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/ Por Vega Alonso del Val, colaboradora de Amnistía Internacional /
Se escuchan a menudo en el día a día, pero es llegar el 8M y se multiplican. Frases como ‘No todos somos iguales’, ‘Yo soy feminista porque ayudo en casa’ o ‘¿Por qué no hay un día del hombre?
Hablamos de esas lindezas machistas, que tan acostumbradas estamos de escuchar. Algunas veces preferimos recibirlas con humor por lo descabelladas que suenan y antes de desfallecer en el intento por desmontarlas cada vez que nos topamos con ellas.
Son conceptos que se asientan en premisas equivocadas, prejuicios, desconocimiento (o desinterés)… Frases que se asumen con normalidad, perpetuando mensajes incorrectos y que distorsionan los principios del feminismo. Frases que necesitan ser desactivadas. Empecemos a hacerlo:
Probablemente no seas consciente, pero si crees en la igualdad eres feminista. Empecemos por el principio. Aclaremos términos poniendo los diccionarios sobre la mesa. Según el diccionario de María Moliner el feminismo es: “la doctrina que considera justa la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Movimiento encaminado a conseguir la igualdad”. Si no te convence del todo también puedes consultar la RAE, que define feminismo como: “ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres”. Es decir, feminismo es igualdad.
Para rematar esta idea, también es común escuchar eso de: “ni machismo ni feminismo. No me gustan los extremos”. Como si estos dos conceptos fueran polos opuestos. Feminismo no es lo contrario al machismo. Volvamos a las definiciones si no ha quedado claro. Es decir, mientras el machismo promueve la superioridad del hombre frente a la mujer y la dominación de esta, el feminismo defiende la igualdad entre los dos sexos. Si buscamos un antónimo de machismo… ¡sorpresa! No lo encontramos porque no existe ni ha existido a lo largo de la historia un movimiento que defienda la supremacía de la mujer sobre el hombre.
Como decía Jane Galvin, activista y humorista: “No hace falta ser antihombre para ser promujer”.
Pues al parecer, somos las ‘nazis’ más torpes de la historia porque nos están matando a nosotras. Nos preguntamos: ¿dónde están los campos de concentración promovidos por el feminismo? Es descabellado comparar un movimiento que busca la igualdad con otro que promovió el odio, el holocausto y cometió crímenes contra la humanidad.
Si la igualdad de derechos no va contigo, evidentemente esta lucha no va contigo.
El feminismo lucha contra todas las desigualdades y todas las violencias a las que están expuestas las mujeres y niñas por el mero hecho de serlo.
‘Gracias’ pero no se trata de ayudar sino de repartir las tareas y los cuidados en igualdad de condiciones.
¿Se llevará esta primavera el feminismo? ¿O solo fue una moda de la temporada pasada? Como bien es sabido, las modas son pasajeras y el feminismo lleva siglos en activo. Esto no es una moda. Es un movimiento que defiende derechos humanos y persigue la justicia social.
En esto estamos de acuerdo. Ya no lo aceptamos. Es hora de asumir que lo que antes era lo ‘normal’ ya no lo es porque detrás de un ‘piropo inocente’ hay una cosificación y sexualización de nuestros cuerpos.
No hemos perdido el sentido del humor, pero cuestionar los chistes ofensivos es parte del cambio hacia una sociedad igualitaria. Un cambio que pasa también por desactivar esos machismos con forma de chiste.
Ser hijo, hermano, novio o marido no te exime de tener asumidas ciertas conductas machistas que todas y todos hemos interiorizado durante años, víctimas del sistema patriarcal en el que vivimos.
Ya sabemos que no todos los hombres son violadores, pero la mayoría de los violadores son hombres. No vamos a andar felicitando al que no lo sea porque estaríamos tratando de extraordinario algo que no lo es.
Que alguna mujer ejerza violencia física sobre otra mujer o sobre un hombre puede ocurrir. Pero a nosotras nos matan por el hecho de ser mujeres. En 2020, 45 mujeres fueron asesinadas en España por sus parejas o exparejas. 1078 desde 2003. La violencia tiene género y no podemos ignorarlo.
Es el comentario frecuente entre algunos hombres cuando hablan del comportamiento sexual de las mujeres. Si “no” es “sí” ¿cuando dices que no eres machista lo que quieres decir es que en realidad sí lo eres?
La respuesta es muy sencilla: los hombres no son discriminados por el mero hecho de ser hombres, mientras que a las mujeres eso es precisamente lo que les ocurre.