8 de marzo, no se celebra. Se conmemora

La Fiesta del Té

Por Brisa Gómez

Estaba en clase y una de mis alumnas interrumpió la dinámica para contarnos algo. Ella faltó a clase el martes, por miedo

Salió de su casa ese día, como siempre, a la 1 de la tarde se dirigió a la parada del camión para llegar a la escuela.

Ella notó que un tipo estaba parado en la acera de enfrente y que otro llegó a pararse junto a ella, demasiado cerca para ser fortuito, pues la parada estaba vacía.

Algo le dijo que debía estar alerta, los vio y notó que ambos sujetos se hacían señas con los ojos y que se acercaban cada vez más a ella.

Al ver pasar una patrulla y ver que los sujetos se hacía más señas, ella empezó a caminar y los sujetos a seguirla, poco a poco fue aumentando la velocidad mientras pensaba en el miedo de que fueran a secuestrarla.

Logró llegar a casa y pidió que le abrieran la puerta, pudo entrar y recuperar el aliento. Al contar lo que le había pasado le sugirieron mejor quedarse y superar el susto.

Otra alumna, en otra ocasión, me contó que trataron de subirla por la fuerza al coche, pero que logró gritar y patalear y pudo zafarse de sus captores usando gas pimienta que traía en su bolsa.

Logró correr, dar vuelta a la calle y pedir ayuda, mientras el sabor del gas le picaba en la lengua y los labios, pues incluso a ella le tocó un poco de la sustancia mientras trataba de huir. Pese al miedo, sigue caminando sola por la calle para ir a clases.

Una compañera feminista, dice que desde que la siguieron por la calle y la abrazaron por detrás para llevársela, ella no puede dejar de caminar sin voltear hacia atrás constantemente. Pensando todo el tiempo en voltear y ver a los ojos fijamente a cualquiera que se le acerque, incluso va con el teléfono en la mano por si necesita sacar la foto de cualquiera que la siga.

Constantemente se reportan casos de mujeres desaparecidas, sólo en una semana, en diferentes puntos de Veracruz, han sido hallados sin vida los cuerpos de al menos cinco mujeres asesinadas, algunas con señas de haber sido víctimas de feminicidio.

Veracruz se ubica en el primer lugar de feminicidio según cifras oficiales, del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, sin mencionar los múltiples casos de violencia sexual, psicológica, desaparición y secuestro de mujeres.

La violencia directa, física y palpable que afecta a cualquier mujer en el país no ha sido la única que se ha dejado sentir, también está la institucional, infringida por quienes tiene la obligación de garantizar seguridad, justicia y libertad a las mujeres.

Sólo en los últimos meses se han suspendido y sometido a la polémica diversas iniciativas que directamente afectan la vida de las mujeres, como el tema de las guarderías, los refugios para mujeres víctimas de la violencia y la reforma antiaborto en Nuevo León.

Las mujeres han alcanzado la paridad en papel en el Congreso Local y en el Federal están cerca, pero al escuchar a las mujeres que ocupan esos escaños se pueden oír declaraciones como la de Ana Miriam Ferráez, que pretendía imponer toque de queda a las mujeres (encerrándolas en uno de los lugares más peligrosos para ellas) o a Lilly Téllez, que ardió en reclamos porque en su curul pusieron un pañuelo verde, amenazando con presentar una iniciativa para criminalizar a las mujeres que se practican un aborto. Con eso se demuestra que cuerpo de mujer no garantiza conciencia de género y que no por alcanzar la paridad, las mujeres obtienen representación en el Congreso.

Los funcionarios institucionales siguen dando declaraciones “ocurrentes” y nefastas que evidencian su desconocimiento, misoginia, clasismo y falta de perspectiva de género, como fue el caso de Manuel Huerta, el delegado del gobierno federal en Veracruz que pidió “más Jalitzas” y menos estancias, porque los niños criados por trabajadoras domésticas de origen indígena obtienen Óscares como Cuarón.

¿después de esto, creen que hay motivos para “celebrar” el día de las mujeres? ¿creen que se debe felicitar a una mujer con un ojo morado?, ¿a una que sale a buscar a sus hijas? ¿a una que necesita un refugio para protegerse a sí misma y a sus criaturas de la violencia en casa? ¿A quién le gustaría recibir una felicitación tras una golpiza?…Suena absurdo ¿no?.

Pero si aún después de esto todavía quieren mandar felicitaciones, regalar rosas y permitir que se comercialice una fecha como esta, les recuerdo que el 8 de marzo de 1908, 140 mujeres obreras murieron calcinadas en el interior de una fábrica textil en Nueva York, exigiendo que se les dieran jornadas laborales de 10 horas (en ese entonces no había máximo) y salarios justos, así como condiciones seguras para trabajar. Desde fuera les aventaron bombas incendiarias mientras ellas luchaban por tener acceso a sus derechos.

Porque aquí, tod@s estamos lo@s

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