/ Por Inocencio Yáñez Vicencio. /
Para comprender los acontecimientos que vivimos dentro y fuera de nuestro territorio, es necesario ir a la raiz de las ideas e instituciones que las materializan o intentan materializarlas. El momento en que surgen. Su desarrollo. Los intereses que representan y los que dicen representar. Su vigor y su ocaso. Las contradicciones que expresan.
Decía Bobbio que la historia de las ideas políticas es la historia por la racionalización de las relaciones de mando y obediencia. Es la visión de la política como lucha por el poder. Aún cuando no abrazo esa concepción, creo que vale la pena defenderla a partir de que el poder se separa de la sociedad, porque siempre será preferible un poder racionalizado que un poder bárbaro. Las clases que realizaron la acumulación originaria en Inglaterra, despojando mediante los cercados a los campesinos desde fines del siglo XV, cuando se vieron limitadas espacial y administrativamente por el régimen feudal y la Corona, se lanzaron al Continente Americano a colonizar sus tierras y como ya pueden comprender, si liquidaron y desaparecieron a la clase campesina de su patria de origen, con menos piedad exterminaron a los pueblos nativos de las tierras de Norteamérica. Durante el régimen feudal que vivieron el la Isla Británica, que les llevaron los normandos, sufrieron la servidumbre y el vasallaje, que el desarrollo de las fuerzas productivas quebró y dio paso a un régimen de libertades para la producción y la circulación, donde los medios de producción fueron separados de los productores directos, dando lugar a propietarios y a no propietarios. Si en el feudalismos las clases principales eran los señores y los siervos, en la sociedad capitalista esa división fundamental es entre los burgueses y los proletarios, imperando la explotación salarial, en la cual los propietarios de los medios de producción se quedan con el excedente de la fuerza de trabajo y los desposeídos de medios de producción, que para poder sobrevivir tienen que vender su fuerza de trabajo.
La correlación de fuerzas en el capitalismo decide a favor de qué clase o fracción de clase está el poder, pero ese poder para ejercer su dominio necesita de sedes donde expresarse. Necesita de un Estado que institucionalice el poder que expresa esa determinada relación social. La ideología del capitalismo es el liberalismo que tiene básicamente dos vertientes: la economía que sintetizan los fisiócratas en el dejar hacer dejar pasar y la ética-política que es la teoría de los límites del poder por derechos que se consideran anteriores al Estado y una división de poderes que garanticen las libertades. La técnica con la cual se limita el poder es el constitucionalismo. Decir que la Constitución es un librito, es una ignorancia. La Constitución no es un papel mojado. Sería como si alguna persona respondiera, al preguntarle qué es el hombre, que es un tratado antropológico o biológico. Ahí puede encontrarse su descripción, funciones, caracteres…pero, aunque la Constitución existe en un sentido formal y material, la Constitución significa la división de poderes y el reconocimiento y garantías de derechos individuales.
Hago mío el liberalismo, no como meta, no como punto de llegada, sino porque respecto al régimen que sustituyó, es mucho más racional y brinda la posibilidad de cambiar la sociedad de manera legal y pacífica. Tal vez por eso Rosa Luxemburg le advirtió a Lenin que sin derechos humanos, la Revolución de Octubre, fracasaría.
Los puritanos que llegaron en 1620 a las costas del Norte de nuestro continente, no muestran en los documentos de Filadelfia de 1774 y después en la Constitución de Virginia de 1776, a semana de la declaración de independencia, una misión evangelizadora sino de conquista y explotación, como puede testimoniarse al dar lectura al catálogo de agravios que contiene: …los salvajes indios despiadados, para quienes no acostumbran a otra conducta en la guerra que la destrucción indiscriminada de gente de toda edad, sexo y condición. Sobre lo cual comenta Bartolomé Clavero: Resulta, prejuicios de momento aparte, que la guerra no es sólo con los británicos que van a evacuar, sino también con gentes que ahí están y permanecerán, ya que habitaran desde antes el propio territorio, ya que hubieran sido traídos forzadamente para tenerlos bajo propiedad. No. Ellos no iniciaron el tráfico de esclavos. La captura y venta de esclavos la inició en 1520 Portugal, en el Congo y Etiopía. Dicen los historiadores franceses Bartolomé Bennassar, Jean Jacquard, Francois Lebrun, Michel Denis y Noel Blanyau, que los Portugueses si que llegaron con la bandera del cristianismo, pero que finalmente lo único que los movió fue el saqueo. El rey portugués fue el mayor capitalista. Es importante subrayar que estos investigadores sostienen que los españoles llevaron a cabo la colonización con los métodos de la época y en condiciones muy difíciles ( Historia Moderna. Editorial Akal. Madrid. 2021. Tiene más de mil páginas. No está en México, pero se puede pedir. Vale la pena por su rigor e imparcialidad).
El imperialismo norteamericano, como puede verse nació de la ganancia y vive para la ganancia. Quita y pone gobierno de acuerdo a sus conveniencia. Gane quien gane las elecciones en Estados Unidos, representará y trabajará para extender su dominación. Hoy ya no utiliza predominantemente ejércitos, aviones, cañones… Hoy le vasta una deuda que condena a los países bajo su férula a la pobreza y si faltara algo, mediante una relación de precios, que no fijan los países satélites, les extrae su riqueza. El problema es que en su descomposición y corrupción promueve una sustitución de elites gobernantes, que, para librarlo de posibles y reales amenazas de sus fronteras y sus plantas de producción, impulsa personas como Trump, que no se tienta el corazón para emplear la fuerza y la ilegalidad para poner al capitalismo, en su fase imperialista, a salvo de las contradicciones que él mismo engendra.
Los vándalos que gobiernan a México, con máscara de izquierdista, no se deben alarmar que haya ganado Trump, un hombre que igual que ellos, no sabe de negociación sino de fuerza y de imposición. ¿ Que haría México si decide un 50 por ciento de aranceles a las importaciones de nuestro país? ¿ Qué haría Médico si decide aumentar las tasas sobre nuestros créditos? ¿ Qué haría México si ordena que no se nos preste más? ¿ Qué haría México si nos quieren pagos anticipados de deuda ? ¿ Qué haría si influye para que las calificadoras nos bajen los puntajes? ¿ Qué haría México si nos pone en la frontera tres millones de connacionales? Con estos boquetes ¿ alguien en sus cinco sentidos puede tomarse en serio la retórica de Claudia de que somos soberanos ? Provoca la misma risa que Rocío Nahle, cuando dice que su patrón es el pueblo o una de dos se refiere la Zacatecana al concepto de pueblo, en el que sólos caben los aliados y amigos de Morena, incluidos los narcos, pero ni empresarios ni académicos ni críticos, menos opositores, o simplemente ya le puso otro apodo a Amlo.
En peor momento vuelve a la Casa Blanca, Trump, porque a muchos pueden engañar de que el pueblo les dio todo todito, el poder, pero Trump, sabe que Claudia y Rocío, llegaron poniendo a la morenista Guadalupe Taddei, al frente del INE, asaltando el TRIFE, y haciendo que los órganos electorales colonizados, les dieran una mayoría calificada, para simular no únicamente elecciones sino destruir la SCJN y los órganos autónomos, para perpetuarse y que nadie castigue su rapiña, que les quita autoridad para defender el Tratado de Libre Comercio y que la DEA, no venga por algún criminal o uno de sus protectores. Sin autoridad que nos pueda defender corremos el riesgo de ser avasallados por los norteamericanos. Trump no está loco, simplemente representa los sentimientos de una clase imperialista que quiere nuestros recursos, pero a los mexicanos. Lo insólito es que a ellos nadie les solicita que pidan perdón por arrebatarnos más de la mitad de nuestro territorio y que nos sigan expoliando. Es más se reclama a los que vinieron antes de configurarnos como nación, para quedar bien con nuestros verdugos de ayer y de hoy. A la liquidación de la República por parte de los morenistas, hoy , Trump, concentra en la frontera norte, toda su fuerza y su furia, para hacernos caer. Sepa. Doblará, como dijo, a Amlo. Pero no a los que estamos comportando en la lucha por una República y una patria libre .