*México gravemente enfermo al concentrar el poder sólo en el Ejecutivo.
*Signos Vitales presentó el reporte ‘México enfermo: Indicios de un régimen totalitario’, donde evidencia que en el país se vive la peor crisis política, sanitaria y económica en su historia moderna.
Cdmx 14 de octubre 2020.- Al presentar su tercer y más reciente informe, la organización de la sociedad civil Signos Vitales advirtió que México vive la peor crisis política, sanitaria y económica en su historia moderna, mientras la concentración de poder desde la Presidencia, se ha acompañado de una serie de cambios legislativos para adquirir al menos nueve capacidades legales; entre las que se encuentran la reorientación presupuestal, la persecución de delitos del fuero común a través de la Guardia Nacional y la extinción de dominio en condiciones discrecionales.
El reporte ‘México enfermo: Indicios de un régimen totalitario’ evidencia esta situación a través del uso de información confiable e indicadores precisos y oportunos. El documento presenta un recuento de la situación del país en cuanto a gobernanza, economía y aspectos sociales, registrando el manejo de la pandemia, así como un llamado de atención por parte de la sociedad y las alertas que por su trascendencia, requieren una atención urgente por parte de las autoridades.
En lo que se refiere a gobernanza, el reporte muestra el desmantelamiento de las capacidades gubernamentales: Se desaparecieron mil 986 plazas con nivel de Dirección General Adjunta, pero aun de esta manera, no se cumplió con el objetivo planteado de ahorro, por lo que también sufrieron recortes los mandos medios, que han quedado en el desempleo, ya que un servidor público, está impedido para ocupar durante los diez siguientes años puestos similares en sector privado.
José Ramón Cosío, Ministro en retiro y Miembro de El Colegio Nacional, comentó que el peligro en la destrucción de las capacidades institucionales, está en quedarnos sin la posibilidad de recibir bienes y servicios de buena calidad, que nos debería ofrecer el gobierno constitucionalmente, como por ejemplo atención médica de calidad, medicamentos, entre otros. La desaparición del seguro popular fue un error. ¿Quién regula, quien vigila, quien hace? El estado se está desvinculando de proveer, de regular y de ver la crítica.
La destrucción de instituciones de gobierno se hace evidente a través de a) restar presupuesto a las instituciones (5.6% en promedio), b) colonizar los órganos directivos de los ramos autónomos (nombramientos de personas cercanas al Presidente o a Morena), y c) desaparecer instituciones como el INEE y la COFEPRIS. Las Fuerzas Armadas realizan ahora 13 actividades adicionales que corresponden a mando civil y a los que se destinarán casi 62 mil elementos (22% de los miembros en activo). Para tareas de seguridad se destinan más de 54 mil militares y 1,600 marinos.
Mientras, tan sólo en el 2019, se le permitió al Presidente Andrés Manuel López Obrador disponer de 128 mil 960 millones de pesos para ejercerse de manera discrecional, y que se espera que en 2020 disponga de alrededor de 140 mil millones de pesos.
Edna Jaime de Directora de México Evalúa señaló: “Estamos viendo el cambio más profundo en la relación cívico-militar desde la primera mitad del siglo XX en nuestro país, con un ganador que es el presidente y dos perdedores: las fuerzas armadas y la institucionalidad democrática civil. Las fuerzas armadas, están abrumadas por la gran cantidad de nuevas responsabilidades y proyectos que se les han dado, con peligro de caer en actos de corrupción. La institucionalidad democrática, también pierde, al dejar en manos de los militares, asuntos que competen a funcionarios civiles. Lo que está sucede con esta situación es la creación de cotos de poder, que después será muy difícil desmontar”
Al tema de poder presupuestal se suma la disminución de los contrapesos constitucionales, los ataques a medios de comunicación, periodistas y líderes de opinión que no coinciden con el gobierno. De marzo a abril, se contabilizaron 39 agresiones contra periodistas y medios que cubren temas relacionados a la pandemia, el 74.4% de las agresiones provienen del Estado.
Por otro lado, Signos Vitales recordó que agudizada por el golpe catastrófico de la pandemia COVID-19, la economía está viviendo una crisis económica sin precedente. Se pronostica una caída del PIB de casi 10% en 2020 y una muy lenta recuperación para los años siguientes. La actividad económica en 2020 será semejante a la registrada en 2014, y en términos per cápita será del nivel que teníamos en 2010.
Sobre esto, advirtieron que el cierre de casi medio millón de empresas, la pérdida de ingresos a poco menos de la mitad de dos de cada tres hogares durante la pandemia, el endeudamiento de las familias y la incertidumbre en el futuro impedirán una rápida recuperación económica, afirmó Enrique Cárdenas, presidente del Comité Ejecutivo de Signos Vitales.
Jorge Suárez, Managing Director en Allen & Company, señaló ““Si aventeamos un gato muerto de un quinto piso, rebotara pero seguirá estando muerto, No se ve claro una recuperación económica ni tampoco un reinicio de actividades. Además, las políticas de austeridad en la mayor crisis económica es como tener a un paciente de cáncer a dieta. El potencial de crecimiento es bajo, no habrá inversión, habrá secuelas brutales en empresas y estamos perdiendo oportunidad de integrarnos en cadenas de valor no sólo por pandemia, sino por las decisiones en políticas de energía (PEMEX Y CFE)”
Para julio, 4 de cada 10 personas que se encontraban en edad de trabajar, se enfrentaron al desempleo y más de 4 millones de personas, no tienen esperanza de encontrarlo. El impacto por COVID-19 ha llevado a la pobreza a más 12 millones de personas y las clases media y alta han sufrido disminuciones en su calidad de vida.
En cuanto al manejo de la crisis sanitaria, el reporte muestra un escenario igualmente catastrófico: En el contexto de la pandemia de COVID-19, sólo seis de cada diez personas tienen acceso a servicios de salud y si bien parece haber sido exitosa la conversión hospitalaria para atender la pandemia, el 42.5% del total de fallecimientos en el país se registró durante los primeros cuatro días de haber ingresado a un hospital y el 86% a los 15 días. Además, el 48% de las personas contagiadas por COVID-19 y que entra a alguna Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) está falleciendo.
Sobre el ámbito social que también revisa el reporte, se encontró que el Programa Sectorial de Educación ignora la crisis sanitaria y las necesidades que implican la “nueva normalidad”. El incremento al presupuesto de 24 mil millones de pesos a la SEP respecto de 2019, sólo responde a programas prioritarios del Presidente como las becas Benito Juárez y Acuña. De acuerdo a la ENDUTIH 2019, la alternativa “Aprende en casa II” de educación por televisión abierta deja en total exclusión al 33% de los encuestados. Esta misma encuesta señala un dato aún más alarmante cuando el 60% de los mismos, reporta no tener acceso a medios digitales, tales como internet, radio o tv abierta. De la misma forma, se prevé que la tasa de abandono escolar en el nivel medio superior para el ciclo escolar 2020-2021 sea de un 17.5% en comparación con el 12.9% para el ciclo 2018-2019.
Y a pesar de que la implementación de los programas sociales tiene el objetivo de beneficiar a la sociedad en temas como la pobreza, no se han logrado los objetivos que originalmente se plantearon. La operatividad de los programas sociales del gobierno federal se ha limitado al otorgamiento monetario (becas o recursos), que si bien ayudarán a la población objetivo en algún punto, se evaden elementos como la calidad de los programas, la disponibilidad de los beneficios sociales o el acceso a los servicios.
Carlos Elizondo, académico Tecnológico de Monterrey finalizó: “El país de un sólo hombre se vuelve un problema para el mismo hombre, se necesitan contrapesos. Además, la información es vital ¿Por qué estamos, donde estamos? Con información y contrapesos de una buena oposición, habrá una mejor toma de decisiones”