Tessa Galeana – Escritora
Las canas en las mujeres son sinónimo de descuido, mientras que en los hombres son sinónimo de madurez, claro que es la mirada patriarcal, es aquella en la que le dicen a las mujeres que no deben verse viejas ni acabadas, porque una mujer “tiene que verse” joven siempre.
La vejez en las mujeres representa desatención, desarreglo y fodonguez. La imagen de Sarah Jessica Parker, que le ha dado la vuelta a las redes, es el resultado de esa simbología que estereotipa a las mujeres y que, justamente, es la que termina por aplastar a las figuras públicas, cuando ellas deciden no seguir el canon de belleza impuesto.
Las mujeres tenemos derecho a envejecer y no es el cuerpo que nos pasa factura ¡Es la naturaleza del ser humano! Envejecer es parte de nuestro proceso de vida y creer que nos tenemos que ver jóvenes siempre, para satisfacer la mirada masculina, es patriarcal.
No tenemos que gastar cantidades exageradas de dinero para cubrir las canas o comprar productos para que no se nos noten las arrugas, no tenemos que darle más gusto al sistema. Al final, nuestra cuerpa es nuestra y nosotras decidimos sobre ella.
Va siendo hora de resignificar las canas, las arrugas, los senos caídos, la celulitis, las estrías. Va siendo hora de olvidar “el cuerpo femenino perfecto”, porque cada cuerpa es como es, cada figura es especial. Va siendo hora de dejar de contribuir con estereotipos que solo nos lastiman y duelen.
Las canas en las mujeres son rebeldía y antisistema. Las mujeres tenemos derecho a envejecer con respeto y a gozar dignamente de la edad que tengamos, sea cual sea.
Foto: Pantene en Twitter.