidades de todo tipo. Y en Morena no se pueden hacer de la vista gorda ante lo ocurrido este fin de semana, porque de entrada demostraron que ni son un partido de izquierda y mucho menos son democráticos; además de que su base, esa a la que le llaman “el pueblo bueno y sabio”, es una masa agresiva dispuesta a ejercer la violencia si los resultados no le favorecen. Así que ya empiecen a medirle el agua a los camotes para el 2024.

BOTÍN DE UNOS CUANTOS.- Por mucho que quieran a salir a matizar y a minimizar los incidentes violentos que se dieron en varios puntos del país, hay suficientes testimonios que documentan atingente y oportunamente lo que sucedió este fin de semana. Y aunque les duela y les incomode a los morenistas, es evidente que por sus venas corre sangre priista y perredista. Lo suyo es el acarreo multitudinario, el robo y las urnas embarazadas, la compra y la inducción voto, los grupos de choque, los mapaches… Los videos, las crónicas las entrevistas y las notas de todos los medios y los periodistas que le dieron cobertura a esta jornada hablan por sí mismos. Hay quien quiere asegurar que se trató de “personas ajenas” al partido que se infiltraron para ensuciar este ejercicio morenista e incluso algunos quieren responsabilizar al ex Presidente Felipe Calderón (¡por favor!) por los hechos violentos que se suscitaron en distintas plazas. Sin embargo, las inconformidades de personajes muy identificados con el morenismo como John M. Ackerman y Julio Hernández López “Astillero” ponen el dedo en la llaga al interior de un movimiento (están muy lejos todavía de ser considerados un partido) que está viciado de origen. Tanto, que a su líder nacional, Mario Delgado, le importa más acumular millones de seguidores que ejercer una verdadera autocrítica. Y no se necesita ser un genio para saber quién metió las manos para ensuciar este proceso interno guinda para elegir a los próximos consejeros de Morena. Son decenas y decenas, con nombre y apellido. Gente que se dice morenista de hueso colorado pero que en realidad viven a expensas de Morena y se comportan como si fueran los dueños de este movimiento. Y justo son estos personajes (Mario Delgado, Citlali Hernández, Epigmenio Ibarra, Fernando Vilchis, Bertha Luján, René Galindo y un larguísimo etcétera), quienes únicamente obedecen a sus agendas personales, los que detonaría una división interna de consecuencias catastróficas e irreversibles que podría pasarle una factura muy alta al obradrismo de cara a la elección presidencial del 2024.

BAJEZA.- Aquí en la Ciudad de México, en las alcaldías de Iztacalco e Iztapalapa, se movilizó a una cantidad tremenda de personas de la tercera edad para que participaran en la elección interna de Morena, bajo la amenaza de que si no acudían a votar se les quitarían los apoyos que les da el Gobierno. ¿Y qué opinan al respecto los alcaldes Raúl Armando Quintero y Clara Brugada, respectivamente? ¡Obvio… nada, están calladitos!

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