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Desastre y desapariciones en Acapulco tras el huracán Otis (XI)

*Paralelismos entre las lógicas de la extorsión y la desaparición.

/ Jesús Pérez Caballero/LEVIF/ Adónde van los Desaparecidos /

Aunque la relación entre la desaparición y la extorsión, de primeras, puede parecer extraña, en este artículo veremos algunas hipótesis para conectar la desaparición, en un sentido amplio (que englobe tanto su sentido oficial como a los no localizados) [1], con los distintos tipos del delito de extorsión en el contexto post huracán Otis [2]. Las dos hipótesis que propongo son el uso de mentiras con retórica de extorsión, con motivo de una desaparición, y la extorsión que, si no se satisface, termina en la desaparición de la víctima.

Extorsión con motivo de la desaparición

Una primera conexión entre desaparición y extorsión es la realización de esta a cambio de proporcionar supuesta información sobre la persona buscada. Así, ante la confusión de las horas siguientes al huracán Otis, familiares de la persona desaparecida pidieron ayuda en redes sociales o se trasladaron a Acapulco para conocer el paradero desconocido. Aprovechando la información que compartieron, se supo el caso de individuos que extorsionaron telefónicamente durante los tres días siguientes a la desaparición, a finales de octubre de 2023, a los familiares de un marinero no localizado. Se presentaban como adscritos a un difuso “cártel” y mentían sobre las circunstancias del marino. Por ejemplo, decían que nunca estuvo en el barco hundido y que lo tenían retenido en un hotel por su relación con drogas. Ya que esas falsedades revelaban inconsistencias, los familiares dejaron de prestar atención a tales llamadas [3]; sin embargo, esto incidió en el ya de por sí, pesar de su búsqueda.

Este no es un caso aislado. Por ejemplo, familiares de pescadores desaparecidos en Tabasco denunciaban recientemente hechos similares, es decir, extorsiones en las que se sugería poseer información sobre el paradero de los perdidos en el mar. Esto señala una constante donde las autoridades no responden con prontitud a situaciones de indeterminación de cuerpos, o lo hacen con negligencia. Estas falencias posibilitan vacíos de información. A veces se subsanan parcialmente, y en muchas ocasiones el impulso para ello proviene únicamente por el hecho de que los familiares comienzan a investigar los hechos o a implicar a los medios de comunicación para que los publiciten [4].

Circunstancias como las narradas no son privativas de las desapariciones en el mar, y se dan en toda la República, como una consecuencia más del modo en que se autogestionan las búsquedas de las personas desaparecidas: ​​“cuando alguien no ha aparecido, los detalles atraen a los extorsionistas” [5]. Así hay ejemplos por todo el territorio mexicano de extorsionadores que realizan rastreos sistemáticos, con el fin de buscar información personal y chantajear o, en general, obtener con la promesa de información —casi siempre falsa— algún tipo de contraprestación de quienes buscan a sus desaparecidos. Un vistazo aleatorio a Internet arroja lugares que van desde Coahuila y San Luis Potosí hasta Guanajuato y Colima.

Surgen, entonces, cuestiones sobre cómo ponderar la necesaria visibilidad de la denuncia de las desapariciones y las fallas y circunstancias de las búsquedas, con otras acciones que blinden esa información, y que no sea explotada por la delincuencia. Además, esto plantea la cuestión de cómo hacer que la información verdadera sobre desapariciones, proporcionada por la misma delincuencia a familiares de desaparecidos, no pase a ser objeto de explotación económica —incluso extorsiva—, entre otros peligros de estos modos de hacer en contextos de carencias oficiales y silencios generalizados. La “alternativa humanitaria” para la gestión de esa información, propuesta para México por la académica Issa Cristina Hernández, va en esa línea de canalizar adecuadamente esos datos [6].

Desaparición punitiva con motivo de la extorsión

Si en los casos anteriores se extorsionaba aprovechando la desaparición de una persona, en estos se desaparece a alguien por no cumplir con la extorsión. La hipótesis a estudiar sería que las circunstancias posteriores al huracán Otis, han provocado o reforzado situaciones en las que el binomio extorsión/desaparición se genera a partir de la idea de desaparición punitiva como castigo por no cumplir con la extorsión y las amenazas que la perfeccionan.

Habría que observar, por ejemplo, si hay sectores relacionados con la reconstrucción tras el huracán en los que se fija la economía delincuencial. Se ha hablado de posibles entradas de capital delincuencial en negocios de la vivienda, lavado de dinero o préstamos usureros [7]. También se mencionan extorsiones a empresarios, hoteleros y restauranteros que están reconstruyendo los lugares destruidos. Incluso se extorsiona a hogares particulares, identificados con la calcomanía de la Secretaría de Bienestar como receptores de ayudas económicas [8].

Después de Otis, los transportistas acapulqueños han sido uno de los sectores más golpeados por las extorsiones. Esto ha provocado paros masivos, en protesta por esas amenazas. Los hechos delictivos relacionados con extorsiones afectaron a centenares de vehículos, entre camiones urbanos, camionetas Urvan y taxis, y los paros duraron días [9]. Ya en noviembre de 2023, Facundo Rosas, director de Estrategia de Grupo BlackIND, resaltaba:

“Tras el paso de Otis […] un mercado ilícito intangible que será aprovechado [en Acapulco] por los grupos delictivos es el del servicio de transporte público, taxis formales e informales (tolerados o piratas), además de vagonetas y autobuses urbanos y suburbanos, incluidos algunos turísticos, […] los cuales reportan cuotas a los grupos delictivos disfrazadas de aportaciones sindicales para la operación diaria, para la supervisión y despacho de unidades, para los seguros (mutualistas) o de cajas de ahorro […]” [10].

Así, aunque se produjo el efecto paradójico de que en el último trimestre de 2023 las economías locales se paralizaron y ello supuso, a su vez, el descenso de las extorsiones en Acapulco, a inicios de 2024 las extorsiones aumentaron, y no solo cuantitativamente, sino con hechos que trascendieron lo local [11]. Es más, antes de ese “efecto rebote” de aumento de la delincuencia se produjeron hechos tan lastimosos como el desplegado de una mujer acapulqueña, Aracely Bautista Vicente, quien anunciaba un par de meses después de Otis que debía abandonar la ciudad tras el asesinato de su esposo restaurantero José Alfredo Orozco. En el desplegado criticaba que las autoridades habían reconocido que no podían hacer nada ante esa violencia; hasta el punto de sugerirle que se marchara y evitase un nuevo ataque [12].

Este hecho simboliza la continuidad entre la desaparición de personas y lugares. Al viento y las aguas de Otis (y mientras escribo esto, a las inundaciones del huracán John), han seguido — diríase que han proseguido — el fuego y la quema de lugares que no se someten a amenazas o extorsiones [13], o la tierra que se pretende echar sobre quienes no se pliegan a las amenazas de asesinatos, por no cumplirse con lo exigido arbitraria y desproporcionadamente.

Soy consciente de lo metafórico de estos ejemplos, y no quiero desdibujar los unos en los otros. Sin embargo, en la medida en que la desaparición punitiva aplica a personas y lugares, y puede ser inmediata o diferida, ha de plantearse la necesidad de entender que fenómenos de violencia colectiva y extrema —por desgracia, normalizados e institucionalizados— continúan generándose en Acapulco, y en qué medida presentan relaciones de causalidad con el contexto post Otis.

Conclusión

Desapariciones y extorsiones se han cronificado en el país. Si pensamos en lugares en la Tierra Caliente de Guerrero, se alude a un ecosistema delincuencial con toda una población de rehenes, susceptibles de someterse a la violencia más extrema, de no cumplir con la exigencia más nimia.

Estas exigencias recubren la cotidianidad. Se ejemplifican, en lo económico, en la fijación de precios por parte de delincuentes, con efectos indeseados a nivel local y regional, como monopolios (un único vendedor) o, incluso, monopsonios (un único comprador), sobreprecios, escasez o desabastecimiento de bienes. También en lo laboral, como la obligación de realizar tareas encomendadas por quienes controlan dichos lugares [14].

Como rehenes, otras partes de Guerrero, incluidas algunas colonias acapulqueñas, pueden entenderse desde ese marco y no solamente los empresarios del puerto, sino la población en general, deben computar, aunque sea como peligro recurrente, la posibilidad de la extorsión, así como las conductas y consecuencias relacionadas con ella.

Lamentablemente, la desaparición en México es un modus vivendi, que, a su vez, alimenta patrones de conducta y modus operandi. Lo mismo, sin equiparar estos contextos, sucede con la extorsión, que instaura pseudo contratos de asimetría similar, desproporcionados entre lo propuesto, lo ofrecido y lo que se castiga. Ese tipo de dominios asimétricos desproporcionales son parte del ADN de la extorsión y la desaparición. Al fin y al cabo, la desaparición es un chantaje terrible que mantiene de rehén no sólo el cuerpo del desaparecido, sino a quienes lo buscan.

*Este texto es una colaboración entre el LEVIF (https://www.colef.mx/levif/), de El Colegio de la Frontera Norte, y A dónde van los desaparecidos.

El Laboratorio de Estudios sobre Violencia en la Frontera (LEVIF) es un proyecto de El Colegio de la Frontera Norte que tiene como objetivo analizar la violencia criminal en esta región fronteriza México-EE UU, generar eventos y documentos de divulgación científica sobre el tema.

Jesús Pérez Caballero es escritor y jurista. Doctor en Seguridad Internacional (IUGM-UNED), es Investigador por México CONAHCYT adscrito a El Colegio de la Frontera Norte, Unidad Matamoros, Tamaulipas. Su último libro es El delito de halconeo (Tirant lo Blanch). Web: https://archive.org/details/@jpcaballero

La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de quien la escribe. No necesariamente refleja la posición del LEVIF ni de A dónde van los desaparecidos.

Dedicado a los afectados por el huracán, tormenta tropical y, de nuevo, huracán John.

Referencias:

[1] Como se sabe, oficialmente, el término de desaparición se reserva a aquellas desapariciones en las que se presupone la comisión de un delito. Mientras, los no localizados serían los individuos que desaparecen pero, en un principio, no se relacionan con una conducta delictiva. Por ejemplo, a quienes llamamos popularmente “desaparecidos en el mar” tras Otis, serían técnicamente no localizados por haber desaparecido en el mar durante el huracán.

[2] Aunque habría mucho que matizar, un buen punto de partida es Martínez Trujillo, María Teresa, “Extorsión y cobro de piso: la protección que inquieta”, Nexos, 13 de diciembre de 2021, https://seguridad.nexos.com.mx/extorsion-y-cobro-de-piso-la-proteccion-que-inquieta/

[3] Alarcón, Rodrigo, “Las tres tragedias de José Andrés tras el golpe de Otis”, La Verdad Noticias, 8 de diciembre de 2023,

https://laverdadnoticias.com/mexico/Las-tres-tragedias-de-Jose-Andres-tras-el-golpe-de-Otis-20231207-0234.html

[4] El Heraldo de Tabasco, “Intentan extorsionar hasta cinco veces al día a familiares de pescadores tabasqueños”, 23 de agosto de 2024, https://www.elheraldodetabasco.com.mx/local/municipios/como-intentan-extorsionar-a-familiares-de-pescadores-tabasquenos-desaparecidos-12445678.html De esa nota se observa la habitualidad del parte oficial de la Secretaría de Marina (Unidad de capitanías de puerto y asuntos marítimos. Dirección General Adjunta de Capitanías de Puerto), conocido también como “aviso de emergencia”. En él se dan los datos y la descripción de la emergencia marítima (ejemplo). En Otis, ¿hubo esos partes para cada uno de los desaparecidos en el mar mientras estaban laborando en sus barcos? Si no, ¿por qué no se registraron? Si sí, ¿pueden exigirse por transparencia, para conocer más circunstancias de esas desapariciones?

[5] Turati, Marcela, San Fernando: Última parada. Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas, Aguilar, México, 2023 (página 24).

[6] Hernández Herrera, Issa Cristina, “¿Colaborar con la delincuencia organizada en la búsqueda de personas? Formalización de una alternativa humanitaria en México?”, International Review of the Red Cross, núm. 194, 1-24, https://international-review.icrc.org/es/articles/collaborating-with-organized-crime-in-search-of-disappeared-persons-mexico-914

[7] Balderas, Óscar, “Agua, miel, frijoles y cervezas: cárteles entregan despensas en Acapulco”, Milenio, 8 de noviembre de 2023, https://archive.ph/uM2o0

[8] Ramos, Juan Luis y Zorroza, Francisco, “Usan censo del Bienestar en Acapulco para extorsionar a damnificados de Otis”, El Sol de México, 17 de enero de 2024, https://www.elsoldemexico.com.mx/republica/sociedad/usan-censo-del-bienestar-en-acapulco-para-extorsionar-a-damnificados-de-otis-11297754.html

[9] Trujillo, Javier, “Paralizan transporte público en Acapulco”, El Faro de la Costa Chica, https://www.elfarodelacostachica.com.mx/2024/01/paralizan-transporte-publico-en-acapulco/ ; Castro, Celso, “Acapulco cumple seis días con paralización parcial de transporte”, El Sol de Acapulco, 2 de marzo de 2024, https://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/acapulco-cumple-seis-dias-con-paralizacion-parcial-de-transporte-11531992.html ; y El Financiero, “¿Qué grupos criminales estarían detrás de las extorsiones a transportistas en Acapulco?”, 13 de marzo de 2024, https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/2024/03/13/transportistas-en-acapulco-agredidos-video-en-redes-sociales-amenazas-del-crimen-organizado-carteles-guerrero/

En esta última nota se alude a videos donde extorsionadores golpean a transportistas exigiendo que reporten los tramos de sus rutas.

[10] Newsweek en español, “El crimen organizado en Acapulco antes y después de Otis”, 18 de noviembre de 2023, https://newsweekespanol.com/2023/11/27/crimen-organizado-acapulco-otis/ (párrafo 13).

[11] Integralia Consultores, La huella de Otis en Acapulco. Un análisis de las secuelas políticas, económicas y sociales [reporte especial], marzo de 2024, https://integralia.com.mx/web/wp-content/uploads/2024/03/Reporte-especial.-La-huella-de-Otis-en-Acapulco.pdf (páginas 12-14).

[12] Luna, Alemao, “Emblemática pozolería de Acapulco cierra ante las extorsiones e impunidad de las autoridades”, Infobae, 23 de diciembre de 2013

https://www.infobae.com/mexico/2023/12/24/emblematica-pozoleria-de-acapulco-cierra-ante-las-extorsiones-e-impunidad-de-las-autoridades

[13] Cuatro incendios en mercados que han terminado con más de 180 locales comerciales en Acapulco, por ejemplo, en el periodo comprendido entre octubre de 2021 a septiembre de 2022, según Hernández, Enrique, “Más de 180 locales quemado por extorsión”, El Sol de Acapulco, 27 de septiembre de 2022, https://www.elsoldeacapulco.com.mx/local/mas-de-180-locales-quemados-por-extorsion-8946588.html (párrafo 1). La nota se basa en los reportes de la Fiscalía de Guerrero y de la coordinación de protección civil, que atribuyen estos incendios a grupos de la delincuencia organizada.

[14] “En esa región, tortillas, refresco, agua, maíz, todo tipo de carnes e insumos para el campo y la ganadería, también los sombreros, necesarios en la indumentaria de los calentanos, tienen sobreprecio. «Es una especie de pago de piso a la FM [La Familia Michoacana]», explica una habitante”. Castro, Marlén, “Tierra Caliente: De las balas a la paz criminal”, Amapola, periodismo transgresor, 23 de julio de 2024, https://amapolaperiodismo.com/2024/07/23/tierra-caliente-de-las-balas-a-la-paz-criminal/ (párrafo 8). La misma fuente señala:

“El Patrón no contrata peones, sólo manda por los hombres que requiera la faena del día y los hombres llegan a donde se les indica. «El terreno del Patrón» es un eufemismo. El Patrón se mete a los terrenos que son de su agrado. Cuando una parcela le gusta, sólo avisa y llega con la peonada a que lo limpien, cuando es el momento de la cosecha, manda por hombres a las pueblos. En la Tierra Caliente hay dos patrones pesados, […] pero también hay patrones locales. A todos se les obedece” (párrafo 27).

 

Foto de portada: Lucía Flores/ Obturador MX

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