El hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán, volvió al centro de la polémica por su vida lujosa en casonas de Houston, según una investigación realizada por el equipo de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, y Latinus.
Un reportaje que ha generado un escándalo que equiparán a la casa Blanca de Peña Nieto, pese a que lanzaron a los boots de presidencia a defender a los hijos del Presidente, quien en su narrativa de la 4T asegura que los familiares de funcionarios y servidores públicos no deben presumir fortunas.
Es decir contradice el discurso de austeridad de su papá, el presidente de México, pues ocupa una mansión de un millón de dólares y una camioneta Mercedes Benz valuada en casi 70.000 dólares.
La información de MCCI también detalló que López Beltrán y Adams vivieron en una mansión en Conroe, Texas. Se trataba de una propiedad de un directivo connotado de la petrolera Baker Hughes, quien además sostiene contratos con el Gobierno de México por 151 millones de dólares. El hijo de AMLO después se mudaría a Cypress, en el condado de Harris, en una propiedad que, al igual que la primera, está a nombre de su pareja.
El discurso del presidente de México ha insistido en no ser “ambiciosos” e, inclusive, en sus más recientes discursos ha instado a los ciudadanos a que digan no a las banalidades y excentricidades. “Si ya tenemos un par de zapatos, ¿para qué más? Si se puede tener un vehículo modesto, ¿por qué el lujo?”, sentenció en su conferencia de prensa diaria en Palacio Nacional.
Todo el fin de semana los memes, los videos con el discurso del Presidente contrastando con la realidad, se han viralizado sin que Presidencia o el mismo Andrés Manuel López Obrador diga algo de los lujos que presumen los hijos en redes.