Ícono del sitio Billie Parker Noticias

Juezas: La represión en México.

*Palabra de Mujer.

* Juezas reprimidas por policía de CDMX retrata a las mujeres en México

Por /Billie J Parker /

No obstante que constitucionalmente está establecido que la ciudadanía tiene el derecho a decir lo que piensas, a compartir información y a reivindicar un mundo mejor; Derecho a estar o no de acuerdo con quienes ejercen el poder y a expresar sus opiniones al respecto en actos pacíficos de protesta, la imagen de este domingo de las juezas rodeadas por la policía de la Ciudad de México evidencian el doble discurso del nuevo régimen impuesto por la 4t. Represión que se repite por todo México.

No sólo la persecución, descalificación, despojo de empleo, amenazas, hostigamiento, intentos de asesinato (Chiapas) de Juezas y trabajadoras del PJF, sino la misma tónica repiten con colectivos y víctimas del nuevo sistema político de la 4t.

El trato que el poder legislativo dio a las juezas al quitarles sus sueños, su vida, su dignidad y su futuro -cosificadas en una rifa – es apenas el hilo de la madeja de otras víctimas invisibilizadas de un régimen establecido por la fuerza de la mayoría, por la extorsión, la compra y hasta el secuestro, violando procesos legislativos, robándose lo que la ciudadana mexicana no les dio en las urnas en complicidad con los cooptados órganos electorales.

Un régimen que concentra en unos cuantos radicales resentidos el sistema político, sin consensuar mediante un nuevo pacto social y violentando derechos y libertades, alegando legitimidad con la narrativa falaz de la preferencia del “pueblo”, cuando solo obtuvieron el 38 por ciento en las urnas, y con malas mañas y mucho dinero que tarde o temprano se conocerá.

La alternancia hacia este populismo tropicalizado a modo de los oligarcas de Cuba y Rusia han dejado un país: bañado en sangre: con la destrucción del equilibrio de poderes; con masacres por ejecuciones extrajudiciales; rehenes de narcoguerras; con la violentación del Estado de derecho; con la omisión para que el crimen organizado tome territorios, extorsione, reclute y viole a niñas niños y adolescentes, asesine a ciudadanos, adversarios y migrantes y realice actos de terrorismo que no quieren ser reconocidos para mantener sometida a la población, pese a la claridad con que se define el terrorismo en la constitución mexicana (que no tardan en cambiar) para seguir protegiendo a los carteles.

Usted opine sobre si estas imágenes con la solitarias juezas rodeadas por decenas de policías no proyectan lo que se vive y temo, lo que que se prevé: que escale en México en los próximo meses.

Imagen de la “sororidad” de las mujeres que hoy son titulares del poder ejecutivo y de la Ciudad de México, y que muestran cómo trata su régimen a sus similares en el cargo de juezas, cuyas esforzadas vidas fueron destruidas en una indignante tómbola; ideada por legisladores sedientos de poder que se disputan cínica y abiertamente cuantos individuos van a poner cada uno en el comité encargado de “escoger” a quienes van a suplir a las Juezas.

Reemplazar a quienes tienen hasta 40 o más años de una carrera judicial, luchando contra el sistema patriarcal, en triples jornadas, batiéndose con la desigualdad de oportunidades, y solo con ser “votados” las sustituirán con una amañada estructura electoral y las cartas de recomendación de sus vecinos, conforme mandata el machismo inserto en la reforma judicial.

Las Juezas no llegaron. ¡No llegaron Todas! se exclama una vez más a voz en cuello, como lo han hecho las madres de desaparecidos y desaparecidas; las niñas, las mujeres madres de familia desplazadas por el protegido crimen organizado; las damnificadas, las indígenas, las adolescentes, mujeres migrantes, enganchadas por la trata mexicana, mujeres periodistas, pacientes sin atención y medicamentos, maestras y pensionadas a quien el IMSS solo les alarga por años la pensión que le dejó un hijo fallecido esperando que mueran para quedarse con su dinero; y miles y millones más que no llegaron y siguen envueltas en los enredos discursivos de gente sin entraña.

Todas ellas no, no llegaron.

*Columna de Opinión

Salir de la versión móvil