*Escrito por Arantza Díaz.
12.11.2024. /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- A un paso de la extinción de siete órganos autónomos luego de que diputadas y diputados iniciaran el trámite del dictamen, la ofensiva política morenista apunta a robustecer el Fondo de Pensiones para el Bienestar, pues al eliminarlos provocará una inyección presupuestaria para los programas sociales, es decir, para dinero de órganos autónomos pasará a la cartera diversa que tiene el Gobierno de México destinado a pensiones de sectores poblaciones específicos y que ha sido catalogado como un activo clientelar de votantes.
A pesar de las resistencias civiles e institucionales a abandonar este plan para extinguir los siete órganos, los integrantes de Morena mantienen firme el paso sosteniendo que estos órganos han recibido 32 mil 313 millones 546 mil 205 pesos desde su creación con incrementos anuales en su presupuesto, “favoreciendo empresas privadas” y no a la población.
Pero, ¿realmente la discusión gira sobre ahorrar fondos? De acuerdo con algunas personas legisladoras opositoras, el eje central de esto no es económico, sino el control político de órganos que no gozarán más de autonomía; no hay ahorro, pero sí un Fondo de Bienestar, carta electoral importante, con un poderoso capital.
“Se habla de una supuesta intención de austeridad, pero tenemos un claro ejemplo, el INAI, el instituto responsable de que las personas se nos garantice un derecho constitucional, que es el de la información, cuesta a las y los mexicanos mil millones de pesos, mientras que PEMEX ha reportado perdidas de 251 mil millones de pesos. Si vamos a hablar de ahorrar, solamente cada dos horas de lo que pierde PEMEX es el costo del INAI”, sostuvo la exdiputada Laura Haro Ramírez.
Haciendo incisión en este punto, al mes de septiembre el Estado mexicano ha transferido recursos a Pemex por 171 mmdp, el mayor monto de transferencias financieras a la empresa para un periodo similar desde el año 2021. Dicho claramente, mantener en operación a Pemex no reportó ingreso alguno al Gobierno, sino una pérdida monetaria de 63 mmdp, según documenta en su último informe de números de erario, México Evalúa.
El derecho a la información para las mujeres vs desaparición de INAI
La desaparición del INAI, organismo encargado del acceso a la información pública y la protección de datos personales, así como el CONEVAL, organismo descentralizado con autonomía para generar información sobre la situación política social y la medición de la pobreza en México, son de los más preocupantes para la agenda feminista.
Ambos organismos juegan un papel relevante para el acceso a la información, la protección de los derechos humanos de las mujeres y el acceso a la justicia.
El día viernes 23 de agosto de este 2024, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de decreto para la eliminación de siete organismos autónomos, dependencias relevantes para el acceso a la información pública sobre los derechos de las mujeres en México y ante este panorama, surgen dudas, ¿ahora a quién le pertenecerá la información de las mujeres?
Y es que, no hay secreto oculto en referir que este sector de la población es quien tiene menor acceso a la información pública, particularmente, si de sus derechos se trata. Conocida como la «brecha digital«, el mismo INAI ha referido que este fenómeno se debe a las disparidades de género como el acceso a la educación, la brecha salarial, las dobles jornadas laborales, normas sociales y precarización.
El no contar con una fuente de transparencia e información, acrecenta la violencia de acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas. Por ello, resulta preponderante poner la mira en el órgano que tendrá, entre sus responsabilidades, garantizar el derecho a la información.
Un fenómeno estructural: Recortando e inflando
Por otra parte, resulta urgente cuestionar qué implica los recortes presupuestarios y la extinción (o absorción, como sostiene la bancada morenista) de los órganos, pues este fenómeno no se puede comprender de manera separada, sino estructural y es que, todos estos movimientos encauzan a un mismo lado: El Fondo Bienestar.
En un mapeo general, se encuentra que, además de este movimiento por la desaparición del INAI y Coneval -que, como ya se advertía, resiente más en las necesidades de las mujeres-, los golpes bajos al Anexo 13 se han venido gestando desde hace 5 años.
El informe Presupuesto y derechos de las mujeres, en el sexenio de la Cuarta Transformación, elaborado por la organización Engera en 2023 esboza la manera en que se ha vulnerado el Anexo 13 a través de reducciones presupuestales que contrastan con el incremento de recursos a secretarias como la de Bienestar, Gobernación, Educación, Agricultura y Desarrollo Rural, Trabajo y Previsión Social, entre otras, las cuales tienen programas sociales de asignación directa como las pensiones para personas adultas mayores, becas estudiantiles, programas de vivienda social, mejoramiento urbano, Sembrando Vida y fertilizantes, entre otros, ayudas que no incluyen criterios para incorporar la perspectiva de género o medidas orientadas a mejorar la vida, acceso a derechos y, las oportunidades de las mujeres, de acuerdo con las obligaciones internacionales y los marcos normativos internos del país.
Pese a que el presupuesto etiquetado en el Anexo 13 Erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres aumentó durante el sexenio lopezobradorista, en términos reales sólo se destinó entre 3% y 7% de recursos a acciones concretas que promueven la erradicación de la violencia y la discriminación, mientras que las acciones que promueven la igualdad entre mujeres y hombres el presupuesto apenas rayó el 1 por ciento.
Esto infiere que, desde diversos frentes, se ha dejado de manera muy endeble algunos derechos prioritarios de las mujeres. Asimismo, resulta urgente desmitificar una idea que gira sobre esto: Las mujeres también son beneficiarias de los apoyos.
Y es que, si bien es cierto que las mujeres son una pieza clave en el Fondo Bienestar, también es cierto que hace falta una visión mucho más sólida, interseccional y con perspectiva de género; los programas, como se ha demostrado ante cifras al alza de feminicidio, brecha salarial, desaparición, acceso a educación, trabajo no remunerado, en realidad, no están combatiendo las disparidades sociales de manera eficaz.
Sobre esto último, Cimacnoticias sostuvo una entrevista con la economista Carmen Ponce, quien explicó que existe una feminización en los programas, porque las mujeres tienden a vivir en mayor precarización que sus colegas y acuden a estos apoyos por necesidad, no porque, de manera genuina, se esté atendiendo una problemática de raíz para mejorar su calidad de vida en un corto, mediano y largo plazo.
Por ejemplo, dice Ponce, aunque la mayoría de las mujeres que obtienen este recurso son madres, no se está atendiendo un problema magno como la falta de un programa de cuidados, es decir, no tiene acceso a guarderías, y con ello, tampoco una conciliación de tiempo para buscar mejores oportunidades de empleo que podría representar una mejora palpable en la vida de esa madre y sus hijas e hijos. Entre tanto, se continúa engrosando el Fondo Bienestar a la par que devora a otras causales urgentes como la violencia de género o el acceso a la información.
“Están dando por hecho que estos programas prioritarios van a disminuir las brechas de género y no necesariamente es cierto, ya que no incluyen acciones afirmativas para resolver las problemáticas de género” (Carmen Ponce).
