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Ofrece Pepe acabar con el acarreo y tratar a los trabajadores con respeto y dignidad .

*Prosa aprisa

/ Arturo Reyes Isidoro/ 

 Ante los abusos que el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez está cometiendo con la burocracia estatal, cayó ayer con bálsamo entre los trabajadores del gobierno del estado el anuncio de Pepe Yunes de que los tratará con respeto y dignidad cuando llegue al gobierno. Dijo que será su aliado, no su verdugo y que “la intimidación se va a acabar”.

 Y es que el gobierno y su partido se ven impotentes y no saben cómo reunir gente para los mítines de sus candidatos, por lo que siguen obligando a la burocracia a asistir, como lo están haciendo para el cierre de campaña de Claudia Sheinbaum el sábado en Xalapa, con la advertencia de que pasarán lista de asistencia y si alguien no está, le darán de baja en su trabajo, amenaza a la que ni siquiera se atrevió el PRI cuando fue gobierno.

 

Ayer se hizo público que luego de 7 años, Jesús Zárate Hernández fue despedido de su trabajo en la dirección de Política Regional en Veracruz-Boca del Río, sin haber cometido jamás una sola falta, pero acusado de no apoyar a los candidatos de Morena, aunque no fue el único caso.

 

En Papantla, luego de 23 años como maestro del idioma Tutunakú, fue despedido Oliverio Báez García, quien además es candidato a diputado local por Movimiento Ciudadano. Laboraba en el Centro de las Artes Indígenas. El acto de represalia causó indignación entre sus compañeros, “guardianas de la cultura y de la cosmogonía Tutunakú”.

Incluso les pegan a quienes les ayudan, como en el caso de Óscar Aníbal Castro Solano, quien era uno de los apoderados legales de la SEV y denunció ante el INE al candidato de Movimiento Ciudadano a diputado federal por Córdoba, Félix Emilio Sacre Luna, por presuntos actos anticipados de campaña.

No obstante, también fue despedido de su trabajo, dejándolo embarcado con el problema, por instrucciones de Azucena López Hernández, operadora de Zenyazen Escobar García. O sea, piden lealdad, pero no reconocen a quienes se la dan.

 

El morenismo, no aprendió en cabeza ajena

 

Definitivamente, nadie aprende o escarmienta en cabeza ajena.

 

En su desesperado intento de retener el poder por segundo periodo consecutivo, los morenistas cayeron en los mismos excesos que tanto criticaron al PRI.

 

Cuando vemos, sabemos, leemos y escuchamos de las malas prácticas con las que se están conduciendo en el proceso electoral, pareciera que el viejo PRI nunca se fue.

 

Llegaron y probaron el poder, disfrutaron de sus mieles, les gustó el dinero obtenido fácilmente y el poder que da el poder, y pronto se olvidaron de las causas de reivindicación social que los motivaban y movilizaban.

 

Decían que no eran iguales y se vendieron como la esperanza de México. Según ellos, iban a convertir el país en un paraíso terrenal en el que la pureza iba a ser el distintivo.

 

Pero llegaron al poder por un mero golpe de suerte, no porque hubieran surgido como políticos profesionales, sino porque los arrastró al ascenso un líder entonces carismático llamado Andrés Manuel López Obrador.

 

Lo más que sabían hacer era andar repartiendo propaganda, un periodiquito, y muchos, los verdaderos morenistas, ni siquiera fueron alguna vez jefe de manzana en su barrio o colonia.

 

Arribaron, pues, rústicos al poder, se engolosinaron con él, se embriagaron con él cuando lo tuvieron y nunca evolucionaron a políticos profesionales, con oficio ni experiencia, ni a servidores públicos capacitados y competentes.

 

Los mexicanos echaron del poder al PRI en 2000 y en 2018 hartos de sus mismos vicios, de sus viejas prácticas, de sus actos de corrupción, de todo eso que en menos de seis años aprendieron muy bien los morenistas y neomorenistas y continuaron con su práctica.

 

El electorado los rechaza porque cayeron en lo mismo que el PRI

 

A punto de que se les venza el primer periodo constitucional, de pronto pareciera que se les bajó la borrachera de poder y se están dando cuenta que los mexicanos los rechazan porque cayeron en lo mismo.

 

Pero en lugar de intentar –y dar muestras de que lo intentan– cambiar, corregir, aunque tardíamente, el rumbo, chapalean cada vez más en el lodazal que dejó el PRI y se hunden, sin remedio.

 

En Veracruz están a punto de perder la elección y el poder, los envuelve un escándalo de corrupción como nunca antes en la historia estatal y castigan y desdeñan al electorado.

 

A solo unos cuantos días de las elecciones, por fin echaron mano del único recurso que les quedaba y que tenían previsto usar desde el principio para intentar ganar: vender su marca, no sus productos.

 

Si es que todavía tenían duda de hacerlo, un hecho, para ellos inesperado, los convenció de no demorarse más: la mejor carta que tenían, su candidata a la gubernatura, se derrumbó y los tiene con la elección perdida, señalada de actos de corrupción, con pruebas, y que no desmiente o ni siquiera aclara.

 

A unos cuantos días de las elecciones, que ya se pueden contar con los dedos de las manos, ya no pueden cambiar de candidata ni tienen alguna estrategia emergente, de ahí que han decidido apostarle todo a la marca Morena y tratan y quieren convencer al electorado de que vote en “paquete” por el partido sin ver quiénes son sus candidatos.

 

A eso obedece lo que a muchos sorprendió, que de pronto, sobre todo a inicios de semana, empezaron a quitar toda la propaganda que decía Rocío Nahle y la están sustituyendo por otra con la leyenda “vota todo morena” con el lema “honestidad, esperanza y amor al pueblo” (mmjú), y otro que dice: “2 de junio vota 5 de 5 por Morena”.

 

Están dejando la de algunos candidatos que promueven también a Claudia Sheinbaum, pero nada que huela a Rocío Nahle. Los tiene hundidos, y en la misma cúpula nacional tomaron la decisión de mantenerse lo más alejados posible de ella y tratar de salvar a Sheinbaum. Ese es el objetivo prioritario en este momento para ellos en Veracruz.

 

Tan se desentienden ya de Rocío que de la cúpula nacional de Morena enviaron a un alto dirigente a hablar con uno de los empresarios más fuertes de Xalapa, de Veracruz y de México, para tratar de convencerlo de que obligara a los miles de empleados de sus súper mercados a ir a votar por Morena, a lo que, por supuesto, se negó. Pero algo que le llamó la atención fue que le pedían votar solo por Sheinbaum, no por Nahle.

 

Por eso la reunión nocturna del martes pasado en la Casa Veracruz, que encabezó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, a la que asistió toda la estructura de su gobierno, para organizar el súper acarreo que harán el sábado, proveniente de todo el estado, para llenar el mitin de cierre de campaña de la candidata presidencial en el centro histórico de Xalapa. O sea, lo mismo que el viejo PRI.

 

Mientras, en Coatzacoalcos le ponen todos los obstáculos posibles a Xóchitl Gálvez, quien decidió cerrar el domingo su campaña en Veracruz, en esa ciudad, antes bastión de Rocío Nahle. A Xóchitl le negaron el permiso para utilizar un espacio público, que en cambio facilitan a los candidatos de Morena. Presumen 25 y 30 puntos de ventaja, pero temen al triunfo de la opositora.

 

Y Nahle dejó plantados a empresarios de Xalapa

 

Por su parte, por tercera ocasión Rocío Nahle dejó plantados a los empresarios agrupados en el Consejo Empresarial Metropolitano de Xalapa, quienes la invitaron para escuchar sus propuestas, conocerla y sostener un diálogo con ella, como lo hicieron con Pepe Yunes y Polo Deschamps, los que en cambio sí asistieron.

 

Se llevaron un chasco cuando en su lugar llegó el senador Ernesto Pérez Astorga, ampliamente conocido por ellos, quien se dedicó a contarles la historia de su vida y leyó algunas de las propuestas de Nahle. Para colmo, llegó también Ana Mirian Ferráez, a quien no entendieron lo que les quiso decir salvo que les presumió que siempre ha estado al lado de los empresarios, lo que los sorprendió, y luego de pronto se retiró. A continuación, Dorheny García Cayetano les dijo que gracias a su medio hermano Cuitláhuac García Jiménez Veracruz es el paraíso terrenal. Asistieron también el candidato Antonio Ballesteros y Claudia Tello, candidata al Senado. Cuando la reunión terminó, los empresarios salieron plenamente convencidos de que van a ir a votar contra Morena.

 

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