*Escrito por Wendy Rayón Garay.
26.04.2025 Ciudad de México.- El pasado 23 de abril, Mario N. y Giovana N. fueron declarados culpables por un Tribunal de enjuiciamiento por los delitos de secuestro agravado y feminicidio contra Fátima Cecilia Aldrighetti Antón, una niña de siete años que en 2020 fue sustraída de su escuela y posteriormente fue hallada sin vida en Xochimilco.
Ahora la familia está a la espera de una sentencia que se dictará el próximo 30 de abril en el Reclusorio Oriente, en la que se prevé una sentencia de 50 años como lo recomendó la Fiscalía General de la Ciudad de México.
El caso de Fátima Cecilia conmocionó al país, pues es uno de los casos más dolorosos y emblemáticos de feminicidio infantil en México que ha visibilizado las fallas institucionales en cuanto a la protección de menores junto al contexto de violencia de género que se vive.
Datos del Secretariado Ejecutivo señalan que en febrero de 2020 hubo 90 feminicidios y en todo ese año, el número ascendió a 947 feminicidios. La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) han denunciado que el número de feminicidios en niñas y adolescentes están incrementando. Por ejemplo, en 2023 ocurrieron 68 casos y en 2024 incrementó a 73, según información de su Balance Anual 2024.
REDIM denuncia incremento de feminicidios y violencia sexual infantil

La desaparición y el feminicidio de Fátima
Fátima Cecilia cursaba la primaria en la escuela Enrique C. Rébsamen, ubicada en Santiago Tulyehualco, Xochimilco, en el turno vespertino, ya que sus padres tenían que trabajar, por lo que su salida era a las 18:30 horas.
El 11 de febrero de 2020, María Magdalena, madre de la menor, no pudo ir por ella a tiempo gracias a un retraso; por lo que Giovana N., una vendedora ambulante que trabajaba afuera del colegio, recogió a Fátima Cecilia alrededor de las 19:00 horas, aprovechando su relación con la familia.
La niña fue entregada sin objeciones a la mujer, aunque no estaba registrada como tutora autorizada e incumpliendo el protocolo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el que se ordena que en caso en el que los padres y madres no lleguen a tiempo por los menores, estos deben ser trasladados a la Agencia 59 de la Fiscalía General de Justicia capitalina.

Esta decisión fue determinante en la desaparición de Fátima Cecilia, ya que no se supo nada más de ella. Cuando María Magdalena llegó a recogerla, descubrió que su hija no se encontraba en las instalaciones de la escuela, por lo que denunció el hecho, pero fue ignorada al no haber transcurrido 72 horas de su desaparición.
Ante el abandono de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, la familia decidió emprender acciones de búsqueda por su cuenta comenzando por revisar las cámaras de seguridad de varios negocios, la colocación de carteles repartidos por la capital y la búsqueda de espacios en medios de comunicación.
De esta manera, fue que la Fiscalía Especializada en Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas emitió una alerta Amber y se anunció una recompensa de dos millones de pesos por el entonces fiscal de la Ciudad de México, Ulises Lara.
Sin embargo, el 15 de febrero el cuerpo de Fátima fue encontrado sobre un terreno baldío en la colonia Los Reyes, alcaldía Tláhuac con signos de violencia física, abuso sexual y tortura. Al día siguiente, su identidad fue confirmada al realizarse pruebas forenses.
Mario, Giovana y las autoridades: los responsables
Gracias a las cámaras de seguridad se identificó a Giovana y a su pareja Mario como los responsables, sus rostros se trasmitieron en diversos medios de comunicación en la búsqueda de su paradero hasta que finalmente, el 19 de febrero, la tía de Mario, Irma lo entregó a las autoridades.
Días antes, Mario y Giovana le habían solicitado refugio sin dar mayor información. Irma se enteró de la desaparición y feminicidio de Fátima Cecilia gracias a que vio el rostro de su sobrino y pareja en televisión nacional.
Posteriormente, les pidió que le dijeran la verdad y Giovana explicó que Mario quería una pareja joven por lo que exigió a Giovana entregarle a la menor como un regalo. Cuando el caso se viralizó, no supieron que hacer con Fátima, por lo que cometieron violencia feminicida.
Según apuntaron los familiares de Fátima Cecilia, su feminicidio pudo evitarse si las autoridades hubieran atendido la denuncia de desaparición desde el primer día. En respuesta, Edgar Emilio Vázquez, titular en turno del Ministerio Publico, emitió una disculpa.

El camino a la justicia
El 22 de febrero, se inició el proceso penal contra Mario N. Giovana N. por secuestro agravado y feminicidio por el juez Agustín Moreno Gaspar. Se otorgó a la Fiscalía un plazo de cuatro meses para seguir investigando antes de llevar el caso a un juicio en junio de 2020.
Tanto Mario como Giovana quedaron en prisión preventiva mientras se llevaba a cabo el proceso judicial. Mario terminó en el Reclusorio Oriente y Giovana en el penal femenil de Santa Martha.
Sin embargo, pasaron cuatro años en el que las audiencias se extendieron varias veces sin poder dar inicio a un juicio. En noviembre de 2023 se programó un juicio que posteriormente fue aplazado hasta enero de 2024. En febrero de ese año, inició el juicio oral que fue anulado en noviembre por incapacidad médica de la jueza Mónica Olivares.
Fue el 15 de noviembre que un nuevo juicio comenzó para sentenciar a Mario y Giovana tras casi cinco años de investigación y evidencia recopilada. Ahora, el tribunal de enjuiciamiento ha declarado oficialmente su culpabilidad en el hecho siendo solo un paso para lograr justicia por el feminicidio de Fátima Cecilia.
em>«No es una victoria, ni una celebración, el dolor nadie nos lo quita; pero es lo que menos le debemos a nuestra nada niña ya todas las que han sido violentadas. Los que te lastimaron, ya n podrán dañar a nadie más» – Familiares de Fátima Cecilia.