/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Pareciera que, así como crece el número de activistas y organizaciones que buscan cuidar y proteger a los animales, aumenta también el número de casos de crueldad contra estos seres; una muestra de cuan podrida está parte de nuestra sociedad.
Por un lado, vemos a grupos de hombres y mujeres que rescatan perros y gatos; que hacen hasta lo imposible por darles un refugio, alimento, cuidados y tranquilidad, hay sujetos que no solo los envenenan, sino que llegan al abuso sexual y, en casos como el de hace unos días, hasta comérselos.
El 14 de julio en el municipio de Xico, un hombre y su perro fueron atacados a balazos. Un día después, un sujeto de la comunidad de Las Ánimas, perteneciente al municipio de Minatitlán, atacó a balazos a un perro por defecar frente a su domicilio. El hombre enfureció, sacó un arma y le disparó al animal, provocándole una fuerte herida en el cuerpo.
Apenas en septiembre, tras un envenenamiento masivo de perros en el municipio de Naolinco, la Coalición de Activistas por los Derechos de los Animales de Veracruz, atinadamente señalaba que una persona que es capaz de dañar a un animal es capaz de dañar a un humano y no precisamente un asesino, sino gente que es violenta en su día a día. El caso más doloroso fueron las imágenes de un hombre en situación de calle comiéndose la cabeza de un perro.
¿Son drogas? ¿son problemas mentales? ¿o es el simple placer de dañar a quién es indefenso? Afortunadamente, la Fiscalía General del Estado ha castigado a estos verdaderos animales con sanciones cada vez más ejemplares.
Estos esfuerzos nos involucran a todos: recientemente el Centro Estatal de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, con Participación Ciudadana, en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y la Universidad Veracruzana, realizaron el 1er Foro Prevención del Maltrato Animal como Estrategia de Prevención del Delito, un paso sin duda alguna, importante en la lucha contra este tipo de violencia.
Insisto, cada perro , gato, animal, maltratado de manera brutal nos reafirma la descomposición social en que vivimos.
@YamiriRodriguez