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12.08.2024 / Cimac Noticias.com /Ciudad de México.-Alberto Fernández, ex presidente peronista de Argentina enfrenta un proceso acusatorio luego de ser denunciado por su expareja, por violencia física en su contra en reiteradas ocasiones, por tal situación, el ex mandatario tiene prohibido salir del país hasta esclarecer lo sucedido, sin embargo, las pruebas que ha expuesto la exprimera dama muestran una evidencia contundente en su contra.
Alberto Fernández, por su cuenta, ha negado todas las acusaciones de violencia de género y amedrentamiento que ha expuesto su exesposa. Además, todo apunta a que el peso se está juntando en su contra luego de que el caso fuese aceptado y llevado por el mismo juez que le ha seguido la pista desde hace un par de años a causa de una supuesta corrupción e irregularidades.
Entre declaraciones de Fernández que intentan desmentir lo sucedido, una pieza clave comenzó a cerrar este caso donde el expresidente amenazó y golpeó en rostro – brazos a Fabiola Yáñez: Un celular que contiene supuestas pruebas suficientes.
El aparato pertenece a la secretaria personal del político y fue confiscado por el magisterio federal de Argentina para trabajar las indagatorias. Dentro de este, se encontraron fotografías enviadas vía whatsapp de Fabiola Yáñez con profundos hematomas en el ojo y en la axila, y donde se puede leer «Todo el tiempo me golpeas», se debe referir que esta información se mantiene como supuesta, pues dentro del proceso, todo debe de ser cotejado y contenido en una carpeta de investigación de la cual, aún no hay acceso público.
Hasta la publicación de este artículo, Fernández ha expresado que dejará todo en manos de la justicia, pero que, por respeto a Fabiola y sus hijos, no declarará nada más y menos, a los medios de comunicación.
Esta declaración sale en un momento tenso del caso, pues se le ha ordenado al expresidente no comunicarse por ninguna vía con Fabiola Yáñez que ya se encuentra en España. Además, también deberá seguir a través de su suegra -madre de Yáñez- un protocolo para comunicarse con su hijo de dos años.
Una relación de poder: Fabiola Yáñez y Alberto Fernández
Fabiola Yáñez recién terminaba sus estudios como periodista cuando coincidió con el mandatario de entonces 54 años para realizarle una entrevista que utilizaría para escribir su tesis y poderse titular.
Desde ese día permanecieron en contacto, hasta que el político la invitó a salir y terminaría por encauzar en una relación, que, más tarde, concluiría con un matrimonio que duraría casi una década.
En 2019, Alberto Fernández anunció que la mismísima expresidenta Cristina Kirchner lo había elegido como candidato a la presidencia por el Frente de Todos.
En esta misma línea, Cristina Kirchner ya ha salido a declarar sobre el caso, refiriendo que la misoginia y la hipocresía es donde se asienta la violencia contra la mujer.
Más allá de todo lo sucedido alrededor del caso, hay una lectura que queda pendiente: Esta relación constituye una relación de poder.
Según se ha declarado, Fabiola Yáñez poco veía al exmandatario y tampoco, rompía con la relación por amedrentamiento; no se quería erosionar la imagen que tenía Alberto Fernández, pues desde el 2019, se comenzaron a presentar las primeras señales de violencia, mismo año en que el mandatario asumió la presidencia. Esto quiere decir, que durante todo el mandato que duró 4 años, Fabiola Yáñez se vio forzada a participar en espacios políticos como primera dama a pesar de ser víctima de una presunta violencia verbal y física.
El componente clave para reconocer que esta circunstancia fue desigual para la periodista, parte desde la diferencia de edad y el poder que tenía Fernández sobre ella; las «relaciones poder» implica que debe existir un dominación y subordinación.
Se ha señalado a la periodista por haberse involucrado con Fernández a pesar de la diferencia de edad, sin embargo, esto no constituye más que la revictimización en su contra y una violación a su acceso a la justicia; es imperante que el discurso que la responzabiliza deje de reproducirse mediáticamente a través de redes sociales.
En su lugar, hay que poner la mirada en cómo se sostienen estas relaciones donde, usualmente, se da pie a la violencia patrimonial, sexual, económica, verbal, física; violencia patriarcal.
Es la investigadora Ana Lucía Villareal quien señala en «Relaciones de poder en la sociedad patriarcal» que en las relaciones de poder participan quienes aportan algo que es importante para la otra persona, por lo tanto, se origina una «cuota de poder» que se sustenta en parámetros sociales. Así, se originan relaciones de dependencia -de cualquier tipo- e implican que, quienes participan en esto, lo hacen porque están obligadas, en otras palabras: La otra persona, posee lo que no se tiene y es en este contexto, donde inicia la violencia, el temor, la subordinación y el poder.
La teórica feminista Marcela Lagarde también ha acuñado el tema del poder y la dominación, resumiéndolo de la siguiente manera:
«Quien domina lo hace con la carga de poderío y de su posesión exclusiva de bienes vitales para quien está bajo su dominio, por eso son las necesidades y dependencias características de esta relación. La relación de obtener esos bienes genera dependencia en quien está bajo sujeción, pero es una dependencia vital, porque implica la necesidad de la presencia de quien domina, de sus bienes y de la relación»
Señalado de falso progresista
Alrededor de este caso, han iniciado una serie de señalamientos y especulaciones alrededor de Alberto Fernández, uno de los políticos que, durante su mandato, se reconoció como un izquierdista comprometido con los derechos humanos, la igualdad y la protección de las infancias.
A Fernández se le atribuye la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, un órgano que buscaba promover la igualdad y combatir la violencia en razón de género; conjugado en pasado, porque este órgano ya ha sido cerrado por Milei.
Siendo otro hito importante durante su mandato el Cuidado Integral de Salud durante el Embarazo que proveía asistencia a mujeres e neonatos y por supuesto, la despenalización del aborto durante su sexenio.
Estas condiciones terminaron por gestar una agenda que puntaba a la equidad y al interés por consolidar un país más igualitario y sin violencia de género, recordando la crisis de feminicidios que atraviesa a Argentina desde hace años.
Por ello, es que la noticia de violencia de género terminó por impactar a buena parte de la población que no ha dudado en señalar, al igual que Kirchner su doble discurso en el que, instrumentalizó con el feminismo mientras ejercía la violencia al interior de su hogar.
Ofelia Fernández, ex legisladora del mismo partido, Frente de Todos, no dudó en señalarlo de ser un «psicópata» por haber usado a las militantes del feminismo a su conveniencia.