*Escrito por Arantza Díaz .
23.09.2024 /Cimac Noticias.com/
Ciudad de México.- María Luisa Albores ha quedado al frente de la nueva secretaría Alimentación para el Bienestar; un órgano multiestructural que absorberá a la Seguridad Alimentaria de México (Segalmex) y a Diconsa, esto con el objeto de blindar la seguridad alimentaria de la población mexicana, pero que también, tiene una doble tirada al aclimatar las aguas del escándalo Segalmex.
Hay que recordar que, en su mañanera del 3 de agosto, López Obrador reconoció que el caso Segalmex será la mancha de su sexenio y afirmó que será un peso que siempre cargará. Segalmex es señalado de haber desviado un aproximado de 10 mil millones de pesos a empresas fantasma, simulando la adquisición de granos, pesticidas, leche y otros productos agrícolas; ahora, Sheinbaum apuesta por reformar el sistema alimentario de nuestro país con Alimentación del Bienestar y con esto, resulta importante cuestionar: ¿Se trabajará para cerrar la brecha de género en materia de alimentación?
Como ya se venía advirtiendo con los nombramientos de la futura presidenta, la paridad al frente de las Secretarías es una realidad, sin embargo, las mujeres continúan sin ocupar sillas donde la segregación ha sido importante, como la Secretaría de Vivienda, de Seguridad, de Salud o de Trabajo, esta última nunca ha sido ocupada por una mujer, aún con las brechas salariales que arrecian en México y que no han podido ser revertidas con éxito.
Sin obviar en una división sexual de quiénes ocupan las secretarías, es importante reconocer que uno de los puntos más importantes en la Agenda de Mujeres de Sheinbaum para consolidar un país más igualitario, es poner el acento en las brechas salariales, laborales y por supuesto, de alimentación.
De esto, deviene la importancia de María Luisa Albores, quien rompe con el esquema del derecho alimentario que ha sido, históricamente, tarea conferida a hombres; hoy, María Luisa Albores se prepara para trabajar en conjunto con Leonel Cota, actual director de Segalmex quien ahora será subsecretario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Las mujeres producen entre el 60 y el 80% de los alimentos en países de desarrollo, además, representan una pieza fundamental en la alimentación al interior hogar, esto gracias a su trabajo de cuidados como la recolección de agua, leña y preparación del alimento, a pesar de esto, este sector -mujeres y niñas- es el grupo que vive con más hambruna en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020.
Por ello, si bien el techo de cristal para liderar el órgano encargado de fomentar la justicia alimentaria; rezago importante para las mujeres y niñas en México, se ha quebrado con María Luisa Albores, queda pendiente cuestionar: ¿La representación de femenina asegura un mejor futuro para las mujeres de nuestro país?
¿Quién es María Luisa Albores?: Su trabajo y perspectiva de género en la SEMARNAT
De origen campesino e indígena, María Luisa Albores es Ingeniera, con estudios en desarrollo rural, economía social y emprendimiento por la Universidad Autónoma de Chapingo y la Iberoamericana Puebla, posee una trayectoria amplia en la innovación del campo, financiamiento rural y producción sostenible.
Desde hace 12 años, María Luisa Albores ha sido bastión del lopezobradorismo y lideró la Secretaría de Reforma Agraria en 2012. Consecuentemente, ocupó la presidencia de Morena en la entidad de Puebla.
Para 2017, quedó al frente de la Secretaría del Bienestar y sólo dos años después, abandonó este órgano para hacerse cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), esto luego de que su colega, Víctor Manuel Toledo, quien estaba a cargo de esta última, renunciara al cargo.
Así, se infiere que María Luisa Albores tiene un amplio conocimiento en materia de recursos naturales, entendiendo que la SEMARNAT -que ocupa desde 2020- maneja las políticas públicas en materia de recursos naturales, agua, pesca, sustentabilidad urbana y desarrollo rural.
Bajo el mandato de María Luisa Albores, el SEMARNAT ha producido documentos importantes sobre género y justicia agraria, otra deuda pendiente para el Estado mexicano; hay que recordar que la tierra como recurso, fue nombrado como el más importante de la Agenda 2030.
María Luisa Albores no tiene pronunciamientos explícitos sobre feminismo y su agenda prioritaria por mujeres, adolescentes y niñas, sin embargo, sí se le puede encontrar a la ingeniera reconocer que las brechas de desigualdad aún están pendientes y que el acceso a los recursos está regido por el género.
Hace un par de meses presentó “La huella de las mujeres en la lucha por el agua”, una obra publicada por la Secretaría que lidera (Semarnat) y durante el evento, nombró la identidad cultural y espiritual de las mujeres con el agua. Asimismo, reconoció que el acceso al agua ha sido priorizado a favor de las industrias privilegiadas y reafirmó su compromiso por eliminar las brechas de desigualdad hídrica.
Asimismo, la ingeniera es activa en redes y sus posicionamientos poseen un sesgo importante de género. Por ejemplo, el pasado 8 de marzo, realizó el siguiente posicionamiento:
«Las mujeres tenemos el derecho de vivir en bienestar en nuestros territorios, de ser dueñas de la tierra y de ser parte de la toma de decisiones, por eso luchamos todos los días y hoy en el 8M lo enunciamos y reivindicamos»
Paralelamente, en sus redes maneja el discurso de que México atraviesa por momentos esperanzadores para las mujeres, sosteniendo que «definitivamente«, es tiempo de mujeres.
En 2020, la ingeniera sostuvo una reunión plenaria con diputadas y diputados, donde detalló algunos proyectos que se estaban haciendo en la Secretaría del Bienestar y de esto, destacó los esfuerzos contenidos en el Programa Sembrando Vida, donde refirió haber invertido 9 mil 482.2 millones de pesos, en favor de 424 mil 550 sembradores, de los cuales el 29.9% son mujeres. Aquí resulta importante recoger parte de su discurso:
“Este programa está dando una realidad a la feminización del campo. Cuando son tierras ejidales o comunales, quienes están al frente pueden ser las mujeres, que se quedaron, pero no tienen la tenencia de la tierra. Estamos hablando de casi el 30 por ciento de participación de mujeres, es el relevo natural o generacional”.
Ahora bien, se infiere que María Luisa Albores ha motivado y nombrado la lucha por la justicia de las mujeres; lucha sistémica y estructural, esto con mayor incidencia en los últimos años, por ello, resulta importante reconocer cuáles serán las líneas de trabajo que comenzará a esbozar a favor de las mujeres y niñas. Concretamente, se sabe que la ingeniera no es gínope, por el contrario, reconoce las asimetrías patriarcales en el sistema agrario, algo que ha compartido en conferencias, siendo la última, hace apenas 6 meses.
Mujeres y niñas en el campo: Deuda pendiente
Tras el anuncio de la futura presidenta, Claudia Sheinbaum, se sabe que el objetivo primario que tendrá María Luisa Albores será el mejorar la economía de las personas productoras, esto a través de las «Tiendas del Bienestar» (antes, «tiendas Diconsa), donde las y los productores agropecuarios podrán vincularse para la venta del producto.
Este proyecto resulta importante para el sector agrario, pero también, podría representar un paso importante para las mujeres productoras quienes desempeñan un rol fundamental en sus comunidades como administradoras del recurso, trabajadoras, cuidadoras y defensoras del territorio; sus labores son esenciales para la sostenibilidad de la vida, sin embargo, se ven atravesadas por las asimetrías del poder y la feminización de la pobreza.
Es decir, aunque las mujeres cuidan de las cosechas, se hacen cargo del trabajo del hogar y apoyan a sus esposos en el trabajo agrario, no perciben ninguna remuneración por sus jornadas laborales extenuantes. Al no existir un fondo de ahorro, ni una fuente de recurso, resulta en un escenario muy complejo donde ellas no se pueden hacer de un terreno propio para cosechar y percibir una derrama económica directa por su trabajo; las mujeres no son dueñas de la tierra a pesar de trabajarla.
Por ello, este futuro próximo sobre las Tiendas del Bienestar que intenta ofrecer remuneración digna al trabajo agrario no debe perder de vista a las mujeres campesinas, sus experiencias y la necesidad de proveerles justamente de recursos para que también sean productoras y no sólo trabajadoras.
Ahora bien, el doble discurso es alarmante, pues a pesar de ser eje importante en la mano de obra del campo y en la esfera privada, también juegan un rol vital como responsables de la seguridad alimentaria de su familia –hijas, hijos, esposo, padres, suegras, suegros-, las mujeres tienen un 9.3% de mayor probabilidad de tener un peso bajo. Esto último, lo subraya la organización Alianza por la Salud:
«Las mujeres suelen ser quienes asumen la responsabilidad primordial en materia de seguridad alimentaria y nutrición en los hogares. Sin embargo, mujeres y niñas siguen sufriendo discriminación en el acceso a los alimentos y el control sobre los mismos (desde la fase de la producción hasta la del consumo), a mejores medios de subsistencia, a la educación y a la atención de salud.»
Asimismo, 1 de cada 3 mujeres a nivel global padece de anemia y el 60% de la hambruna en el mundo, la viven las mujeres y niñas; el derecho a la producción de campo y pago justo, a una alimentación saludable y a la tierra, son deudas pendientes que tiene el Estado mexicano con sus mujeres y niñas, especialmente, de áreas rurales, indígenas y conurbadas.
María Luisa Albores ha quedado al frente de la Alimentación para el Bienestar y su representación, bien podría ser el paso por ajusticiar las brechas alimentarias y campesinas que el sistema no ha podido cerrar. El llamado «tiempo de mujeres» sigue siendo motivo de celebración en la esfera política, pero en la mesa, queda por discutir: ¿a qué mujeres beneficiará esta nueva era que tanto apremia?