**Sin tacto.
/ Por Sergio González Levet /
Mal picó Joel Arcos Roldán cuando quiso lanzar sus dardos venenosos en contra de la figura priista de Pepe Yunes Zorrilla. Y es que no tomó en cuenta factores que cualquier político en ciernes podría conocer.
Se nota que se dejó llevar por la emoción y por la imaginación. Pero pinchó en hueso, como los toreros con mala suerte en la espada… y en la espalda.
Hagámosle un repaso al peroteño, para futuras ocasiones (si es que las llega a tener), sobre los errores mortales que cometió al tratar de criticar al actual diputado federal, el único que ganó para el PRI por elección libre en Veracruz:
- Desagradecido. Joel debe parte crucial de su carrera en el sector público a la poderosa familia Yunes de Perote, que lo arropó junto con su fallecido hermano, y de la que obtuvo recomendaciones, relaciones y apoyo. Don José Yunes Suárez cubrió a los Arcos Roldán con el manto de su influencia benéfica. Ese ataque contra Pepe hijo es como morder la mano que lo alimentó durante tanto tiempo.
- Indecente. Para muchos dentro del priismo y fuera de él, Pepe Yunes representa la decencia en el uso cotidiano de la política. Por educación familiar y por su desempeño público, Pepe es considerado un caballero, propietario de las mejores formas de la urbanidad. Atacarlo de cualquier manera, entonces, resulta un error indecente.
3, Corrupto. La familia de Pepe Yunes Zorrilla siempre ha sido acomodada. Por tal razón -y él hace valer esta característica- cualquiera de sus vástagos se puede dar el lujo de ser honesto. A Pepe no se le puede acusar de ningún mal manejo financiero, y quien lo quisiera hacer caería en la propia sospecha de corrupción.
- Inmemorioso. Yunes Zorrilla ha sido prácticamente de todo dentro del PRI: alcalde, diputado local y federal, senador, Presidente del Comité Directivo Estatal, Consejero nacional. Muy pocos tienen una hoja de servicios tan extensa e inigualable. Quien quisiera criticarlo dentro del partido debería tener un currículum al menos tan honorable y distinguido como el suyo. No es exagerado para cualquier priista decir que Joel Roldán no lo tiene, ni mucho menos.
- Erróneo. Mal midió el otrora protegido de don Pepe Yunes que atacar al hijo de su valedor era un acto suicida para su currículum político. Y más porque debido a su historia dentro del partido, Pepe hijo es prácticamente intocable para los priistas. Durante años soportó estoicamente la incomprensión de Fidel Herrera y de Javier Duarte, fue sacrificado, vapuleado, y sin embargo siempre se mantuvo fiel a sus siglas. Y cuando estuvo en el pandero, actuó como un gran hombre, pues llenó de dones y obras al estado. Es mucho lo que le reconocen los priistas, así que hacer una crítica en contra de él es un error garrafal.
Difícilmente alguien le agradecerá a Joel Arcos sus ataques en contra de Pepe Yunes, y más bien se ha ganado el desprecio generalizado dentro del partido en el que ahorita es militante, algo en lo que ya tenía trecho avanzado.
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