La sucesión de Cuitláhuac #DelaSemana

La insoslayable brevedad

Javier Roldán Dávila

La ambición desmesurada es al proyecto lo que la confianza al gato

Sin duda, los resultados del pasado proceso electoral fueron un bálsamo para Cuitláhuac García Jiménez y su equipo, de no pasar nada extraño, garantiza su permanencia hasta el final del sexenio.

En este contexto, la lucha por ocupar la candidatura de MORENA a la gubernatura del estado se convertirá en la agenda dominante en los próximos meses, consideran que la permanencia del proyecto está garantizada y, por lo tanto, quien sea candidato (a) ocupará la silla principal del Palacio de Gobierno del 2024 al 2030.

Esta disputa sucesoria puede convertirse en un serio problema para Cui, sino pone control en su gabinete y para que esto ocurra, el mandatario tiene que hacer algo que no acostumbra: política.

En efecto, es necesario establecer los causes para la operación de los suspirantes, las patadas debajo de la mesa podrían desestabilizar la administración local y provocar, lo que ni la oposición ha podido hacer, la fractura de la 4T en Veracruz

Ya hay muestras en este sentido, personajes que se promueven mediáticamente olvidando la lealtad a la causa, para convertirse en ‘vulgares y ambiciosos’ precandidatos que sólo trabajan para intereses facciosos.

Si el góber no se pone abusado, el asunto se convertirá en una guerra fratricida que será oxigeno puro para el alicaído bloque opositor.

Veremos si García se aplica o deja todo a la inercia, como hasta la fecha ha ocurrido.