*Miscelánea, salud y política.
/ Judith Álamo López /
Sin duda la comunicación gubernamental de la llamada Cuarta Transformación se ha concentrado en poner al servicio de la presidencia de la República un costoso y efectivo aparato institucional montado desde el sexenio de AMLO para propagar diariamente la narrativa oficial.
Los valores éticos de la información, como son veracidad, objetividad e imparcialidad, han sido desplazados por la propaganda. Los morenistas a cargo han probado ser más autoritarios y manipuladores que los priístas en eso de querer imponer a la opinión pública “su verdad”.
Además de recurrir a las mentiras, con frecuencia utilizan la victimización y denuncian ataques de opositores en contra de su movimiento para eludir el incumplimiento de la obligación gubernamental de, por encima de intereses partidistas o doctrinarios, proteger el bien común, los derechos y libertades de los ciudadanos mexicanos, integrados en una sociedad plural y democrática.
El sensible tema de las desapariciones en México al igual que el de la creciente ola homicida en todo el país ha sido recurrentemente minimizado por los gobiernos de la 4T, deseosos de ser reconocidos por sus logros e incapaces de reconocer y enmendar sus yerros.
Durante los primeros 5 años del gobierno de AMLO se registraron cuando menos 50 mil desapariciones, pero López Obrador. incapaz de aceptar el fracaso de su política de seguridad pública, en lugar de enfrentar la problemática, prefirió intervenir el Registro Nacional de Personas Desaparecidas.
Sin pudor alguno hizo manipular las cifras para disminuir artificialmente los números negros de su gobierno –desapariciones y homicidios también—, y rehuyó reunirse con las madres buscadoras y con organizaciones internacionales de expertos con probada solvencia moral para ser interlocutoras válidas frente al gobierno.
La conducta presidencial de Claudia Sheinbaum es recurrente con la de AMLO: no se busca avanzar en la búsqueda de las personas desaparecidas, ni cómo enfrentar el rezago forense que habla de más de 60 mil restos humanos sin identificar en las agencias de todo el país, Menos aún de cómo frenar la desaparición creciente de personas.
–¿Cree usted en la verdad oficial sobre el caso de Teuchitlán, Jalisco? Surge la pregunta luego de la conferencia de prensa del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, en donde acusa a la Fiscalía del estado de Jalisco de todas las omisiones posibles al asegurar las instalaciones del Izaguirre Ranch en aquella municipalidad.
La presidente Claudia Sheinbaum arremetió desde el lunes en contra del enemigo favorito de la 4T, el expresidente Felipe Calderón y denunció a excolaboradores de su gobierno por orquestar una campaña de desinformación contra su gobierno por las personas desaparecidas y el supuesto hallazgo de fosas clandestinas y hornos crematorios.
En su conferencia de prensa matutina la mandataria denunció que es una “campaña sucia, negra, hipócrita… de quienes no están de acuerdo con nosotros”. Parecía contener las lágrimas hizo una severa recriminación a sus enemigos de oposición, a quienes calificó de “carroñeros” (RAE), que en estricto sentido se refiere a animales que se alimentan principalmente de carroña.
Para el pasado martes 18 de marzo, la jefe del Ejecutivo dio más datos, denunció que luego de “una investigación muy profunda”, de las que –su gobierno– realiza en forma sistemática, detalló, se encontró que la oposición orquestó una campaña de bots en redes por 20 millones de pesos, en cuatro días, para hacer tendencia las desapariciones del rancho de Teuchitlán y en contra de su gobierno. Más victimización de la administración morenista.
El insólito Gerardo Fernández Noroña, ahora presidente del Senado, olvidó cuando era opositor feroz, retomó lo dicho por la presidente Sheinbaum, pero además de llamarlos carroñeros en contra de su movimiento, a los “de la derecha” los inculpó de un presunto montaje con los 400 zapatos encontrados en Teuchitlán, mismos que podrían no ser de desaparecidos, dijo. Cómo cambia la perspectiva.
Pero el colmo fue la conferencia del fiscal Alejandro Gertz Manero de este miércoles 19, anunciada por la mandataria un día antes no obstante anunció que “la fiscalía General de la República es autónoma”, cuando en los hechos sólo ha actuado a petición presidencial desde hace siete años y ha incumplido con el proceso de ciudadanización de la FGR y otros protocolos que conllevaban su pretendida autonomía.
El fiscal Gertz Manero dijo a los reporteros que “aún no atraía el caso” lo hará hasta que la fiscalía estatal de Jalisco le entregue un informe preliminar solicitado, mismo que, por cierto, dio a conocer en la conferencia, y que se resume en: nulo cumplimiento de indagatorias por parte de la fiscalía estatal al asegurar el Rancho Izaguirre y la comisión de una decena de faltas graves.
Así que la FGR además de incumplir con su obligación de atraer el caso de inmediato ante la gravedad de los hallazgos, se contradice al actuar con ambivalencia, puesto que, como autoridad competente en la atención de casos de delincuencia organizada sí invitó a los reporteros a realizar el jueves 20 de marzo un recorrido por las instalaciones del rancho Izaguirre.
Gertz aceptó que las osamentas encontradas son de restos humanos, estos junto con los restos calcinados serán analizados. En tanto que se ha puesto en duda la identidad de un encapuchado, que en un video dice ser portavoz de Jalisco Nueva Generación, negando la participación del cartel en el Izaguirre Ranch.
Sheinbaum prometió varias medidas. La primera fue emitir un decreto mediante el cual se busca fortalecer los procesos de búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas mediante la coordinación de todas las dependencias con la Secretaría de Gobernación y con la Comisión Nacional de Búsqueda. Coordinación ya existente, pero sigue evitando reunirse con las madres buscadoras, auténticas víctimas de este infame delito. Otras medidas propuestas son causa también de polémica, como el equiparar el delito de desaparición con el de secuestro.
Mientras la 4T recurra a toda serie de artilugios y suertes para desviar su responsabilidad frente a la indignación unánime de la opinión pública por las desapariciones de personas por grupos criminales o desapariciones forzadas por fuerzas del estado, México seguirá siendo rehén de los cárteles y grupos delincuenciales aliados con autoridades gubernamentales que desvían la atención y minimizan su importancia al considerarlas trifulcas partidarias o ataques de opositores. Los de la 4T no son los únicos gobiernos responsables, cierto, pero son los que actualmente están en funciones.