- Por Alejandro Álvarez Manilla.
¿Te imaginas un México donde acceder a una vivienda digna y adecuada sea más que una ilusión? Hoy, no me queda la menor duda de que estamos más cerca que nunca de ese ideal.
Con la reciente reforma al artículo 123, se garantiza el derecho a la vivienda adecuada para las personas trabajadoras, un avance en el que todos los partidos, sin excepción, dieron su respaldo. Es un mensaje claro: la vivienda es un derecho que está por encima de cualquier diferencia política.
La duda es si este nuevo sistema de vivienda será suficiente para atender las necesidades de millones de personas. Pero, al ver el consenso alcanzado en el Congreso de que este programa tiene un respaldo genuino y fuerte para transformarse en una realidad.
Ahora, el Infonavit no solo ofrecerá crédito accesible y suficiente; también se convertirá en constructor y arrendador, otorgando a las personas trabajadoras nuevas opciones para construir su hogar y su futuro.
El Congreso ha enviado un mensaje contundente: ninguna persona trabajadora debería estar fuera del derecho a una vivienda adecuada. Y para quienes han aportado al Fondo Nacional de Vivienda sin lograr aún ese sueño, el sistema de arrendamiento social representa una opción digna y justa.
Aquí, la mensualidad no superará el 30% del salario de las personas trabajadoras, asegurando que la vivienda deje de ser una carga y se convierta en un verdadero apoyo.
¿Con este cambio tan profundo será sostenible a largo plazo? – Lo que vimos es que con el respaldo de todas las fuerzas políticas da motivos para confiar.
Fueron 469 votos a favor y cero en contra, la Cámara de Diputados ha dejado claro que esta reforma es una prioridad para el país. Desde ahora, el camino está trazado para que el derecho a la vivienda adecuada y el crédito justo sean una realidad tangible y no solo una promesa de campaña.
Esta reforma es más que un cambio en la ley: es un avance hacia un país donde el derecho a una vivienda digna se respete y se cumpla. No me queda duda de que, con esta transformación, México avanza en una dirección que honra a sus trabajadores y responde a sus necesidades.