- La presidenta de la CNDH entregó informe al Congreso y reconoció que las feministas no han desocupado las instalaciones del Centro desde septiembre pasado.
- Aplaudida por el partido oficial y el Partido del Trabajo, criticada por la presidenta de la comisión del senado sobre Derechos Humanos, habló de sus recomendaciones al IMSS y al ISSSTE
Libertad López/
SemMéxico, Cd. de México, 28 de enero, 2021.-La creciente violencia contra las mujeres requiere soluciones urgentes y contundentes, afirmó esta tarde la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, quien ante diputados y senadores, reconoció que en México la violencia de género “es una pandemia tanto o más lacerante que la del COVID”.
La presidenta de la CNDH entregó su informe anual, al pleno de la Comisión Permanente y habló reiteradamente de los resultados de su gestión. Buena parte de su discurso lo orientó en como ese órgano autónomo ha trabajado muy duro y claro, en reconocer que las violencias contra las mujeres y el feminicidio, son una realidad en todo el país, que merece acciones “urgentes y contundentes”.
Ahí destacaron los aplausos de congresistas, especialmente del Partido del Trabajo y Morena, que parecían muy contentos por el énfasis de Piedra Ibarra sobre el grave fenómeno de la violencia de género, en tanto la oposición recordó cómo llegó a la CNDH, tanto que la senadora Kenya López Rabadán enfatizó nunca, a lo largo de los treinta años de existencia de la institución, encargada de defender los derechos fundamentales, ha sido tan cuestionada.
Piedra Ibarra, como se lee en su mensaje, elaboró un discurso oficial centrado en cómo ha dado atención a las mujeres, por la gravedad del caso del fenómeno, y dijo que en la ocupación de sus oficinas por feministas y madres de asesinadas, “negoció” y dijo que ahí «no queda ya ninguna de las víctimas, cuyas demandas motivaron la toma, ya que a todas se les ha atendido y acompañado».
Frente a diputados y senadores, la presidenta de la CNDH explicó que en México hoy la violencia contra las mujeres es, como señalan las feministas, una pandemia tanto o más grave que la de las consecuencias de la COVID 19.
De su diagnóstico, que le ha permitido su desempeño, afirmó que, además de las cuestiones derivadas de la pandemia, se subrayan tres demandas de la sociedad mexicana por la violación de derechos humanos: la violencia contra las mujeres, la atención a las familias de personas desaparecidas y el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Estos son, describió son los tres asuntos que exigen el trabajo fundamental de la Comisión a su cargo, pero también, hizo notar, son asuntos de los tres poderes de la unión, de los gobiernos estatales, ayuntamientos, de jueces y fiscales, tanto como de las instituciones y organismos defensores de derechos humanos e instancias de atención a las víctimas.
Reiteró, a lo largo de su discurso, explicando cómo actuó ante la creciente violencia de género con varios pronunciamientos y exhortos a todas las autoridades.
“El 7 de mayo emitimos un exhorto a los gobiernos federal, estatales y municipales a reconocer y emprender planes emergentes para combatir el problema contra las mujeres agravado por la contingencia sanitaria por el Covid-19, y el 8 de junio reiteramos este llamado ante la ausencia de respuestas adquiriendo el compromiso de elaborar una recomendación general para toda las instituciones federales y locales que, en efecto, fue emitida el pasado 30 de noviembre, incorporando además las demandas de los colectivos que habían ocupado en nuestras oficinas y que se sumaron a nuestro trabajo”, detalló.
Y agregó sobre la ocupación de la sede de la CNDH en el centro de la Ciudad de México por parte de grupos feministas desde el 4 de septiembre, que desde el primer día de su gestión decidió «abrir las puertas a todas y a todos» y decidió que la Comisión «sea la casa de la víctimas».
Informó que la propuesta la Comisión es que esa sede – en la calle de Cuba 60- se convierta en un centro de atención a las víctimas, la misma propuesta de las feministas ocupantes, pero ella ha dicho que ello, sin la rectoría de la CNDH
Luego describió una larga lista de acciones sobre el tema, y entre otras cosas recordó que se opuso, el año pasado, a la difusión de la campaña Cuenta hasta 10 y que Gobernación e Inmujeres, acataron el llamado.
Explico su idea de la casa de las víctimas donde sus funcionariado principal esté formada por las ocupantes, que “sean su voz y sus manos”, porque, dijo, “Esto es lo que explica, en buena medida, lo que pasó el 4 de septiembre de 2020 “, informó que las oficinas siguen retenidas, comentando sobre las protestas de colectivas feministas que tomaron ese espacio.
Pero, sin embargo, hizo notar que en esas oficinas ya no queda ninguna de las víctimas con demandas que motivaron la movilización del 2020.
“A todas se les ha atendido y se les sigue acompañando. Son casos complejos, porque requieren de la participación de otras autoridades locales y federales, pero cuando ha sido necesario hemos atraído los casos”, explicó.
Contradictoriamente, sin embargo, llamó a las ocupantes de la sede de Cuba para que entreguen las instalaciones y se puedan convertir en un centro de atención a las víctimas.
Refirió que en 2020, la CNDH presentó 103 recomendaciones por violaciones a los derechos humanos, 90 recomendaciones particulares, 11 recomendaciones por violaciones graves y dos recomendaciones generales
Entre ellas 14 fueron para el Instituto Mexicano del Seguro Social, 11 para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, -relacionadas con la violencia obstétrica y falta de servicios-, así como 6 para el Instituto Nacional de Migración, y 5 tanto para la Comisión de Prevención y Readaptación Social como para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Sobre ello Piedra Ibarra dijo que la CNDH «reconoce la existencia de una debilidad institucional para atender la crisis de desapariciones”, la atención a los reclusorios, y por ello reconoce los esfuerzos individuales, de familias, colectivos y Organizaciones de la Sociedad Civil para buscar a sus seres queridos.
Posicionamiento de la Senadora Kenia López Rabadán
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, recordó, una y otra vez, cómo la designación de Piedra Ibarra fue irregular. “Cómo olvidar el 12 de noviembre de 2019, cuando en medio de jaloneos, pancartas y gritos, rindió protesta como titular de la CNDH, en una de las sesiones más lamentables y polarizadas en la historia del Senado de la República”.
Explicó que es pública su posición sobre el rechazo a ese proceso tan desaseado en el que incluso, el partido mayoritario en el Senado tuvo que recurrir al deshonroso robo de dos votos. Luego dijo que es grave la crisis de derechos humanos, incluso por la pandemia por la que atraviesa el país. Por ello enfatizó se necesitaba que, a pesar de la forma en la llegó Piedra Ibarra a la presidencia de la CNDH, se hiciera un gran trabajo. Lo que no sucedió.