SECTOR SALUD. Heroínas y héroes, EN BATALLAS PERMANENTES.

Mutatis mutandis.

SECTOR SALUD. Heroínas y héroes, EN BATALLAS PERMANENTES.

Por Rafael Arias Hernández.

¿Somos congruentes con nuestra existencia?

¿Asumimos plenamente la realidad que nos ha tocado vivir?

O, como es frecuente solo vemos, ¿lo que queremos ver?

Desde esta perspectiva, es oportuno recordar, que siempre estamos frente al dilema, de ser o no ser fieles a la realidad.

De los innumerables temas que podemos y debemos abordar.

De la multitud de ideas que renuevan y crean, muestran y difunden, tanto la impresionante revolución tecnológica, como la fortalecida comunicación social e individual; de esas, al alcance y uso de todos, a través de medios de comunicación (nuevos y viejos), hay algunos temas que vale la pena abordar, comentar y reflexionar.

En esta ocasión, se aborda una idea simple y sencilla, que muestra en mucho, quienes somos y que sentido de justicia y reconocimiento tenemos del trabajo, obras y aportaciones de otras personas y grupos sociales.

Tal es el caso de identificar y estimular, lo que se propone hacer para mejorar; lo que se hace bien y resulta en logro o avance; o incluso, hasta lo que se reconoce y acepta, como intento serio y responsable.

 

TRABAJO RESPONSABLE, EN AUMENTO Y SIN DESCANSO.

En esta perspectiva, se debe entender, apoyar y fortalecer,  el trabajo perseverante y puntual, que desde siempre, pero más desde casi un año y medio, se ha vuelto más relevante y notorio por las incontables vidas que ha salvado

Trabajo que ellas y ellos, realizan en el sector salud, con responsabilidad, atención y entrega; trabajo siempre presente en  medicina,  enfermería y trabajos de apoyo del sector salud.

Esfuerzo agobiador y creciente, que día con día, momento a momento, se hace presente, frente a enfermedades o pandemias, padecimientos o terapias.  Notoria dedicación y atención, que apoya  conservación o recuperación de la salud de la gente, reafirmando esperanza y confianza en la vida.

De ahí, que es importante pasar, del sustentado reconocimiento público a quienes realizan este tipo de esfuerzo cotidiano, a la petición de apoyo real y fortalecimiento efectivo a su trabajo.

La cuestión es simple. Es importante, pasar de las palabras a los hechos. Para hacerlo, he aquí algunas propuestas.

  • Asegurar, un mayor apoyo presupuestal e institucional, a organismos y dependencias gubernamentales que ofrecen servicios de salud.
  • Aprobar, cuanto antes, tanto mayores sueldos y mejores prestaciones, como estímulos y reconocimientos, a profesionales de enfermería, medicina, y todas las especialidades involucradas, así como a todos los trabajadores del sector salud, tanto público como privado.
  • Impulsar, estrecha coordinación y mayor apoyo efectivo, con el sector educativo, para asegurar y mejorar una renovada cultura de la salud, individual y colectiva. La educación en salud es vital para sobrevivir y mejorar la existencia; debe iniciarse desde la infancia, prolongarse toda la vida de cada persona, y otorgarse a las futuras generaciones, en forma de experiencia y conocimiento, de lo padecido, conocido y comprobado.
  • Establecer y fortalecer, más y mejor integración, comunicación y coordinación, entre los ámbitos de gobierno (federal, estatal, municipal y autónomo), para asegurar y ofrecer servicios de salud, en cantidad y calidad suficientes.
  • Replantear y fortalecer la vinculación y participación, de Universidades Públicas e Instituciones de Educación Superior, en la enseñanza, aplicación, investigación, difusión, creatividad e invención del conocimiento teórico y aplicado de las ciencias de la salud.
  • Establecer los mecanismos y procedimientos accesibles y seguros, para ofrecer medicamentos, terapias y servicios, necesarios para conservar, fortalecer o recuperar la salud humana.
  • Considerar y atender los aspectos socioemocionales que la población debe tener y atender.

Frente a la problemática presente y futura, que en muchos aspectos se atiende y controla, se debe reconocer que la cobertura, cantidad y calidad de los servicios de salud aún son insuficientes, ya que buena parte de la población no tiene acceso, ni es atendida. Está excluida, y no puede atender o curar, sus enfermedades y padecimientos. Porcentaje de desatención e insuficiencia institucional, que puede aumentar ante los efectos pandémicos, la multiplicación de contagios; y más, ante insuficiencias presupuestales, carencia o mal estado de infraestructura, ausencia de profesionales, etc.

A su manera y de acuerdo a sus capacidades, condiciones y recursos, cada país enfrenta estos complicados problemas. Mientras, en aumento, contagiados, afectados y muertos; y también, los que se atienden y recuperan. Las batallas siguen y seguirán. Importante apoyar a los que apoyan. No están ni estarán solos.