*México perdió la credibilidad ante la industria de medicamentos e insumos de salud, advierte el empresario Alejandro Cossio
12.11.2024. Veracruz, Ver.- En el sector salud hay un fraude “gigantesco” superior a los 30 mil millones de pesos, el cual se generó porque se asignaron contratos a empresas fantasma, por parte de funcionarios de esta parte del gobierno federal, además del manoseo en la compra de las vacunas contra el COVID, de las cuales la referente de a quién le hizo las compras y cuánto gastó el gobierno, hoy es información reservada, aún cuando en estas adquisiciones se gastaron millones de dólares, con la complacencia de funcionarios de la Secretaría de Salud, IMSS, ISSSTE y Birmex, acusó el empresario del ramo Alejandro Cossío Hernández.
El señalamiento lo realizó el empresario durante el programa “Líderes de Opinión”, transmitido por una radiodifusora de la ciudad de Veracruz y conducido por Francisco Avila Camberos, exalcalde de ese lugar.
En ese contexto, Alejandro Cossio refirió que la corrupción en el sector salud se presenta en toda la historia reciente de México, como el caso de los “servicios integrales” del ISSSTE, durante el gobierno de Peña Nieto, cuando se difundieron las llamadas telefónicas que mostraban los actos de tráfico de influencias y compras amañadas, para, entre otros aspectos: todo lo que tiene que ver con la contratación de laboratorio clinico, banco de sangre, hemodiálisis y mínima innovación.
Igualmente hace un par de semanas se detectó que funcionarios del IMSS en contubernio con los de Birmex, se guardaron 60 claves de medicamentos para generar un desabasto ficticio.
Estas irregularidades -dijo- llevaron a que México perdiera toda la credibilidad en cuestiones de salud en el mundo. “Y es necesario volver a tener credibilidad”. “En México perdimos la credibilidad ante la industria mundial por ser muy malos pagando, muy malos planeando y con un nivel de corrupción escandaloso”, subrayó.
A la par, en nuestro país se perdió la credibilidad por qué durante cuatro años se mintió a la población y se hizo pasar como delincuentes a las farmacéuticas y a los laboratorios, pero no se dio el abasto de medicamentos ni la mejoría en los servicios de salud.
Pero ahora las cosas pueden mejorar, porque de todos los males que se le heredaron a la presidenta Claudia Sheimbaum, el único sector viable de avanzar en el primer año de gestión con resultados palpables, es el de la salud, si finalmente se le dota de todas las atribuciones necesarias al IMSS, que es dónde están buena parte de los expertos en el ramo.
En México, exceso de corrupción en la salud
Alejandro Cossio se lamentó de la voracidad de los funcionarios que creyeron que podían hacer lo que quisieran, entre esto, ir a cualquier parte del mundo a traer medicamento, lo que en parte hicieron e importaron fármacos para la salud “que ni siquiera cumplían normas sanitarias en sus países de origen”.
Durante el programa Alejandro Cossio insistió en que “hay un fraude gigantesco”, y hace unos días salieron órdenes de aprehensión contra más de 80 funcionarios del IMSS y de la empresa de gobierno “Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México” (Birmex), precisamente por participar en este fraude multimillonario.
“Ellos tienen que ir a la cárcel”, puntualizó.
Ante la pregunta de Francisco Ávila de la causa del desastre del sistema de salud en México, Alejandro Cossio puntualizó que es “fundamentalmente corrupción”.
De hecho, refirió que los funcionarios del anterior gobierno al llegar al cuarto año de la administración “descubrieron la gran mina de oro”, para su beneficio, que es el “que tú generes el desabasto”. “Esto es real, eso hicieron”, enfatizó ante la sorpresa mostrada por Paco Avila, de que un acto de este tipo lo realice un servidor público.
Alejandro Cossio se dolió de esta práctica de desabasto inducido, porque -expresó- son miles los que han muerto por falta de un anestésico, por tratamientos de quimioterapia, niños con infecciones cruzadas y por la falta de vacunación.
Señaló que el desabasto inducido se volvió su gran negocio porque ante la escasez los hospitales debían hacer las compras de forma individual, sin esperar que se les surtiese desde las oficinas centrales.
El mecanismo para este «gran negocio» es aparentemente sencillo, porque “en el momento que tú le autorizas a un hospital comprar de forma local, los precios se van arriba en un 30 a un 80 por ciento de que tiene el gobierno en sus compras consolidadas”.
La forma de hacer esta operación fue que estos malos funcionarios se pusieron de acuerdo sobre todo con los medianos distribuidores de medicamentos e insumos médicos, y con este operativo hicieron su agosto en los últimos dos años.
Mencionó que se hizo un comparativo de las compras y los gastos realizados en el sector salud y en el mismo se muestra como se dibujan dos curvas que se van separando, conforme pasan los meses de la anterior administración, pues mientras desciende el número de medicamentos e insumos adquiridos, crece de forma algorítmica el precio, hasta llegar a niveles escandalosos.
Aludió el caso de la morfirna, indispensable para anestesiar a quienes serán operados, como un ejemplo de como han crecido los precios a los que se pagan los medicamentos en México. Una dosis de morfina en el mundo cuesta 28 dólares con 50 centavos y “en nuestro país se paga en 368 dólares”.
Así, reiteró, la corrupción es el principal problema del sector salud en nuestro país, donde “se tiran millones y millones de dólares todos los días. Bueno, no se tiran, se los roban”.
En ese sentido enfatizó que en el sector salud “no hay falta de dinero, lo que hay es un exceso de corrupción”.
Un panorama diferente por delante
Ante este panorama se congratuló porque hay indicios de que el abasto de medicamentos e insumos de salud puede mejorar durante el actual gobierno.
“Lo que hoy sabemos, es que hay dos cosas importantísimas que se están haciendo y en las que se ve la mano de la nueva presidenta, y la responsabilidad del titular, que tiene como subsecretario a Eduardo Clark, que es un experto en sistemas de información”, expresó. Así, festinó, “la diferencia en este gobierno es que se está nombrando a profesionales honestos, capaces y comprometidos con la salud y la transparencia”.
La primera de estas novedades es que la semana pasada se abrió un sistema de inscripción de proveedores vía remota, donde, de una forma transparente, toda la industria del mundo puede ver lo que se planea, “porque en el IMSS y en el sector salud de México incidimos empresarios de todo el mundo”. Con este sistema, insistió, “tenemos ya la posibilidad de saber, cuanto va a comprar el gobierno, cuando lo va a comprar y se abre la perspectiva de generar contratos por hasta 24 meses, lo que es un cambio de la noche al día”.
Enfatizó que para los empresarios “el poder saber que vas a poder firmar un contrato en el mes de marzo (por ejemplo) y que vas a tener garantizadas las entregas y los pagos (lo que es fundamental para el sector) en los próximo 24 meses, es algo que ya da mucha certidumbre”.
Recordó que en la anterior administración cuando se le llegó a realizar alguna compra a un empresario del país, este debía esperar entre 19 a 25 meses para cobrar en el IMSS Bienestar, además de que se les pedía un porcentaje del adeudo para liberar sus pagos.
Igualmente se mostró de acuerdo con la desaparición de la llamada megafarmacia y ponderó que nuevamente la distribución de los implementos, incluyendo el medicamento controlado y los fármacos que además deben llevar redes de frío, sera nuevamente responsabilidad de los empresarios. “Será nuestra responsabilidad llevar el medicamento hasta la farmacia del hospital o en su caso al almacén delegacional o a la jurisdicción sanitaria”.
Pero además hay un tercer elemento favorable para que se recupere el abasto oportuno de medicamentos, “que es un cambio sustancial”:
Sólo podrán participar en los procesos licitarios y los concursos, las empresas fabricantes de medicamentos “y los que somos dueños de registro sanitario”.
El que se haga esta limitación, remarcó, provocará que “cientos de empresas fantasma, cientos de distribuidores que en su vida se habían dedicado a esto, ya no van a poder vender ni medicamento ni material de curación”.
Expresó que para ser dueño de un registro sanitario y poder tener un laboratorio, “se necesita además de tener muchos millones de dólares, muchos años en la actividad, tener farmacovigilancia, haber comprobado ante Cofepris y ante autoridades de tipo internacional tu capacidad, tus fianzas para poder hacer frente a cada una de las cosas”.
Esto, señaló, se vuelve a retomar y va a traer consigo que sólo quienes realmente saben como se hace la producción, compra y distribución de los insumos, serán quienes lo hagan.
“Me gusta y me agrada lo que la presidenta está haciendo, que no se compre por el dinero que hay, que se compren las cosas por la necesidad que exista. Si estamos por llegar al invierno, que se compren los antigripales, las vacunas contra la influenza, que estamos por llegar a la temporada de que los perros muerden, que se compren suficientes vacunas contra la rabia. Y así”, puntualizó.