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/ Sabina Berman/
Es una cosa simple y grande que ahora sabemos logró la 4T entre el año 2018 y el 2024.
Bélgica tiene 12 millones de habitantes.
Grecia 10.
Portugal 11.
De ese tamaño es la hazaña.
Un país sumergido en la pobreza emergió para engranarse con el resto de México: millones que se iban diario a dormir con hambre, se van hoy a dormir sin hambre.
El método fue ese simple y grande que López Obrador anunció en su campaña del 2018.
Primero los pobres, por el Bien de Todos.
Y que traducido a política pública tuvo 3 pasos.
Cobrar a los grandes contribuyentes los impuestos que antes no pagaban; distribuir ese dinero entre las otras capas de la población; y subir el salario mínimo 130%
—Eso es imposible y AMLO está loco —sentenció un excandidato a la presidencia en Televisa ahí por el año 2018.
Y los comentócratas de la tertulia televisiva soltaron la carcajada.
Eso mientras López Obrador desde su campaña ni parpadeó. Sabía que las cosas grandes se solucionan con medidas grandes y simples.
Tan simple: se equivocaron los neoliberales: tan grande.
Y los que quieran seguir participando en la cosa política —o analizándola—tendrán que poner a un lado sus libros de Hayek y de Friedman.
El Premio Nobel Joseph Stiglitz, en su último libro, Camino a la libertad (La economía y la buena sociedad), señala dos errores esenciales de la Teoría Neoliberal.
La primera se refiere a su supuesto de que el corazón humano es en esencia egoísta y codicioso.
Una afirmación que parece provenir más bien de la auto-introspección de Hayek y Friedman, agrega con malicia Stiglitz.
El segundo error es que no funciona.
Los países que la adoptaron como política económica desde hace 40 años no han logrado una bonanza general de sus poblaciones, solo una acumulación de la riqueza jamás antes vista en su élite económica.
Eso mientras China, con un modelo distinto, ha logrado una bonanza superior (los últimos 40 años ha crecido su PIB en un promedio de 10%), mientras ha sacado de la pobreza a 800 millones de personas (el 60% de su población).
Claro, los neoliberales mexicanos no renunciarán a sus dogmas tan fácil. Todavía les queda un recurso discursivo, y ya lo están desarrollando en los foros de la televisión: vaticinan que el dinero para seguir pagando las ayudas sociales se agotará.
—La economía tiene que crecer dramáticamente para que continúen las ayudas sociales —han dicho en los últimos días en cien distintas versiones.
Es falso.
La secretaria de Economía del sexenio anterior, Raquel Buenrostro, antes directora del SAT, ha explicado que la mitad de los grandes contribuyentes todavía no pagan impuestos, y paulatinamente van a empezar a pagarlos.
Amén que podría ser que la 4T se decida por fin a cumplir con su otra gran promesa: la de acabar con la corrupción de su burocracia.
—Miren, pañuelito blanco, ya no hay corrupción —dijo el presidente López Obrador hace años mostrando un pañuelo blanco, un poco o un mucho prematuramente.
¿Cuánto de presupuesto se pierde cada año en la corrupción?
Recurriendo de nuevo a las cifras de Raquel Buenrostro:
—Por lo menos un 20%
Es decir, una friolera.
Así que habrá dinero para seguir haciendo emerger a más millones de la pobreza.
Y por fin: otra cosa simple y grande se quiebra con el anuncio del éxito del método 4T contra la pobreza.
La idea de que no podemos progresar.
Ahí está el número que refuta ese pesimismo: 13.5 millones menos de pobres.