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Reforma judicial feminista: claves para replantear el modelo de justicia.

* Escrito por Luz Cecilia Andrade .

29.07.2024 /Cimac Noticias.com/

Ciudad de México.- En México, según datos de la organización Impunidad Cero, hay una probabilidad  0.9 por ciento de que un delito se resuelva , una probabilidad nula, casi inexistente, lo que deja delitos como feminicidio y desaparición de mujeres en la impunidad y ante la inminente Reforma Judicial, EQUIS Justicia para las mujeres identificó una serie de puntos ciegos en el Poder Judicial para ponerlos sobre la mesa.

En su informe Reforma Judicial Feminista: Desmantelar las fábricas de injusticias, proponen una nueva forma de conceptualizar la justicia, reestructurar el sistema y transformar las instituciones judiciales; se trata de un modelo de justicia abierta feminista para garantizar el acceso a a ella para todas.

El informe señala que la mayoría de las mujeres que ha experimentado violencia a lo largo de su vida no piden ayuda por desconfianza en las instituciones, por no saber cómo ni dónde solicitar apoyo y por el miedo a la revictimización que arrastran los procesos de denuncia pese a que 7 de cada 10 mujeres han experimentado alguna vez en su vida situaciones de violencia, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) de 2021.

Cuando las mujeres llegan a pedir ayuda, acuden al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), a la Defensoría Pública, a la policía o las autoridades municipales o comunitarias, pero muchas no tienen en su marco de referencia al Poder Judicial entre las instituciones a las cuales recurrir en estos casos.

Si las mujeres logran superar los obstáculos materiales para acceder a los tribunales, se enfrentan a un sistema judicial que valida, justifica y reproduce la discriminación y violencia que ellas viven.

Fuente: CimacFoto

Después de revisar 100 sentencias, se descubrió que:

Además, para analizar los casos no se usa la normativa de derechos humanos especializada en violencias de género, sino que se limitan a referir sus códigos, lo que implica que no se recaban pruebas con perspectiva de género, no se reparan de manera integral los daños y no se dictan medidas para dar seguimiento al cumplimiento real de las sentencias.

“Debe tomar terapia para adecuarse al rol de madre tradicional mexicana”, “Ella es culpable de la violación cometida por su pareja” y “No se puede ser madre y trabajar al mismo tiempo”, son algunas frases obtenidas de resoluciones judiciales de Ciudad de México, Oaxaca y Yucatán por EQUIS que ejemplifican la misoginia judicial actual.

Para combatir esta red de injusticias en la impartición de la misma,  EQUIS propone un plan de justicia feminista para todas y todos.

Justicia abierta Feminista para las mujeres

De acuerdo con el infome de EQUIS, se denomina justicia Abierta Feminista a: “un nuevo modelo de gobernanza, un nuevo camino para transformar el ecosistema de instituciones de justicia, incorporando la perspectiva de igualdad y no discriminación, para no dejar a nadie atrás o fuera del acceso a las justiciaS.

Este modelo busca incluir a aquellas personas cuyos cuerpos y culturas son racializados, empobrecidos, migrados y excluidos de los espacios de participación, invisibilizando su cotidianidad muchas veces atravesada por injusticias e imposibilidades de acceder a una garantía judicial.

A continuación, algunas de las ideas clave para discutir propuestas de reformas constitucionales, leyes orgánicas y políticas judiciales que garanticen el acceso a la justicia en condiciones de igualdad desde EQUIS:

La apuesta es la participación, la colaboración y la cooperación entre la ciudadanía y los poderes judiciales. Esto se puede materializar, por ejemplo, con la creación de consejos consultivos diversos con la sociedad civil y personas de movimientos por la exigencia de derechos, que tengan voz y voto y que formen parte de los organigramas judiciales.

Foto: CimacFoto

Urge simplificar y agilizar los procesos de justicia para que sean comprensibles y accesibles para todas las mujeres; que garanticen justicia de calidad que pongan los derechos de las mujeres, hombres, niñas, adolescentes y personas adultas mayores en el centro de su actuar. En este sentido, se propone que el lenguaje jurídico sea sencillo y claro para todas y todos.

Se proponen poderes judiciales que difundan derechos y promuevan sus servicios y funciones. Es importante combatir la desinformación y mitos en torno a su labor informando desde sus propios canales de información para tener mayor transparencia y rendición de cuentas.

Los poderes judiciales por lo regular no tienen presencia fuera de las ciudades, por lo que las mujeres tienen que trasladarse para acceder a los servicios de justicia. Para evitar que esto siga pasando, es crucial que los poderes judiciales asuman la obligación de llevar la justicia directamente a las comunidades y las mujeres que las habitan y sus geografías.

Además de las personas juzgadoras que forman parte de los poderes judiciales, también existen jueces cívicos, municipales, de paz, indígenas, entre otros. Es importante considerarlos y fortalecer sus facultades y dotarlos de los recursos necesarios para mejorar la resolución de conflictos entre las personas que acuden a ellas y a ellos.

EQUIS justicia indica que es importante garantizar que quienes están a cargo de impartir justicia sí tengan el perfil adecuado para hacerlo. Por ello, los procesos de selección deben incluir convocatorias públicas, abiertas, con participación ciudadana y representatividad social que pongan atención en las resoluciones que los jueces han dictado con anterioridad.

Foto: CimacNoticias

Para garantizar una operación adecuada, los poderes judiciales deben contar con presupuestos suficientes que otorgue bajo criterios delimitados que atiendan las características que cada uno tiene y que aumenten de acuerdo con las necesidades y demandas que se presenten.

En este rubro, EQUIS indica que se necesita información estadística sobre las personas que usan los servicios de los poderes judiciales y también de quienes trabajan en ellos. De esta forma, será sencillo saber quienes están llegando (o no) a las instituciones de justicia, qué tipo de respuestas reciben, cómo son juzgadas y si quieren juzgan representan la diversidad de la sociedad y la entienden en la búsqueda de justicia.

Por último, la falta de acceso a la justicia para las mujeres es particularmente grave, sobre todo porque México es un país donde 7 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia. De ahí la necesidad de que todas las personas juzgadoras actúen para proteger nuestras vidas, sin importar si estamos ante una jueza o un juez laboral, familiar, penal, y sin condicionar la atención a una denuncia o una demanda.

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