Números Rojos.
Brenda Caballero.
Antes de iniciar esta columna, le pido piense en dos preguntas y responda sinceramente.
¿Es usted de los que pregunta cuando algún amigo, familiar, compañero o conocido está enfermo?
¿Lo hace porque le interesa su salud y pronta recuperación o simplemente por curiosidad o morbo?
Leo atentamente en esas benditas redes sociales que se han convertido en el pan nuestro de cada día, cómo nos polarizamos más, ahora que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio positivo a Covid 19.
Desde que López Obrador informó en sus benditas redes sociales que se había contagiado de Covid, los memes sarcásticos y otros de mala leche no se hicieron esperar. Conforme pasaron los días y el presidente no aparecía, la especulación creció.
Desde el jueves empezaron a circular en whatsapp conversaciones de un posible infarto. Claro, esa información la puede hacer cualquiera y circularla. Recordemos que las fakenews abundan.
La visita del padre Solalinde más la tendencia del “derrame cerebral” fueron parte de la antesala para que el viernes circulara muy temprano “información” (o desinformación”) de que el Presidente había sufrido una embolia o derrame cerebral… ¡hasta le crearon parálisis facial!
La polarización en México ha tachado a la prensa mexicana hasta de carroñera tan solo porque los reporteros preguntaron en la Mañanera por la salud del Presidente… ésa es parte de su trabajo: cuestionar e informar.
Estos días, la incertidumbre sobre la salud del Presidente provocó tantas aristas y cuestionamientos hasta el grado de preguntarnos si tenemos derecho los mexicanos a saber del estado de salud del Presidente y de nuestros gobernadores o funcionarios; o debe manejarse como información confidencial?
Ya lo dijo el mismo López Obrador: “Yo no me pertenezco, soy de ustedes, del pueblo”.
A pesar de ello, sus funcionarios priorizaron el tema de su salud como confidencial.
Durante la pandemia, varios gobernadores, alcaldes y funcionarios han pasado por el Covid, y no recuerdo que alguno manejara el tema como confidencial. ¿Por qué sí el Presidente?
Por fortuna, y por el bien económico, político y social de nuestro país, mientras hacía esta columna, el Presidente transmitía en vivo desde Palacio Nacional, un mensaje que todos esperábamos para acabar con rumores y malos entendidos.
En el video de poco más de 13 minutos, agradece dos cosas: el poderse comunicar y mandar un mensaje de unidad, y las muestras de cariño a todos los gremios y hasta a sus adversarios políticos que le desearon parabienes y expresaron su preocupación por su salud.
Aunque el mensaje principal es seguro que haya sido éste, que indica que su estado de salud va mejorando: “No se puede vencer a quien no sabe rendirse”… genio y figura… ¡No! Mejor no completemos el dicho, porque en una de ésas me dicen columnista carroñera.