Los avatares de Abiram.
Norma Trujillo Báez/ La Jornada Veracruz 2015
“Nos subimos a un camión y nos pusieron las pulseras, las gorras del PRI y todos éramos priístas, así entramos, allí nos quitamos las gorras y con toda la vergüenza aquí están las pulseras para el acceso, nos disfrazamos de acarreados”, fue la hazaña de tres integrantes del Colectivo por la Paz –Xalapa, para poder colarse al velódromo en donde el gobernador Javier Duarte de Ochoa rendía su V informe (16 de noviembre de 2015) y exigir que haga caso de las desapariciones forzadas, “porque son muchos los jóvenes que han desaparecido, porque no buscan a nuestros desaparecidos”.
Después de bajar las escaleras del Velódromo, agitados, con preocupación y miedo porque personal de gobierno del estado y seguridad pública los perseguía, cuando se dirigían hacia Circuito Presidentes, Sara González Rodríguez, Yolanda Espíritu y Abiram Hernández, se detienen para responder a las preguntas, “Sabemos que siempre el gobierno hace esto, te invitan como colonos y priístas, por eso hicimos esto, porque ando en busca de mi hijo desaparecido con la novia, hay 25 familias con 29 desaparecidos y no nada más estoy buscando a mi hijo, sino a todos los desaparecidos, lo que exigimos es que en realidad los busquen”.
Sara levanta sus brazos para enseñar las pulseras que tuvo que ponerse, una para entrar a las gradas y otra hasta el lugar en donde estaba el gobernador, porque están cansados que se den reuniones con el Fiscal del Estado, Luis Bravo Contreras, pero que no haya soluciones, porque esa será cuando les entreguen a sus hijos, “hoy nos disfrazamos de acarreados para poder entrar, pero cuando “sacamos las lonas, se acercaron a agredirnos y a tirarnos en el suelo”.
En una mini manifestación dentro de la ceremonia del V Informe de Gobierno, sus lonas fueron robadas, “las del colectivo con todas las fotos de desaparecidos de la capital del estado y la de mi hijo (Ivanhoe Mass González) y rescatamos las lonas y cuando ya las teníamos extendidas otra vez nos las arrancaron nuevamente, a patadas y golpes nos tuvieron en unas butacas”.
Denunciaron que en cuestión de segundos fueron rodeados por hombres vestidos con pantalones color beige y guayabera blanca, todos portaban insignia del gobierno del estado, mientras que unos 15 jóvenes colocaban una manta de seis metros enfrente de donde se daba la discusión con la leyenda “Gracias señor gobernador por el apoyo a los Institutos Tecnológicos de Veracruz”.
Les ofrecieron una audiencia con el gobernador Javier Duarte, pero en respuesta ellos pidieron que si pero se reciban a tres colectivos: Solecito de Veracruz, familiares de desparecidos de Córdoba-Orizaba y colectivo por la Paz -Xalapa, para que sepa que la exigencia es “que se pongan a buscar a nuestros desaparecidos, no nadamás darnos largas y darnos atole con el dedo”.
De los dos casos que han resuelto hay dudas, sostuvo la madre de Ivanhoe Mass González, porque en el caso de una joven desaparecida, a los tres años que llevaron el cuerpo a la fosa común se las entregan a la madre y otro caso, le entregan unas cenizas y aseguran que es del familiar.
Sara busca a Ivanhoe
Ivanhoe Mass González desapareció el pasado 14 de marzo del 2010. Tenía 31 años cuando desapareció al igual que su automóvil blanco Nissan placas 935STJ modelo 2002 y es ingeniero agrónomo y en el momento de su desaparición estaba trabajando en la empresa “Producciones Elisea” donde colaboraba para traer al estado algunos artistas para diversos eventos públicos.
Yolanda Espíritu busca a Ivonne Amador Espíritu, Miriam Itzel Luna Espíritu.
Ivonne Amador Espíritu, Miriam Itzel Luna Espíritu, Jorge Barrera Fernández y Luis Alberto Torres Castillo, todos ellos era compañeros de trabajo, se desempeñaban como custodios en los Centros de Readaptación Social y desaparecieron desde el 14 de octubre de 2011.
Yolanda es madre de Ivonne Amador Espíritu, Miriam Itzel Luna Espíritu, una trabajaba en Poza Rica y la otra en Pacho Viejo. Pero no las buscan y he pedido al gobernador Javier Duarte que me atienda, él dijo que estaba interesado en mi caso, pero jamás volvió a hablar conmigo.
“Cómo sea pero que nos las entreguen”, dijo Yolanda con lágrimas en los ojos, quien relata “otra crueldad, que en la Dirección de Prevención y Readaptación Social, nos piden las actas de defunción para dar un finiquito cuando nosotros estamos teniendo una esperanza de encontrarlos vivos”.