Sin embargo, un elemento de la Policía Bancaria e Industrial que se encontraba en el local cuando sucedió el crimen, los detuvo y entregó a las autoridades, mientras el cuerpo de la joven quedó sobre el piso de un espacio reservado del restaurante Suntory, ubicado en la esquina conformada por las calles Magdalena y Torres Adalid, Colonia del Valle, Alcaldía Cuauhtémoc.
En las primeras investigaciones se supo que la pareja contrajo matrimonio el 27 de mayo de 2021. Cuatro meses después hubo divorcio. En noviembre del mismo año se reconciliaron y acudieron, por segunda vez, al Registro Civil para unir sus destinos. El abogado le prometió no agredirla más, pero al mes de ese nuevo enlace, Yrma Lydya recibió rudo ataque y fuerte golpiza.
Jesús le hacia la vida imposible a la joven cantante y ella lo denunció ante el Ministerio Público, en la Alcaldía de Álvaro Obregón, el 20 de diciembre, porque su marido la noche anterior la golpeó, la amenazó de muerte e intento ahogarla en el jacuzzi del baño de la casa.
Una historia truculenta del corto tiempo de vida matrimonial, habría de culminar al encontrarse la pareja en el mencionado restaurant de comida estilo japonés. Si discutieron, nada oyeron otros comensales ni el personal de servicio. De pronto se escuchó un golpe “seco”, un balazo, e inmediatamente después otros dos disparos. Hernández Alcocer apresuró su salida y el chofer lo esperaba con la camioneta ya en marcha.
Sus abogados defensores “buscan que sea declarado inocente”. Seguramente el asesino de la joven cantante quiere hacer valer sus influencias políticas como hace 22 años, según consta en informaciones periodísticas, cuando su primera esposa “se suicidó” de dos tiros en el cuerpo. Se supo que la primera cónyuge “se suicidó, arrojándose por una ventana”.
Hernández Alcocer es un individuo dedicado al chantaje, es hábil extorsionador y acostumbra poner sobre el escritorio su pistola, al estar tratando los asuntos como acusador o como defensor, según el caso. Sus colegas pidieron no revelar los nombres de ellos, porque Jesús es una vergüenza para el gremio.
A su esposa Yrma Lydya repetidamente le gritaba que lo acusara, pero que nadie le haría caso por ser muy amigo del actual Presidente del Tribunal de Justicia de la Ciudad de México. Decía gozar de la amistad del Secretario de la Defensa Nacional, por eso portaba armas de grueso calibre.
El licenciado Damián Martínez Juárez, quien encabeza la defensa, aseguró al término de la segunda audiencia que “confían ciegamente en su cliente y buscaremos la verdad jurídica que lo declarará inocente”. Pero por lo visto, sus deseos se le cebaron porque su cliente estará otros cuatro meses en la cárcel y el juez que lleva el caso no piensa dejarlo libre.
Otro de los defensores, Ángel Hernández Guadarrama, prepara la coartada de que Jesús Hernández Alcocer es inocente “porque hay un tercero, plenamente identificado como el que disparó y salió corriendo del restaurant”; el abogado no reparó en afirmar que “era un tirador ajeno a Jesús, una persona que entró al privado y disparó”,
Sus abogados se presentaron cargando gruesos volúmenes de legajos para fundamentar la solicitud de que Jesús tuviera la facilidad de regresar a su lujosa residencia en Jardines del Pedregal, Alcaldía de Álvaro Obregón. Sin embargo en la audiencia que duró más de siete horas, se demostró que existen elementos jurídicos suficientes para vincular a proceso al presunto homicida y a su chofer-escolta Benjamín Hernández Mendoza, por el feminicidio en agravio de Yrma Lydya Gamboa Jiménez. Benjamín por su presunta complicidad; lo acusan de haber entregado el arma a su patrón y ayudarlo a huir.
El juez de control, Juventino González Ocote, le dictó prisión preventiva oficiosa por espacio de cuatro meses. Hernández Alcocer y su empleado permanecerán tras las rejas y sus abogados podrán, en el caso de Jesús, hasta el término del período solicitar, nuevamente, que su defendido pueda gozar de arresto domiciliario. Aunque esto prácticamente será imposible porque finalmente se trata de un asesinato y el autor material a consideración del impartidor de justicia, no merece tal beneficio.
Yrma Lydya tuvo una vida muy corta y poco trascendente en el medio artístico, sin embargo, dicen que a los 9 años de edad fue conductora y participante en un festival celebrado en el Teatro de la Ciudad de México Esperanza Iris. Muchos la consideraron como una Niña Prodigio.
Como bailaría fue incluida en el reparto de El Cascanueces, La Bella Durmiente y El Lago de los Cisnes, así como en una pastorela de Sylvia Pasquel y vocalista con la Sonora Santanera y la Sonora Dinamita. En el presente 2022 Yrma Lydya se integró al Grupo GranDiosas compartiendo créditos con las consagradas María Conchita Alonso, Ángela Carrasco, Dulce, Alicia Villarreal, María del Sol y Rocío Banquels, así como tuvo intervenciones en diferentes programas del Canal de las Estrellas, que desafortunadamente no trascendieron.
De acuerdo con los datos recabados, Yrma Lydya, a los 19 años de edad, recibido el Premio Nacional de Artes y Cultura del Senado de la República, por parte de la Secretaria de Cultura.
En ese mismo 2019 la Cámara de Diputados le otorgó las preseas Benito Juárez y Gilberto Bosques, ésta en grado de Doctor Honoris Causa “por su aportación a la cultura y méritos propios”.
El Congreso de la Ciudad de México le entregó el título de Doctor Honoris Causa. Vistió de toga y birrete, al igual que su amiga la Fiscal General de la Ciudad de México, Ernestina Godoy Ramos, con quien se fotografió y dicha foto estuvo en redes sociales.
Por medio de su cuenta oficial de Twitter, el mandatario aseveró que en el desarrollo de la obra se han tenido que enfrentar a “amparos y ambiciones” de conservadores y corruptos, haciendo alusión a los procesos judiciales que han frenado que ésta siga su curso.