La extorsión de Alejandro Gertz

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/Héctor de Mauleón/

*“Si se les ocurre dar una entrevista, que se atengan a las consecuencias”.

El mensaje llegó en noviembre de 2020, a través de Fernando Díaz Castañares, concuño del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo.

Era el mensaje que —según revelan un grupo de audios a los que tuvo acceso el columnista—, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, enviaba a los hijos de Alejandra Cuevas Morán, encarcelada en Santa Martha Acatitla desde octubre de ese año:

“Si se les ocurre presentar un escrito, si les ocurre mandar una carta a los medios, si se les ocurre dar una entrevista, si se les ocurre, qué se yo… resbalarse con una cáscara de plátano (…) ahora sí, que cada quien se atenga a las consecuencias”.

Federico Gertz, el hermano del fiscal, falleció en el hospital ABC en septiembre de 2015. El hoy fiscal general acusó a la mujer que había vivido con él durante medio siglo, Laura Morán Servín (hoy de 93 años), así como a su hija, la ya mencionada Alejandra Cuevas (de 68), de homicidio doloso, “por haberlo dejado morir sin proporcionarle la atención médica que requería”.

La señora Laura y su hija (que no vivía en el domicilio y solo iba a verlos una vez a la semana) demostraron que al enfermo se le habían practicado estudios y exámenes de laboratorio, que había sido revisado por médicos y atendido por enfermeros, y que se le habían comprado los medicamentos que se le recetaron.

La denuncia no procedió en dos ocasiones. E incluso el magistrado Horacio Hernández Orozco señaló que la señora Laura había hecho todo lo que se le podía exigir y “que, si en todo caso hubo una mala praxis de los médicos, habría una noción ajena a la acusada”.

La demanda se reactivó cuando Gertz Manero se convirtió en fiscal general. He relatado en otra entrega que exigió que la señora Laura renunciara a la pensión de 80 mil pesos que le había dejado su compañero sentimental, que le devolvieran 3.5 millones de pesos que había en una cuenta mancomunada, y que le devolvieran varias obras de arte.

En octubre, Alejandra Cuevas Morán fue detenida y a su madre se le consideró prófuga. De la denuncia interpuesta por el fiscal fue excluida la otra hija de la señora Laura: Laura Cuevas Morán, cuya hija está casada con el gobernador Del Mazo.

La familia accedió a las pretensiones del fiscal y buscó un camino para que su madre recuperara la libertad. Alfredo del Mazo fue el canal de comunicación entre Alejandro Gertz Manero y los hijos de Alejandra Cuevas. El concuño del gobernador, Fernando Díaz Castañares, era quien llevaba y traía los mensajes.

En los días 5, 16, 20 y 24 de noviembre se sucedieron reuniones y llamadas con Díaz Castañares.

A este personaje se le oye decir en uno de los audios que el fiscal mandaba decir a los familiares “que la solución es por aquí, que si ellos piensan que la solución es por otro lado, es porque todavía no se sienten parte del problema, ellos creen que son ajenos al problema, pero yo les puedo demostrar que son parte del problema (…) Entonces, la solución es por aquí, si se les ocurre en pocas palabras, hacer otra cosa, pues bueno, ahora sí que cada quien se atenga a las consecuencias”.

En los audios se oye a Díaz Castañares decir que al fiscal le molestó que su hija hubiera sido citada a declarar: “que primero logren que los citatorios queden sin efecto, o sea los citatorios a sus hijas sobre todo”. Según otro fragmento de las conversaciones, Del Mazo le comunicó al fiscal que los familiares de Cuevas Morán estaban muy angustiados y querían que les concediera “unos minutos”.

La respuesta, según Díaz Castañares, fue: “A ver, yo ya se lo dije a usted… yo no voy a hablar con nadie que no sea usted… No sé si entienden, no entienden o no quieren entender. Transmítaselos. Quiero que lo que les pedí lo hagan y lo hagan rápido”.

De los audios resaltan los siguientes fragmentos: “Necesitamos ir juntos para desistirnos de los citatorios… o sea la única manera en que, digamos, en que la van a soltar es… si el ministerio público nos ve a las partes que dicen… ‘oigan, pues ya nos pusimos de acuerdo’ (…) que se desistan de los citatorios que tanto le molestaron”.

“Que vayan viendo con la persona que está detenida pues que presenten alguna cosa de que, en todo caso su participación no fue, no estuvo ahí, que ella no vivía ahí… entonces esto es lo positivo porque el ya también está buscando una salida”.

“Esta pinche que te lo diga yo, pero alguien te lo tiene que decir, cabrón, es que pues sí no le digas a tu mamá que esto va a estar en cinco días, ¿eh?, o en una semana… pero vaya, tampoco va a estar seis meses… (Él) está tan metido que hace 15 minutos que estaba yo con Alfredo le volvió a llamar”.

“Volvemos a lo mismo. ¿Qué prefieres? Ya cumpliste con todo, estás poniéndote de acuerdo nada más en los detalles para salir de esto: o te pones de acuerdo en los detalles y más o menos sigues la ruta que él está marcando, o se regresan a la casilla cero y en la casilla cero, con otras dos órdenes de aprehensión en contra de tus hermanos o ve tú a saber quién… Ya se caminó mucho hacia delante, ustedes ya sacrificaron muchas cosas, y yo creo que lo que toca ahora es conseguir el objetivo”.

“Yo lo que haría es mantener un poco la calma… seguir por esta ruta… la estrategia legal, insisto, no se va a resolver la semana que entra, pero por lo menos ya tienes una ruta muy clara marcada de que sí lo quiere resolver, siempre y cuando no lo hagan enojar. Ese es en pocas palabras el mensaje”.

Un año más tarde Alejandra Cuevas sigue presa y Laura Morán se ha convertido en la mujer más longeva sobre la que pesa una orden de aprehensión por homicidio.