10 puntos para el parlamento abierto sobre aborto en Puebla

Estos son los 10 puntos más importantes sobre el parlamento abierto sobre la discusión del aborto en Puebla que se llevarán de tarea las Comisiones.

LIZ MEJORADA | @LizethMejorada
BRAHIM ZAMORA | @elinterno16

El pasado 5 de abril dio inicio el “Parlamento Abierto” en el Congreso de Puebla, derivado de la serie de acuerdos generados por la toma de la sede legislativa a manos de grupos feministas el pasado noviembre.

Hasta ahora llevamos una semana de argumentaciones y contraargumentaciones a favor y en contra de la despenalización del aborto en Puebla.

Entre los claroscuros que hemos podido ver hasta ahora, está la ausencia de la presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Nora Merino Escamilla, durante las sesiones, incluso en el inicio de los trabajos para enviar un mensaje su silencio fue notorio, elocuente; a su desinterés habría que sumar el de varias diputadas y diputados.

Es por ello que no debemos olvidar quién es la audiencia primaria de este ejercicio: el pleno del Congreso, las 41 legisladoras y legisladores que tendrán que votar la iniciativa después de escuchar las participaciones de personas expertas en el tema y también de activistas antiderechos de las mujeres.

En ese sentido, enumeramos los diez puntos más importantes para abordar la discusión que se llevarán de tarea a las Comisiones y al pleno, una vez terminado el Parlamento Abierto.

Primero es importante señalar que el artículo 130 de la Constitución garantiza la laicidad de las leyes. Si bien vivimos en una sociedad plural en donde las culturas y contextos influyen en nuestro pensamiento es importante mencionar que en el quehacer de las leyes no debe de caber fundamentalismos basados en malas lecturas religiosas. No es válido un “yo creo o yo pienso”, debemos de debatir la legalidad con argumentos claros y libres de prejuicios: el marco ético son justo los valores que representan los derechos humanos.

Es fundamental entender que nuestro país ha suscrito y ratificado diversos convenios internacionales que lo obligan a garantizar una vida libre de violencia de género, como en la “Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer” (1979), o La Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing 1995) donde se emoezó a plantear que los Derechos Reproductivos y Sexuales son derechos humanos y deben ser garantizados exhaustivamente en el marco normativo local y nacional.

La discusión no es sobre una idea vaga: aborto sí o no. La realidad del debate es si las mujeres que han decidido por diversas circunstancias personales y subjetivas, abortar, lo hacen bajo el amparo de la ley y de las instituciones públicas de salud o en la clandestinidad, poniendo en riesgo su vida, su salud, su integridad, su seguridad.

Asimismo, el segundo origen de las mujeres foráneas que abortan en la Ciudad de México, es Puebla.

La realidad es que aunque el aborto es punible, sigue ocurriendo y seguirá ocurriendo, a pesar de la criminalización. ¿No debería la ley responder a la realidad y no a la moral individual?

Mantener en la prohibición el acceso público, gratuito y seguro a los servicios de abortos para quien los necesite somete a la clandestinidad y por tanto, a muchos más riesgos a las mujeres. Si bien reconocemos que no todos los abortos clandestinos son inseguros, sí es importante reconocer el panorama completo y apostarle a la legalidad.

Regular el acceso con protocolos claros y suficientes para la demanda, fortalece el tejido social, la cercanía de las mujeres con las instituciones y la capacitación abierta y libre de prejuicios del personal de salud, para completar los esquemas de salud reproductiva. Lo anterior genera certezas.

Curiosamente los grupos que se oponen al aborto en otros espacios se han opuesto a la Educación Integral en Sexualidad, aunque en el discurso la usen como argumento. No es una u otra cosa: son ambas, pues son parte de la garantía de libertad reproductiva que plantea el artículo 4to. Constitucional.

La Educación Integral en Sexualidad permite que se hable abiertamente de aborto en el aula y en los programas de estudio, garantizando el derecho a la información para la toma de decisiones.

Una persona que legisla nunca debe anteponer sus principios religiosos o morales ante los valores democráticos que nos rigen como país, pues el cargo se trata de atender no a la construcción de una moral pública basada en la mirada subjetiva y personal de quien hace las leyes, sino en el bien común, en las necesidades de las poblaciones directamente afectadas o beneficiadas de las reformas. La democracia no es la escandalosa mayoría, es la incorporación y representación de todas las necesidades cubiertas a través del principio de igualdad y progresividad de los derechos. Tampoco se basa en opiniones personales, sino en las demandas sociales.

7. La opinión positiva en torno a aborto

Uno de los argumentos que más enfatizan los grupos antiderechos es polarizar la opinión pública para limitar el debate a una falsa dicotomía de a favor y en contra. Es un mito que la mayoría de los poblanos esté en contra, Odesyr en 2015 realizó un estudio de opinión pública en donde se demostró que cuando contextualizamos las preguntas sobre la interrupción del embarazo y se le cuestiona a las personas la penalización contra las mujeres, las y los poblanos manifiestan estar a favor en un 60%.

Aunque usted no lo crea, en Puebla es legal abortar por cuatro causales: violación sexual, por poner en riesgo la vida de la madre, por malformaciones eugénesicas graves del producto y por descuido grave del embarazo. Sin embargo a lo largo del Parlamento Abierto del Congreso, varios ponentes antiderechos señalan que las niñas deben de ser madres aunque sea producto de una violación. Este tipo de argumentos además de ser ilegales y un atropello a los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes, muestran una clara ignorancia a la legislación actual que nos rige.

Estamos en una legislatura que tiene mayoría MORENA, es decir un Congreso con mayoría izquierda. Sorprendentemente, quienes han defendido más la agenda de la despenalización hasta la semana 12, han sido una diputada del PRI y sólo una diputada de MORENA. El Congreso ha votado diversas reformas sin discusión, demostrando que cuando el tema les interesa pueden ejecutar una alineación total para la votación.

Desde las organizaciones civiles que acompañamos no solo temas de género sino otros, creemos que el Congreso ha fallado en muchos temas pero que puede expiarse un poco con el de despenalizar aborto. Tienen una oportunidad histórica de hacer las cosas bien y tienen un compromiso con la agenda progresista que afirmaron defender, es su oportunidad, demandamos la despenalización del aborto en Puebla.

La discusión sobre el aborto no debe limitarse solo a este hecho, sino a la integralidad de los derechos reproductivos de las mujeres y a garantizar la Eduación Integral en Sexualidad, los servicios adecuados de salud reproductiva para adolescentes y mujeres, la eliminación de la violencia obstétrica, la capacitación constante de las personas servidoras públicas de las áreas de salud, justicia, seguridad y género, así como la accesibilidad de estos derechos dados los contextos de las mujeres en cuanto a origen étnico, condición socioeconómica, diversidad funcional, edad e identidad y orientación sexual.
Fuente Manatí.mx