RESUMEN FEMINISTA 2020: La pandemia que no detuvo a las mujeres #México #Veracruz

/BillieParkerNoticias.com/

México. 1 enero 2020.- En enero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al brote de la enfermedad por nuevo coronavirus 2019 (COVID-19) como emergencia de salud pública de importancia internacional.
En marzo del 2020, se decidió que el brote de COVID-19 podía ser caracterizado como pandemia, la propagación mundial de una nueva enfermedad.

La emergencia sanitaria emergió cuando se perfilaba un año trascendente para los derechos de las mujeres. En marzo celebraría en Nueva York la CSW, la Sesión 64 de la Comisión (de Naciones Unidas) sobre el status de las mujeres. En el Beiging + 25, se revisarían los avances, retrocesos, inercia y resistencias a las que se han enfrentado en la aplicación de la Declaración y la Plataforma de acción Beiging, formulada en 1995.

En México la pandemia de Covid-19 irrumpió en México justo cuando el Movimiento Nacional de Mujeres se fortalecía para demandar el respeto a sus derechos y a las autoridades federales la exigencia de establecer políticas públicas para frenar la otra pandemia, la de las violencias extremas hasta llegar al feminicidio, que al inicio del 2021 aún golpea inmisericorde a las mujeres las niñas y niños ante la inacción gubernamental.

La violencia institucional se vio reflejada desde la negación presidencial sobre el problema que afecta a más del 52 por ciento de la población, ya que se suma la indolencia gubernamental para atender a la infancia mexicana -que merece un tratamiento periodístico aparte-, hasta el aniquilamiento de las colectivas de la sociedad civil, la desaparición de las estancias infantiles, donde se pretendió que fueran las abuelas que se hicieran cargo de la infancia de mujeres que trabajaba; la reducción de presupuestos y la descalificación que merecieron los movimientos nacionales de las mujeres, entre otras condiciones sociales y políticas.

Las mexicanas de todas las edades salieron a las calles, en diferentes fechas culminando el 8 de marzo, fenómeno que se calificó a nivel internacional como una trascendente “primavera mexicana” encabezada por mujeres unidas, sin filias ni fobias, partidismos, colores o ideologías, erigiéndose como el movimiento social a nivel nacional más relevante de las últimas décadas, muy a pesar de las descalificaciones y represión desde la cúpula del poder que promovió con su comportamiento más violencias contra ellas.

El paro nacional más significativo de todos los tiempos del pasado 9 de marzo del 2020 dejó en claro que no hay un México sin nosotras, en todos los ámbitos. Sin embargo, el embate institucional y de poderes fácticos e incluso familiar, se recrudecieron durante la pandemia por diversas circunstancias que evidenciaron el origen de las violencias y el poco avance de los derechos de las mujeres en el país.

El impulso que se observó durante el primer trimestre del 2020 del movimiento nacional de las mujeres se vio frenado abruptamente por la obviada y recurrente infiltración de los gobiernos federal y de la Ciudad de México, pero sobre todo, por las causas estructurales que rodean a las mujeres que se exhibieron por la pandemia.

Las mujeres en su mayoría trabajadoras con triples jornadas, tuvieron que reducir drásticamente su participación en el movimiento nacional feminista por ver alterado su ritmo laboral, que además de trabajar en casa, entre otras labores, tuvo que hacerse cargo de la educación de sus hijos al mismo tiempo de suplir un inexistente sistema de cuidados de quien en la familia enfermaba debido al errático manejo de la pandemia en México, que se convirtió en una gran sobrecarga de trabajo, sin darle posibilidades de movilizarse, como lo hicieran el 8 de marzo del 2020.

Por tal motivo esta semana revisaremos mes a mes del 2020, lo ocurrido en estas circunstancia que rodearon al hoy aletargado movimiento en el mundo físico, no así en el mundo virtual, en el que han incursionado con éxito pese a la violencia digital que también se ha incrementado como respuesta a su demanda de respeto a sus derechos, por parte de un sistema patriarcal que utilizó el confinamiento para agredir a niñas y mujeres y niños aprovechando que el gobierno negaba lo que sucedía.

Desestimación negligente que evidenció al silencio del sistema federal, aún cuando presumen de que en el gabinete hay paridad, como una fuente que alimentó la impunidad y canceló el discurso político que exhibe una supuesta transformación que para las mexicanas no existe y en cambio, mostró una evidente regresión que se tradujo en el incremento en feminicidios, violencia intrafamiliar, recortes presupuestales, indolencia ante las enfermedades crónicas y atentados contra sus derechos reproductivos, entre otros, muchos males, que fueron reprobados por la comunidad internacional.

No obstante lo anterior, la pandemia y sus autoridades, no detuvieron a las mujeres mexicanas que solo esperan el regreso a la seminormalidad para continuar con su luchas, con nuevas y emergentes herramientas, tiempos y escenarios a su alcance, como aconteció durante el 2020.
Un año de pandemia, que pese a las resistencias, no pudo frenar a las mujeres.