* Línea Política .
/ Agustín Contreras Stein /
SI LA botella de agua le dio o no al presidente, en cualquier parte de su cuerpo, fue lo de menos, pues lo importante en este caso es el rechazo que tuvo en Veracruz, lo que se manifestó con esta agresión sufrida en el momento en que llegaba al centro de la ciudad.
Mal de todos modos fue el hecho que puso nuevamente en evidencia de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se va del gobierno federal sin aplausos como recientemente lo comentamos y en contrario recibe el repudio de la gente. Claro que en este caso hay muchas otras cosas que ver, por ejemplo, que la botella lanzada lo hizo al parecer un funcionario del gobierno veracruzano, con la idea de inculpar a quienes protestaban en la vista presidencial.
Quien haya instrumentado este hecho, no lo hizo bien, al contrario, quedó debidamente claro que el gobernador honesto tampoco quedó bien una vez más con el todavía mandatario federal. Cosas de la política cuando no hay la experiencia necesaria ni siquiera para estos actos que han dejado mal parado al mandatario estatal Cuitláhuac García Jiménez.
La verdad de las cosas es que tampoco hubiera venido el presidente, sabiendo de antemano que hay serias reacciones a la que fue su forma de gobernar, sobre todo, dejando al país en llamas de la violencia, caso que nunca pudo resolver y que fue una de las grandes demandas del pueblo, pues todo mundo quería vivir en paz y con seguridad para poder trabajar y hasta para salir a la calle. Así las cosas, López Obrador, es despedido de su gobierno con protestas y actos vandálicos de su propia gente. La cuarta transformación sufre ataques y atropellos que nunca se hubieran visto hacia un presidente que no supo gobernar.
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UNA PROTESTA ENTRE PROTESTAS
CLAUDIA SHEINBAUM, tomará protesta de su cargo como presidente de la república, el día primero de octubre. Lo hará, si otra cosa no sucede, en la sede del congreso federal, mientras que afuera las protestas por el mal gobierno y por todos los caprichos presidenciales, se intensifican conforme pasan los días. Nada hay, al parecer, que remedie esta situación. México, por todas partes arde y es el resultado de un gobierno que no quiso entender a la sociedad, al pueblo mismo que siempre juró defender.
No será, entonces, tersa la trasmisión de poderes, porque el mismo personaje que entregará la banda presidencial y con ello el poder de la nación, se encargó permanentemente de crear un panorama incierto, lo que se está viendo hasta el final de sus días como gobernante del país.
A Claudia Sheinbaum, le deja un paquete demasiado peligroso para que asuma la responsabilidad de resolverlo en su gobierno y en corto plazo. La situación que se vive en el país no es nada agradable y enfrentar los retos de un nuevo gobierno menos. La pregunta persiste desde hace unos días en el sentido de si la presidenta electa que se convertirá en constitucional el próximo primero de octubre, será capaz de quitarse primero la sombra que no la deja trabajar o será, solamente quien represente a los mexicanos sin tener el poder verdadero para tomar decisiones. Ya se verá muy pronto.
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PREOCUPACIÓN POR EL FUTURO DE LÓPEZ OBRADOR
SE EXTERNA CONTINUAMENTE que el presidente López Obrador, en cuanto termine definitivamente su mandato presidencial, podría salir inmediatamente del país. Se afirma entre la opinión pública que seguramente ya se tiene bien planeado el camino que deba seguir, porque hay indicios, se dice constantemente, de que pueda ser llamado a responder por sus actos en favor de los grupos criminales y no precisamente por la justicia mexicana, sino por lo que se pudiera estar instrumentando en los Estados Unidos. Su refugio pudiera ser en algún país con quien tiene cierta identificación, entre ellos Venezuela o la misma Cuba, donde desde hace tiempo ha venido preparando este momento. Sería un escándalo de grandes proporciones.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.