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Los haters y la polarización en las redes sociales.

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22.09.2024.- En el ámbito de internet y las redes sociales, la existencia de los “haters” u odiadores en línea ha adquirido una dimensión y relevancia significativa, no sólo por su trascendencia o impacto sobre la vida de otras personas, sino también por la capacidad que adquieren sus discursos en la denominada polarización de la sociedad. En este artículo tratamos de comprender por qué existe este perfil en las redes sociales, a qué responde su comportamiento y cómo hacer frente desde una lógica no de confrontación directa sino de búsqueda de alianzas en el mundo digital para construir una sociedad más inclusiva y diversa.

Para empezar, es necesario comprender que los haters no responden a un perfil concreto. Puede ser cualquier persona que muestra su rechazo a determinados colectivos a través de comentarios ofensivos, ataques personales o incluso campañas de acoso virtual. A menudo, son personas que critican, insultan o difaman a otros en redes sociales y plataformas digitales. En estos espacios digitales, los haters han encontrado un entorno ideal para llevar a cabo su actividad de generación o propagación del discurso de odio hacia personas o grupos especialmente vulnerables y susceptibles de recibir discriminación, entre ellas las personas migrantes y refugiadas.

Por otro lado, su alta presencia en redes y su notable actividad guarda relación con la sensación de impunidad que otorga el hecho de poder propagar mensajes de odio en las redes sociales desde perfiles anónimos. No obstante, tener un perfil anónimo no significa que sea imposible identificar la autoría en caso de cometer un delito. De hecho, decir cualquier cosa en las redes sociales equivale prácticamente a gritarlo desde la ventana de nuestra casa, a cara descubierta.

En tercer lugar, es interesante intentar comprender las motivaciones que hay tras el comportamiento de un hater. Aunque pueden ser diversas y complejas, una de las razones más comunes es el miedo a los demás, que se desarrolla en base a la dinámica del pensamiento “nosotros/as versus ellos/as”, que se centra en las diferencias, en lo que nos aleja de aquellas personas que son diferentes. Esta es la base de la construcción de narrativas simplistas que actúan como combustible para homogeneizar y polarizar a la sociedad. En otros casos, los haters también pueden actuar por diversión en la búsqueda de las reacciones que puedan suscitar sus comentarios, por la necesidad de notoriedad o por la falta de conciencia sobre el efecto de su comportamiento online sobre la vida real.

Uno de los principales peligros de los discursos de odio propagados por las/os haters es la normalización de este tipo de mensajes. La aceptación hacia estos discursos y comportamientos no está exenta de riesgos, pues el discurso del odio se normaliza y puede llegar a considerarse como algo inevitable incluso por parte de las víctimas, lo cual puede tener una relación directa con el bajo índice de denuncia que presentan los casos de discriminación y los delitos de odio. La normalización de estos mensajes también es peligrosa en tanto en cuanto puede generar daños emocionales o psicológicos sobre las personas, estigmatizarlas, discriminarlas y desencadenar agresiones violentas hacia ellas.

Por todo ello, aunque lidiar con los haters pueda ser desafiante, es importante recordar algunas estrategias para manejar esta situación. Tomamos estas recomendaciones del manual “Save a hater. Ideas para actuar contra la polarización y el discurso de odio en las redes sociales”:

En conclusión, conocer quiénes son los haters es fundamental para entender el fenómeno de la polarización en las redes sociales y sus consecuencias. Reconocer sus motivaciones y aprender a manejar sus acciones de manera constructiva puede ayudar a mejorar nuestra experiencia digital y favorecer un ambiente de respeto y empatía, que en definitiva ayude a la convivencia en unas sociedades cada vez más diversas.

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