Redacción.
Noviembre 2020.- Al principio de la pandemia, se pensó que el confinamiento duraría tantos meses y por eso el estar en casa se nos hacía una gran idea. No obstante nunca nos imaginamos las consecuencias que esto nos podría traer, como el dolor de espalda.
Esta molestia provoca que no nos concentremos bien debido al dolor de cabeza causado por la mala postura.
La postura es la forma en la que se acomoda tu cuerpo, no solamente cuando estás sentado o parado, sino también cuando estás en movimiento. La postura es la relación que guarda cada una de las partes de tu cuerpo.
Sentarse por largos periodos frente a una computadora está acumulando problemas. No nos exenta de padecer malestares como dolor de cuello o espalda.
La forma en la que acomodas tu cuerpo va a cobrar consecuencias tarde o temprano, y si tu no tienes cuidado de ver, cómo te sientas frente a la computadora, ver una película o serie. Debes estar atento, cambiar de posición constantemente o evitar malas posturas te podrían ayudar y prevenir lastimarte sin que te des cuenta.
Al tener una mala postura puede afectarte en la columna vertebral, hombros, cuello, hasta dolor de cabeza.
Para mantener una postura correcta en tiempos de cuarentena es necesaria la presencia de tono muscular adecuado y de flexibilidad.
El trabajo en casa o “home office” puede implicar largas horas sentado en posiciones poco saludables frente a dispositivos móviles y computadoras. Hay que corregir y cambiar nuestras posturas y evitar problemas en la espalda y cervicales; a su vez para prevenir ojos secos.
Entre más tiempo se está frente a un monitor, la cantidad de parpadeos disminuyen, causando una irritación. Puede generar dolor de cabeza, por eso debe haber periodos de descanso, usar gotas para hidratar los ojos (hialuronato de sodio).
Para los problemas de columna debes tener un buena silla con la que se pueda reposar bien la columna, mantener la postura de la regla de 30 grados, con la flexión de las rodillas y los pies toquen el suelo.
Cambia de posición, levántate, muévete para modificar la circulación y evitar contracturas.
Haz caminatas breves alrededor de su casa.
Estire sus músculos suavemente de vez en cuando para ayudar la tensión muscular.
Relaje los hombros.
Caminar: nuestro cuerpo no está acostumbrado a estar sentado todo el tiempo, por lo que hay que movernos. Trata de caminar, de preferencia, antes de que empieces a trabajar o si no te es posible, después, pero lo importante es que no estemos inactivos.
Estirar y hacer ejercicios: levántate de tu silla cada hora y estírate por 5 minutos. Mientras estas sentado, realiza ejercicios.
Trabajar de pie: si te es posible, trabaja de pie, tratando de que la computadora esté a la altura de tus ojos.
Esto aliviará la presión sobre el cuello y la espalda. La Clínica Mayo aconseja que si estás parado por mucho tiempo, coloques un banquito para alternar los pies, haciendo que tu zona lumbar no sufra tanto.
Usar soportes para espalda baja: enrolla una toalla pequeña y colócala detrás de tu espalda baja. Con esto, la mantendrás derecha y no te sentarás sobre tu coxis.
De igual forma, no subas los pies a la silla; procura que tus rodillas y caderas estén al mismo nivel.
Acudir con un fisioterapeuta: si las dolencias continúan, lo mejor es que acudas con este especialista que te tratará con técnicas especializadas.
