30 años de la Plataforma de Acción de Beijing: avances y obstáculos.

Escrito por Wendy Rayón Garay.

17.02.2025/CimacNoticias.com/Ciudad de México.- A 3 décadas desde la creación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la hoja de ruta y marco de políticas internacionales más progresista para avanzar hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, te explicaremos los avances y obstáculos que han enmarcado este reto.

Este documento histórico fue adoptado de los resultados de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que fue celebrado en Beijing, China, entre el 4 al 15 de septiembre de 1995. Se trata de un plan visionario para promover los derechos de las mujeres y alcanzar la igualdad de género a escala global.

Para asegurarse del cumplimiento de lo establecido en la Declaración, se creó la Plataforma de Acción de Beijing que llama a los gobiernos, comunidad internacional y organizaciones no gubernamentales participantes a contribuir a los mecanismos, acciones y medidas que permitan lograr los objetivos de la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), así como los avances de los derechos de las mujeres.

Desde entonces, representantes de 189 gobiernos acordaron un compromiso sin precedentes para involucrarse en el desarrollo de los derechos humanos de las mujeres como la modificación de sus políticas nacionales, política exterior, así como inversiones en leyes, políticas y programas dirigidos a la igualdad de género.

Recordemos que, la igualdad de género es el principio que establece que todas las personas, independientemente de su género, tienen derecho a acceder a los mismos derechos, responsabilidades y oportunidades en todos los ámbitos de la sociedad. Sin embargo, debido a que vivimos bajo una estructura patriarcal ningún país ha podido alcanzar este objetivo.

También es un pilar fundamental del cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que aborda temáticas como la pobreza, educación y acción climática que inevitablemente se ligan con los derechos de las niñas y mujeres, por lo que, sin ellos será imposible erradicar los desafíos que nos atraviesan.  Según ONU Mujeres, al menos 14 de los ODS dependen de la erradicación de la violencia de género

Con los cambios políticos, económicos, sociales, económicos, culturales y climáticos que actualmente nos rodea, ahora más que nunca se debe seguir analizando los avances y obstáculos, así como redefinir la hoja de ruta para alcanzar la igualdad de género y una mejor calidad de vida para las mujeres.

Los avances

De acuerdo con ONU Mujeres, la Plataforma de Acción de Beijing destacó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género. En primera instancia, se fortaleció la protección jurídica para defender sus derechos humanos, pues desde su adopción en 1995, se han promulgado mil 583 leyes en 193 países con el objetivo de abordar diversas formas de violencia basada en el género lo que denota un gran cambio considerando que antes de la plataforma solo 12 países contaban con marcos legales específicos en el tema.

Entre las legislaciones creadas se encuentran 354 estatutos elaborados para combatir la violencia doméstica, ofreciendo así mayor respaldo y acceso a la justicia para las víctimas. A pesar de estos avances, la evolución de las sociedades y el desarrollo tecnológico han generado nuevas violencias en el ámbito digital, por lo que las naciones han dedicado sus esfuerzos en modificar su legislación para incluir estas problemáticas.

Otro de los compromisos más importantes asumido por los gobiernos fue garantizar el apoyo integral a las personas sobrevivientes de violencia de género, para el cual se han implementado refugios, asistencia jurídica, asesoramiento psicológico y atención sanitaria para proporcionar protección y facilitar la recuperación de quienes fueron víctimas. Actualmente, estos servicios están disponibles en la mayoría de los países y en México se encuentran establecidos en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Sin embargo, según apuntó ONU Mujeres, uno de los avances significativos fue poner en la mira la necesidad de que cuerpos policiales se capaciten en protocolos de apoyo a las personas sobrevivientes, garantizando así que la justicia no sólo castigue a los agresores, sino que se tenga sensibilidad y eficacia en la prevención de estos delitos. Ahora, más de 100 países han entrenado a sus fuerzas de seguridad en apoyo a las mujeres.

A este panorama se suma, el empoderamiento económico de las mujeres, ya que desde la adopción de la Plataforma de Acción de Beijing se han impulsado la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral mediante la promulgación de leyes que prohíben la discriminación hacia las mujeres en los empleos, de esta forma, ellas han podido acceder a mejores condiciones laborales. Sin embargo, las barreras persisten, especialmente en sectores donde la brecha salarial y la falta de puestos de liderazgo siguen siendo problemáticas de gran peso.

También se ha visibilizado la carga desproporcionada del trabajo de cuidados no remunerado que como se sabe, recae mayormente sobre los hombros de las mujeres. Por ello, han surgido servicios como guarderías y licencias parentales más equitativas con políticas de conciliación laboral. Además, aunque aún persiste, la brecha de género ha ido disminuyendo proporcionando a las mujeres mejores oportunidades de empleos remunerados y sectores estratégicos de la economía.

Por otro lado, en las últimas décadas, se ha escuchado la importancia del papel de las mujeres en la resolución de conflictos y construcción de paz. Tan solo en 2010, solo 19 países contaban con planes de acción nacionales y hoy incrementaron a 112, lo que refleja un reconocimiento de la participación femenina en la prevención, negociación y reconstrucción de sociedades afectadas por la guerra.

A pesar de esto, la implementación de los planes es un desafío, puesto que muchos países carecen de recursos y respaldo político para hacerlos efectivos. A esto se suma el uso de la violencia sexual en zonas de conflicto siendo una grave violación a los derechos humanos. Para garantizar un impacto real se necesita fortalecer la financiación y compromiso global en la agenda de mujeres garantizando que sus voces y experiencias sean integradas a la consolidación de la paz, destacó ONU Mujeres.

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Los obstáculos

Hay que recordar que la discriminación de género persiste en todas las esferas de la sociedad, lo que influye en las estructuras sociales, así como la forma en que percibimos y entendemos el mundo.  Estás desigualdades no son aisladas, sino que se amplifican por un sistema global donde mujeres y otros grupos marginados enfrentan barreras adicionales para acceder a derechos y oportunidades en igualdad de condiciones, entre ellas se encuentran:

  • El crecimiento del número de mujeres que viven en contextos de conflicto y crisis ya duplicó la cifra registrada en 1990.
  • Casi el 10% de las niñas y mujeres en el mundo continúan viviendo en pobreza extrema. Se estima que para el 2030, el 8% de la población mundial de mujeres todavía vivirá con menos de 2.15 dólares al día. Además son las mujeres quienes tienen menores posibilidades de tener acceso a protección social, sufren las consecuencias de la falta de sistemas de agua y saneamiento, padecen una mayor inseguridad alimentaria de los hombres, no pueden acceder a las instituciones financieras o disponer de una cuenta bancaria con mayor frecuencia como sus homólogos, y siguen enfrentando la brecha digital.
  • Apenas el 27% de las mujeres mantienen una participación en la esfera política, provocando que aún no se pueda alcanzar la paridad de género: A 1 de enero de 2025, hay 26 países donde 29 mujeres se desempeñan como Jefas de Estado y/o de Gobierno; ellas representan el 23,3% de los miembros de Gabinete dirigiendo Ministerios que lideran un área política;  el 26,9% de los escaños parlamentarios nacionales están ocupados por mujeres, porcentaje que aumentó desde el 11 por ciento registrado en 1995; y finalmente constituyen más de 3 millones (35,5%) de representantes en los cuerpos deliberativos locales;
  • La violencia contra las niñas y mujeres no muestra índices de remisión, por lo que alrededor de 736 millones de mujeres han sido víctimas de violencia física o sexual a manos de su pareja o algún integrante de sus familias o vidas. Además, están surgiendo nuevos tipos de violencia como la digital.