Por Yamiri Rodríguez Madrid
Desde que se fue a Morena, a Ricardo Ahued Bardahuill lo han puesto con el bate al hombro para cualquier puesto que en Veracruz tenga problemas. En varias ocasiones se dijo que antes de que cumpliera dos años de gobierno que, al cumplir dos años de gobierno, el Senador sería quien sustituyera a Cuitláhuac García Jiménez.
Ahora inmersos en el proceso electoral, esas voces buenas –o tal vez mal intencionadas-, señalan que si el Movimiento de Regeneración Nacional quiere seguir gobernando la capital veracruzana, tendría que nominar al empresario.
Recordemos que después de haber sido presidente municipal y diputado local y federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), se mantuvo un rato alejado de la política y dio la sorpresa al retornar con nuevas siglas. Dada su trayectoria que ha tenido, honesto y siempre congruente, sabían el activo que representaba y lo nominaron como compañero de fórmula al Senado, de la zacatecana, Rocío Nahle García. Arrasaron en las urnas, pero al poco tiempo, Ricardo Ahued solicitó licencia a su escaño para ocupar la Dirección General de Aduanas, a invitación del presidente Andrés Manuel López Obrador. Un año duró en dicha encomienda y se reincorporó a sus oficinas de Reforma.
Hoy, dada la decepción en que se convirtió el presidente municipal xalapeño, Hipólito Rodríguez Herrero y viendo la baraja tan paupérrima que trae Morena para sucederlo, su única salvación es Don Ricardo, aunque también es cierto, hay muchos morenistas que no lo quieren, que lo miran con recelo, con envidia, porque a él siempre lo candidatean para todo y, a ellos, por más que brinquen y brinquen, nada más no les ven la misma estatura política.
De lanzar Morena al ex alcalde xalapeño como candidato a esa misma posición en 2021, sería el inicio de la campaña de Ahued como candidato a gobernador de Veracruz, descalificando a todos esos y esas que sueñan y se desesperan por dirigir a este estado. ¿Lo dejarán pasar?
@YamiriRodriguez