**De memoria.
/ Carlos Ferreyra /
Esta imagen, como otras mas, me provocan una cierta ansiedad, un vacío en el vientre y me deja con la sensación de estar viviendo una pesadilla algo de lo que ya quiero despertar.
Doy vueltas intentando comprender cosas muy elementales y llego a la conclusión de que a nuestro señor presidente el que fue elegido para gobernar a todos los mexicanos, decidió segmentar los corrales y separarnos en clases, pensamientos y lenguajes.
En lo que mi pensamiento se ha vuelto reiterativo, es en la certeza de que a Andres Manuel López Obrador se le borró el disco duro y hoy camina y reacciona con los estímulos y mensajes que le son inyectados desaprensivamente por sus cercanos.
En idioma moderno, lo jaquearon y le pusieron programas nuevos pero con el problema de que su escasa capacidad de almacenamiento no alcanza para procesar mas allá de media docena de mensajes por jornada.
De las inmoralidades de las que ahora nos sorprendemos, hemos sido testigos pasivos las dos décadas recientes. No fue y claro que ni siquiera se enteró de la opinión de la señora Merkel, hoy ex canciller de Alemania, quien dijo que el gobernante al competir por el poder lo hace conociendo los problemas y sus posibles soluciones. Y que no es valido, por tanto, culpar al pasado de lo que la incompetencia no logra resolver.
Supongo que López nunca miró las gráficas con la poderosísima dama cargando la bolsa del mercado y a su marido lavando los trastes. Ambos viajando en transporte público y bajo la mirada de un solo guardia.
Para mas, la señora y su esposo habitaban y lo siguen haciendo así, en un modesto departamento al alcance de cualquier clasemediaro.
Los legisladores germanos, en minúsculas habitaciones, con lavandería compartida y para la que deben apartar turno, igual respecto a la cocina. El único personal es el que da mantenimiento al alojamiento.
En México los diputados, esa raza de origen desconocido y de inútil existencia, aumentan su gratificación de fin de año, de 140 mil a 210 mil pesos.
No se piense que entre la oposición brincó por allí algún despistado reclamando la indecencia de un premio no ganado, no justificado ni siquiera por la ley, que debieron sacársela de las oscuridades anatómicas para retorcerla en su beneficio.
Tampoco Andrés “el honesto Many” impidió tal atropello en tiempo de crisis nacional. No, estaba distraído mientras contaba las hectáreas de tierras costeras, playas y manglares incluidos, que “cedió” a los padres de su nuera, la concesionaria petrolera de avión privado y depa en Dubai, la joven Adam.
La reproducción del ex mandatario uruguayo, José Mujica acudiendo al corral para recolectar los huevos de sus gallinas, el humilde Vocho que nunca creció y la modestia del conjunto, debe causarle accesos de risa incontenibles a quien decidió apropiarse de un Palacio para alejarse del populacho.
Aunque en lo formal diga lo contrario, ya que hoy esta vetado el ingreso a quien, hombre, mujer o bicicleta, nacional o extranjero, quiera simplemente observar los murales.
Un consejo: si usted es turista, vaya, desayune en el restaurante frente a la Alameda y así, cómodamente descansado, mire la bella reproducción de un domingo en la Alameda, del propio Diego Rivera.
Nada mas qué decir sino lamentar que su nula virtud ahora se sumen los que sin pudor lo manejan. Basta con repetir que en este pueblo no hay ladrones, hay una cafile de carbones trepados a las sillas del mando.
Y desde luego me gustaría saber qué puensa el veterano ganso cuando mira tan insólita foto de quien antes de ser presidente de su país, luchó contra la dictadura, armas en mano.
No incendió recursos de su nación, ni mandó a trabajadores a plantarse en donde mayor daño causaba a los negocios medianos y pequeños. No, puso su pellejo por medio… pero de eso no entendemos nada.
En todo caso debemos pensar en el resto de la familia, también tiene derecho a un cachito de paisito, ¿o no?