*Escrito por Wendy Rayón Garay.
27.12.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- El pasado 23 de diciembre, durante la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se anunció que el 2025 será dedicado a las mujeres indígenas. Sin embargo, a pesar de su inclusión en el discurso político, la realidad es que actualmente ellas siguen siendo discriminadas y sujetas a distintos tipos de violencia patriarcal.
Con motivo de la celebración de los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que el próximo año, el gobierno realizará actividades y festejos en relación a las culturas originarias. En adherencia, comentó que esta es una forma de rescatar a las mujeres indígenas que jugaron un papel importante en la Conquista y que hoy en día son discriminadas a causa del clasismo y el racismo.
Diego Prieto, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mencionó que la selección de cuatro mujeres indígenas se hizo en conjunto con la Dirección de Coordinación. De esta manera, Tecuichpo de la cultura mexica; Reina Roja de los mayas; Señora seis mono de los mixtecas; y Flor de la tierrita de los toltecas aparecerán en el emblema de gobierno en 2025.
Aunado a esto, expresó que en septiembre de 2024 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se reformó el artículo 2° de la Constitución Mexicana, en el que se reconocieron a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público que les da la capacidad de tener propias formas de gobierno, así como preservar sus lenguas. Esto como una acción más a defender sus derechos.
Discriminación contra las mujeres indígenas
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, se estima que de los 7 millones 364 mil 645 personas indígenas en México, el 51.4% son mujeres. Además, la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2022 apunta el siguiente panorama de discriminación contra este sector de la sociedad, siendo las cifras de las mujeres más elevadas que la de los hombres indígenas:
- El 40.8% de ellas opinó que sus derechos humanos no se respetan.
- Entre los principales motivos de discriminación a las mujeres indígenas, se encuentran: forma de vestir (35.2%), peso o estatura (33.2%), por ser mujer (29.4%), por ser indígena o afrodescendiente (28.9%), creencias religiosas (28.3%), manera de hablar (27.4%), clase social (22.6%), edad (21.5%), lugar donde viven (21.4%), opiniones políticas (21.1%), tono de piel (17.1%), por ser huérfana o adoptada (16.8), tener alguna enfermedad (9.5%), tener alguna discapacidad (9.5%) y por su orientación sexual (6.2%).
- Las problemáticas a las que se enfrentan son falta de empleos (17.8%), obtención de recursos económicos (17.7%), atención médica (12.8%), discriminación por su apariencia (13.4%), educación (10.2%), discriminación por hablar una lengua indigena (8.8%) y falta de respeto a sus tradiciones y costumbres (6.4%).
- En cuanto a la búsqueda de información, el 44.4% de mujeres indígenas reportó que no le explicaron o se la negaron, 20.1% que las oficinas quedan lejos, 17% que solo se encuentra en internet al cual no tiene acceso, 15.1% se le dificulta usar una computadora, 12.6% desconoce dónde buscar información y el 8.8% no entiende lo que dice porque esta en español.
- La Enadis 2022 estimó que al 26.9% de la población indigena se les negó sus derechos en los últimos cinco años. En el caso de las mujeres, el 54.4% no recibió apoyos sociales, 46% atención médica, 24.7% atención o servicios en oficinas de gobierno, 7.2% no se le permitió ingresar a un banco, negocio o centro comercial, 10.5% no se le permitió seguir estudiando, 15.2% a un trabajo y ascenso y al 10.3% a un crédito de vivienda, préstamo o tarjeta. Asimismo, la Enadis 2022 calculó que al 92.7% de las mujeres indígenas a la que se le negaron sus derechos, no denunció ante las autoridades porque pensaron que no les harían caso o era pérdida de tiempo.
- Finalmente, entre las situaciones y ocurrencia de discriminación hacia ellas, estuvieron miradas incomodas (15.8%), insultos y burlas (14.8), interrogación o detención sin motivo (1.2%), amenazas o empujones (5.8%), daño físico o vandalismo sus propiedad (2%), agresión intencionada (4.4%), rechazo o exclusión (3.5%) y obligación de salir de la comunidad (0.8%).
Conforme lo establecido por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), las mujeres de las comunidades originarias afrontan una situación de discriminación estructural. Históricamente han sido relegadas en ámbitos como la salud, educación, justicia o el empleo, esto debido a los estereotipos que se asocian a ellas con la pobreza, falta de disposición y capacidad para trabajar. En consecuencia, se han reforzado la exclusión en lo público y lo privado, y ahora enfrentan obstáculos en el goce de sus derechos humanos.
Violencias ejercidas en las mujeres indígenas
Por otro lado, el factor de género también influye en la discriminación y violencia que sufren. Siguiendo el estudio ‘Violencias de Género en contra de mujeres indígenas en México en contextos públicos, privados e institucionales’, son principalmente las niñas y mujeres indígenas quienes afrontan las desigualdades socialmente y estas formas de opresión no deben entenderse como una sumatoria, sino como la intersección de dos identidades: mujer e indigena.
En adherencia, se reproducen violencias invisibles como la estructural donde hay una desigualdad entre grupos sociales e individuos para satisfacer las necesidades humanas básicas; la violencia simbólica que es invisible incluso para las víctimas y que se reproduce a través de jerarquías y dominación internalizadas; y la violencia normalizada en prácticas institucionales, discursos, valores, culturas, ideologías e interacciones de la vida cotidiana.
Por ello, las violencias contras las mujeres indígenas ocurren en cuatro contextos: el hogar o privado; los homicidios y feminicidios en regiones indígenas en el ámbito público; en el ejercicio de sus derechos políticos; y en la omisión o invisibilización institucional.
Debido a las dinámicas culturales, estructurales y económicas, son ellas quienes enfrentan violencia en relaciones de pareja y en el entorno familiar que perpetúan su subordinación. El estudio encontró que las mujeres indígenas experimentan mayores niveles de violencia física y sexual en comparación con el resto influenciado por la falta de recursos económicos para su autonomía. Mientras que, en el ámbito familiar, las dinámicas patriarcales refuerzan el control sobre ellas, particularmente figuras como la suegra quienes supervisan su conducta pública y privada, así como la salud sexual y reproductiva.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021) reveló que al menos el 67.7% de las mujeres indígenas sufrió violencia de género a lo largo de su vida. Por ejemplo, el 50.4% sufrió violencia psicológica, el 36.7%violencia física, el 41.8% violencia sexual y 28.4% violencia económica o patrimonial. Asimismo, se detectaron las siguientes estadísticas de violencia:
- El 42.7% de las mujeres indígenas vivieron situaciones de violencia por parte de su actual o última pareja. El tipo más frecuente fue la psicológica (37.5%), le siguió la violencia económica o patrimonial (21.5%), física (20.2%) y sexual (8.1%).
- Otros tipos de violencia encontradas en mujeres indígenas fueron 25.6% violencia escolar, 16% violencia laboral, y 10.3% fue víctima de violencia por parte de algún integrante de su familia.
Asimismo, ellas se enfrentan a conflictos armados en el que son blancos de autoridades o personas del crimen organizado que quieren controlar un territorio o recursos, por lo que sus derechos humanos quedan vulnerados. Numerosos han sido los actos contra ellas como la violencia sexual, esclavitud, asesinatos y desapariciones.
Por otro lado, los proyectos de desarrollo e inversión también son responsables de la vulneración de sus derechos. La mercantilización de la tierra ocasiona que las mujeres indígenas, así como sus comunidades tengan que enfrentar desplazamientos forzados, migración, contaminación del medio ambiente, y afectaciones a la salud.
Otro tipo de violencia de la que son víctimas es la obstétrica, en la cual, las mujeres indígenas embarazadas son señaladas con burlas, ironías, regaños, insultos, amenazas, humillaciones, manipulación de la información o negación de tratamientos por el estereotipo sobre sus carencias para cuidar de sus hijas e hijos. A esto se suma, la aplicación de anticonceptivos y esterilizaciones sin su consentimiento.
Finalmente, la investigación señala que la falta de visibilidad y estudios sobre las violencias de género que se ejercen en ellas también representan en sí mismo una violencia hacia las mujeres indígenas. Por lo que, pese a los esfuerzos de nombrar a este sector de la sociedad en el discurso, es necesario aplicar políticas públicas para eliminar toda forma de discriminación y violencia contra ellas.