Por: Cinthia Edith Castillo Moreno.
Las grandes tranzas en la Secretaría de Salud de Veracruz, comenzaron apenas 16 días después de que Cuitláhuac García Jiménez tomará posesión como gobernador del estado, cuando otorgó sin mediar licitación, un contrato millonario al empresario y entonces funcionario de la 4T, Carlos Lomelí.
Ahora la pestilencia de los malos manejos de Cuitláhuac García y Roberto Ramos Alor es tal, que ha llegado hasta la Auditoría Superior de la Federación, en este punto cabe puntualizar, que no cabe hablar de «adversarios» o «complots conservadores», ya que se trata de la federación en manos de morena, auditando una entidad federativa (Veracruz) también en manos de morena, y una que por cierto, el señor presidente Andrés Manuel López Obrador, visita con mucha frecuencia.
El informe de resultados de la Cuenta Pública Federalizada de 2019, dio como resultado un resumen de 48 observaciones y acciones, de los cuales, en apenas 19, menos de la mitad son los que no tuvieron ninguna irregularidad y en 22 de los casos, se generaron promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria y dos pliegos de observaciones.
Pero, ¿que significa esto?, para ser muy claros, robo, transas, malos manejos, pagos excesivos y aviadores, por ejemplo, en el folio de observación 2019-B-30000-19-1296-08-010, la ASF emite una Promoción de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria debido a que no fue posible verificar si en un contrato de más de 30 millones de pesos, para la adquisición de medicamentos, el proveedor cumplió con las condiciones establecidas en el contrato correspondiente, es decir, no existe evidencia de que se haya entregado el producto adquirido.
En cuanto a las adquisiciones, control y entrega de bienes, servicios y entrega de medicamentos, la auditoria número 1296-DS-GF no encontró auxiliares contables, presupuestarios, ni de las cuentas de bancos, cuentas por cobrar, tampoco de deudores diversos, inventarios, almacén, bienes muebles e inmuebles, activos intangibles, cuentas por pagar, ingresos, rendimientos financieros generados y los recibidos por la Secretaría de Finanzas y Planeación.
En la observación con el folio 2019-A-30000-19-1296-06-002, la ASF encontró un probable daño o perjuicio por 55 mil 600 pesos, al identificar “pagos en exceso” que corresponden a cuatro prestadores de servicios, toda vez que percibieron un sueldo mayor al contratado y/o no se presentó contrato.
Y las irregularidades siguen y siguen, pero no solo se refieren a adquisiciones opacas, asignaciones directas de contratos y pagos excesivos, también encontraron más de mil aviadores, en el pliego de observaciones con folio 2019-A-30000-19-1296-06-001, en el punto 24, la ASF indica que la Secretaría de Salud de Veracruz, no proporcionó la evidencia documental y justificativa, ni la validación de mil 40 servidores públicos que acredite que se encontraron en sus lugares de adscripción y realizaron actividades relacionadas con la prestación de servicios de atención a beneficiarios del Seguro Popular durante el ejercicio fiscal 2019. El daño patrimonial por esta observación es por 295 millones 782 mil 600 pesos.
En esa mis observación, el órganos fiscalizador señala que la Hacienda Pública Federal exige un reintegro por el orden de los mil 963 millones 186 mil 921 pesos/ 56/100 M.N., más los rendimientos financieros que se generen, pues no existe documentación comprobatoria del destino de esos recursos.
A todo esto tendríamos que sumar el hecho de que a un importante número de empresarios, se les siguen debiendo pagos por productos y servicios otorgados a la secretaría, mismos que si están debidamente documentados y que pertenecen a contratos que no presenta irregularidades.
Sin embargo, la principal tragedia no es el multimillonario daño patrimonial al estado, si no el costo en vidas de pacientes que no han podido recibir tratamientos y medicamentos, por supuesto, empezando por los niños con cáncer, que hasta ahora, ninguna autoridad ha querido escuchar.
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