Aprendimos que hay que estar vacunados

Más claro…

Por Felipe Mendiola Parra

En años anteriores me tocó ver módulos de vacunación que la gente pasaba por alto, nos hacíamos desentendidos al llamado de enfermeras y en casos excepcionales acudía uno a que lo picaran con esa inoculación, pero las cosas cambiaron como resultado de la presencia del Covid-19 que tantos estragos ha dejado.

La vacuna contra la influenza que comenzó a ser aplicada el lunes pasado se agotó en muchos centros de salud, en los módulos que se instalaron en los bajos de los palacios municipales y en otros sitios de mucho tráfico de personas.

Aprendimos a valorar la importancia de estar vacunados y eso es bueno, nos subió un rango más de la cultura en esa materia, porque sabemos que estando protegidos el daño puede ser menor o de plano nulo, insisto, eso es muy sano.

En algunos puestos de vacunación están avisando que será hasta la próxima semana cuando de nueva cuenta se lleve a cabo esta jornada para atender a todas las personas que lo soliciten.

Es posible que los grupos que están en contra de los gobiernos estatales y federal, esos que protestan por todo, difícilmente van a observar ese tipo de acciones de parte del sector salud, que pone en acción sus recursos humanos, materiales y presupuesto, en el cuidado de la salud de los veracruzanos y mexicanos.

Hace unos 50 años esa cultura era muy escasa, las brigadas de enfermeras llegaban a las colonias o a la zona rural y las mamás escondían a sus hijos, porque alguien había dicho que con la vacuna les daba calentura a los niños y, efectivamente, esa es una de las reacciones más elementales que se presentan, pero es cuestión de minutos o de horas, porque después es superado ese momento y el niño queda protegido.

Así es que esos lotes de vacuna contra la influenza llegarán en los próximos días y de inmediato será aplicada, aunque advierten los médicos que esa aplicación no es en contra del Covid-19 y tampoco previene al organismo de esa enfermedad, son dos cosas, pero más vale estar protegido de una de esas enfermedades y evitar que nos afecte, porque evidentemente nos predispone a la otra infección.

No cabe duda que todas las experiencias son enseñanza y en esta ocasión el impacto mundial que ha tenido el Covid-19, nos puso alertas, para fortalecer nuestro organismo ante esas enfermedades. Más claro ni el agua.