Sin tacto.
Por Sergio González Levet.
Desde diciembre del año pasado hasta el 6 de junio de éste, los mexicanos recibiremos a través de las estaciones de radio y de televisión la friolera de casi 20 millones de spots, con los que los 10 partidos políticos nacionales (Morrena, PAN. PRI, PRD, PVEM. PT, Fuerza por México, Movimiento Ciudadano, Partido Encuentro Solidario, RSP) nos tratarán de convencer de que tienen la mejor oferta para los electores.
A ésos, hay que agregar varios partidos locales que, en el caso de nuestro estado son cuatro (Partido Unidad Ciudadana, Partido Podemos, Todos por Veracruz y Partido Cardenista).
Así que los veracruzanos nos estamos reventando la bonita cantidad de un millón de spots, distribuidos por cierto de una manera muy extraña, porque a los nuevos partidos apenas les toca una decena a cada uno, mientras los grandes se sirven con la cuchara grande y disfrutan de cientos de miles de mensajes gratuitos enviados por las ondas hertzianas a toda la geografía estatal.
Así que 49 millones 118,548 ciudadanas mexicanas y 45 millones 880,701 ciudadanos mexicanos terminarán con las orejas coloradas y medio marchitas por tanto anuncio mal hecho, aburrido, igual que los comerciales de siempre (aunque todos los creativos de los partidos dicen que son innovadores como nunca).
En estas tierras, quedaremos con orejas de alcachofa 6 millones 018,146 ciudadanos, de los cuales 3 millones 162,843 son mujeres y 2 millones 855,303 son hombres.
En la campaña de 2018 se lanzaron al aire cerca de 18 millones de spots, y de todos ellos sólo quedó el recuerdo, ya difuso, del spot que cantaba el pequeño Yuawi López, niño wirrarika, de la tribu huichol de Chiapas, para el partido de Dante Delgado, que tuvo mucho éxito como producción, pero pocos votos le dio al movimiento naranja, movimiento ciudadano, de acuerdo con los magros resultados que obtuvo, sobre todo en Veracruz. ¿O no?
Pero, bueno, ahora cada vez que usted enciende su radio o su televisión, seguramente escuchará las ocurrencias de los dueños de los partidos políticos, que en esta ocasión siguieron insistiendo en sus promesas vacuas y en sus afirmaciones de que a ellos solamente les interesa el bien común, lo que no es nada común.
Por lo que conozco, son muy pocos los dirigentes de partidos que realmente tienen la intención de apoyar a los ciudadanos. La mayoría de ellos piensa en cómo llenarse los bolsillos con las jugosas prerrogativas que les otorga religiosamente la autoridad electoral, ya sea el INE o el OPLE.
Esta vez nos gastaremos en el proceso alrededor de 24 mil millones de pesos, que es el costo de la democracia (y de la corrupción, que persiste).
Calcule usted que 20 millones de spots de medio minuto cada uno representan 10 millones de minutos. Son 166,667 horas, que dan 994 días (me podrá decir alguien que esa cantidad de días representa más de dos años cuando el proceso dura a lo sumo seis meses; lo que sucede es que muchos de ellos pasan simultáneamente en muchas estaciones).
Así que paciencia, pues, y mucha tolerancia, que ya falta menos,
sglevet@gmail.com