Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
Los símbolos juegan un papel fundamental en la política y constituyen un lenguaje no escrito, aunque quienes lo entienden mejor son los iniciados, como muchos viejos priistas, quienes eran –y muchos todavía lo son– expertos en su manejo y en su lectura.
Ayer en Xalapa tuvieron lugar dos hechos en los que no se dijo nada pero que dicen mucho porque tienen una gran significación a corto y a mediano plazo: la representación presidencial que trajo Rocío Nahle García al 2º Informe de Resultados del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y “Un café veracruzano para comenzar la semana” entre el dirigente estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, y el empresario y exalcalde de Xalapa, David Velasco Chedraui.
En el Teatro del Estado (el que fue durante mucho tiempo recinto oficial de informes de gobernadores priistas) Cuitláhuac destacó la presencia de la Secretaria de Energía, pero nada más, mientras que en La Parroquia frente al parque Juárez, Joaquín y David tuvieron una “buena plática” (de acuerdo a lo que publicó en sus cuentas de las redes sociales este último), pero nada más.
La lectura política es que tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como el dirigente panista Guzmán Avilés destaparon sus cartas con las que pretenden jugar la gubernatura del Estado para 2024 y la presidencia municipal de Xalapa para 2021, respectivamente.
Tan pronto Morena ganó la elección de 2018, AMLO se reunió con la cúpula ganadora de Veracruz y en una reunión privada, de solo unos cuantos, adelantó, desde entonces, que la próxima candidata sería la señora Nahle. Una persona que me aseguró que estuvo en dicha plática me lo deslizó en noviembre de aquel año, a punto de asumir el tabasqueño y Cuitláhuac sus nuevos gobiernos.
López Obrador pudo haber enviado como su representante a la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dado su nivel y por la importancia que tiene Veracruz. Era lo políticamente correcto. Pero se decantó por la zacatecana avecindada en Coatzacoalcos. La quiso empezar a “ventanear” en un acto especial. La está “muestreando” ya. Sacó y puso su carta sobre la mesa.
En este espacio he venido comentando la intención del PAN estatal de aliarse con el PRD y el PRI para llevar un candidato común a la presidencia municipal, que sería Velasco Chedraui, quien también ya fue diputado local, en torno de quien se sumarían la Iglesia católica y un importante sector de empresarios.
En agosto pasado me reuní, por separado, con la mayoría de los dirigentes estatales de los partidos políticos, uno de ellos Guzmán Avilés, quien me confirmó la intención de concretar la alianza, así como su simpatía por David, con quien ya había hablado, para entonces.
Lo de ayer no se puede tomar más que como un predestape del empresario por parte de Joaquín, a punto de iniciar el proceso electoral local en ocho semanas más, y fue clara la intención de mostrar el entendimiento entre ambos, de hacerlo público, pues se pudieron haber tomado el café en la oficina de cualquiera de los dos, pero en cambio prefirieron ir al mayor escaparate político de la capital del Estado, precisamente frente al Palacio de Gobierno.
La intención tanto de AMLO como del tantoyuquense, por ahora, es clara. Aunque en política no se puede dar nada por definitivo ya que siempre juegan las circunstancias, que muchas veces son cambiantes. Ahora falta que se concreten sus jugadas.
En el caso del presidente, él es mano en su partido. El candidato o la candidata a la gubernatura será quien decida, aunque de aquí a 2024 pueden pasar muchas cosas. Sé que la oposición lo que más desea es que Rocío sea la candidata, pues están seguros que en una gran alianza la derrotarían.
Por lo que hace al dirigente estatal del PAN, tiene dos particularidades que tiene que salvar, una en apariencia más fácil que la otra: lograr un acuerdo satisfactorio con los dirigentes estatales del PRD y del PRI, y cómo postular al exalcalde de Xalapa, quien no es militante de su partido, sin que se le pare de manos una parte de la militancia panista, que alegará que se están violando sus derechos.
Que “Prosa aprisa” sepa, las negociaciones para la alianza entre el PAN, el PRD y el PRI llevan muchos meses y en principio hay acuerdos establecidos. El dirigente panista es tal vez quien más consciente está de que solo unidos podrán enfrentar con éxito a MORENA, que, si bien trae por ahora a la candidata del gobernador, Dorheny García Cayetano, muy abajo en las encuestas, en cambio como marca y con el empaque de López Obrador repunta.
En realidad, la fiebre preelectoral ya está encendida desde hace varios meses, y lo de ayer equivale a varios galones de gasolina que vienen a avivar el fuego. El proceso se inicia formalmente en la primera semana de enero. Para los calenturientos ya no habrá reposo… y para los veracruzanos, con tanto ruido, tampoco.
Y Sergio Hernández se para de manos
El diputado local Sergio Hernández Hernández, aspirante panista a la alcaldía de Xalapa, reaccionó de inmediato ayer ante el café de Joaquín Guzmán Avilés con David Velasco Chedraui. Argumenta que la decisión de quién debe ser el abanderado de su partido le corresponde a la militancia activa del blanquiazul y que las dirigencias tanto estatal como municipal deben ser vigilantes y garantes de que se cumplan los ordenamientos internos y que se respete la voluntad de la mayoría.
Su aspiración no es reciente. Tiene años trabajando la plaza y le beneficia que, como dirigente municipal del PAN, su padre, el exregidor Martín Espinoza Roldán, ha montado casas de gestión, que son verdaderas casas de campaña que operan a su favor entre la militancia.
Según las prácticas panistas, la candidatura le correspondería al coordinador de la bancada en el Congreso local, Omar Miranda Romero, afín a la actual dirigencia estatal, aunque declinaría a favor de Velasco Chedraui, y su partido lo postularía como candidato a diputado local en el distrito rural de Xalapa.
Adentro se comenta que a Sergio le ofrecerán ser candidato a diputado federal también por Xalapa y que incluso la dirigencia nacional ya dio su visto bueno, y lo ha encartado; que igual para él funcionaría la alianza al menos con el PRD. Pero él quiere ser alcalde. La tómbola ya está girando.
Unidad Ciudadana
Callados pero los dirigentes de Unidad Ciudadana han estado trabajando. El secretario general del comité estatal, Francisco Hernández Toriz, se multiplica para instalar los comités municipales, como lo hizo el pasado fin de semana en el norte del Estado, concretamente en El Higo, Tuxpan y Tihuatlán, y antes había estado en Jamapa, Altotonga, Coatzacoalcos, Minatitlán, Oteapan, Isla y Santiago Sochiapan.
Ellos traen su modalidad: los candidatos a cargos de elección popular los elegirán los habitantes de cada municipio tomando en cuenta su arraigo y una imagen lo más impecable posible. Hernández Toriz recorre el Estado de jueves a domingo instalando sus comités municipales. Es muy posible que en Xalapa haya designación directa para la alcaldía: la de su dirigente estatal, Cinthya Lobato, bastante bien posicionada, de acuerdo a las encuestas.