*Escrito por Arantza Díaz
23.10.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- El camino de México para sostener su sistema de salud ha sido complejo y, si bien se nombran algunos avances importantes en la lucha por consolidar un sistema universal, oportuno y de calidad, la contracara se manifiesta en forma de negligencia médica, alta mortalidad infantil, pobre expectativa de vida y por supuesto, el déficit del Estado mexicano para prevenir el cáncer de mama, pues el 80% de las mujeres mayores de 50 años no se ha realizado una mastografía en los últimos dos años, según Data Cívica.
La salud pública en México continúa cojeando para atender las enfermedades crónico degenerativas, entre ellas, el cáncer que si bien prevenible, se ha fallado institucionalmente a las miles de mujeres que pierden la vida anualmente en nuestro país.
Esto último, lo advierte el último informe de salud pública de México Evalúa, donde se apunta a que las estrategias de prevención han sido muy pobres y con ello, las complicaciones económicas y la vulnerabilidad se recrudecen para las familias de nuestro país.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía la tasa de mortalidad ha alcanzado un repunte constante desde el 2012, pues antes de ese año, se registraban 62 defunciones por cada 100 mil personas; ahora, son 69.
Esta tendencia también ha sido registrada por la última estadística de Globocan, apuntando a que el diagnóstico de cáncer pasó de 195 mil casos a 207 mil casos, mientras que las defunciones rozan las 195 mil. Al poner la lupa en las expectativas de nuestro país, Globocan proyecta que para el 2030 el cáncer pasará de 207 mil a 577 mil casos.
Cáncer de mama: Sin prevención, ni herramientas de detección
De los países que conforman la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el país con el menor porcentaje de estudios de mama; pues sólo 2 de cada 10 mujeres de entre 50 y 69 años se realizaron este procedimiento en los últimos 2 años.
Esto coloca a México muy por debajo de otros países asiáticos, europeos y americanos. Mientras que en los primeros lugares con mayor prevención de cáncer de mama figura Dinamarca, Finlandia, Suecia, Estados Unidos, Países Bajos, Israel y Corea; al fondo del listado, México y Turquía.
Asimismo, el informe Una deuda con la salud en México de Data Cívica advierte que son las mexicanas quienes también tienen las posibilidades de sobrevivencia con respecto a los otros países de la OCDE.
«Los esfuerzos para impulsar la detección oportuna del cáncer de mama y su atención, aun muestra grande brechas , lo que se traduce en un esfuerzo insuficiente y perdida de vidas prevenibles por cáncer», sostiene Data Cívica.
Se estima que en México al menos la mitad de los casos de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama son detectadas en etapas avanzadas o metastásicas, es decir, cuando el tumor maligno invade otras áreas del cuerpo.
En cambio, si hay un diagnóstico temprano, luego de 5 años de ser diagnosticadas, el 99% de las mujeres que se encuentran en etapas tempranas permanecen con vida, en comparación con 23% de aquellas a las que se les detecta en etapa metastásica. Esto de acuerdo con un estudio realizado por un centro de referencia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) publicado en febrero de 2024.
Asimismo, no existe un programa único a nivel nacional de detección de cáncer de mama. Como advertía Cimacnoticias en «Mitad de diagnósticos por Cáncer de Mama, llegan en etapas metastásicas.
Estado mexicano, responsable», la responsabilidad de la prevención ha sido dejada por completo en las manos de las mujeres; son quienes deben cargar con la prevención oportuna.
El resultado se manifiesta con una muy baja participación de mastografía (80% no lo hace) y cuando se asiste, viven procesos de revictimización por no haber asistido antes, borrados en el sistema y malos diagnósticos.
Las deficiencias en la salud pública: ¿Cómo nos atraviesan?
El informe Una deuda con la salud en México, apunta a que entre 2018 y 2022 el gasto médico sin receta aumentó un 39%, particularmente, los hogares con menores percepciones de dinero duplicaron su gasto en medicamentos desde 2018, es decir, destinaron mayor recurso para sostenerse en materia de salud.
En términos reales, hasta hace un sexenio, se dedicaban 4 mil 401 pesos, mientras que ahora, se gastan 5 mil 650 pesos anuales.
En el cáncer, la ausencia de políticas públicas efectivas de prevención y programas dirigidos a la detección temprana así como el envejecimiento, el aumento de la población y la exposición a factores de riesgo, están en el centro como causales de este crecimiento. Sin embargo, a pesar de la preocupante incidencia, en lo que va del 2024 se redujo 2.5% el presupuesto para la atención de cáncer, en otras cifras, se recortaron 57 mdp destinados a esta causa, según el Presupuesto del Instituto Nacional de Cancerología.
Finalmente, es necesario hacer hincapié en la responsabilidad del Estado para prevenir las miles de muertes anuales; resultando preocupante que el país registre los números más bajos de mastografía y paralelamente, los más altos en materia de vulnerabilidad y mortalidad por cáncer de mama.
Las hipótesis que arroja Data Cívica tienen que ver estrechamente con la falta de recursos humanos, pues sólo hay X médicos por habitante, así como barreras logísticas que demoran en tiempos de diagnóstico, una pobre infraestructura que atrasa el tratamiento oportuno de las personas con cáncer y la falta de un enfoque de atención humano, donde se brinde apoyo y contención a las pacientes.