/ Guadalupe Loaeza /
La estupidez no tiene fronteras, pero al estúpido hay que ponerle límites. Albert Einstein
¿A quién le conviene que vayamos a votar el próximo domingo? ¿A quién quiere engañar la consulta de la Revocación del Mandato? ¿Quiénes serán los que voten mayormente para favorecer al gobierno actual, en especial a López Obrador? Estas tres preguntas están encaminadas a un mismo sector de la sociedad, al llamado “pueblo bueno y sabio”. ¿A quién podría perjudicar el hecho de que haya mucho abstencionismo? ¿Quiénes constituirían en su mayoría a los revocacionistas? Y ¿quiénes son los verdaderos provocadores de este ejercicio tramposo? El gobierno y su Presidente. Sean los resultados que sean: ¿quiénes serán los verdaderos perjudicados? ¿Quiénes se encuentran en una vorágine de descalificaciones organizada por la 4T? ¿Con qué organismo intenta esta consulta terminar de una vez por todas? Aquí la respuesta es todavía más fácil y directa: con el INE. Es tan obvio que incluso aquellos que no entendimos en un principio para qué demonios se organizaría un ejercicio absolutamente inútil, finalmente resultó muy evidente.
La consulta de Revocación de Mandato es un ejercicio, repito, manipulador, intencionalmente enredado y es un insulto a la inteligencia de los votantes. No hay una población significativa fuera de Morena que esté buscando esa revocación. Es una pantomima sumamente costosa. Con lo que ya se gastó en ella se podrían construir hospitales, escuelas, comprar vacunas, tratamientos para niños con cáncer, ayudar a las madres a tener guarderías para sus hijos.
Sólo el Presidente y los miembros de su partido están empeñados en que la votación sea muy numerosa, ¿por qué? Porque es un ejercicio destinado a promover al Presidente, a ratificarlo. No obstante, sospechamos que dadas las múltiples circunstancias de yerros, metidas de pata diplomáticas, declaraciones insulsas, mañaneras soporíferas, insultos a la prensa, falta de empatía, egocentrismos, mentiras dichas de mala fe y simple ignorancia, la popularidad de la 4T (la verdadera mafia de joder) en general, ha disminuido. No nada más la del Presidente, sino la de su gabinete, en especial, del nuevo embustero, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y para colmo, la del Ejército, la de la Marina y la Guardia Nacional. Entre quienes no han padecido esta baja en su aceptación, es en el crimen organizado y que seguramente irá a votar por la continuación de un gobierno tan favorecedor.
Respecto a la Revocación del Mandato, lo peor que puede pasarles a los promotores es que las urnas se queden vacías y no entremos en su juego. Si el resultado es que se quede, López Obrador lo usará para buscar prolongar su mandato. Si va mucha gente y el resultado es que se vaya, dirá que hubo trampa y lo usará para destruir al INE.
Lo que más le preocupa es reconocer que no moviliza a los ciudadanos y las urnas queden vacías. No votar en este caso (por más que duela a los que acostumbramos a votar) es la mejor manera de no validar un ejercicio tramposo.
La trampa está hecha para que López Obrador se quede, no para que se vaya. ¿Cómo explicar el frenético interés del propio mandatario para que vayas a votar aunque sea en contra?
Es una trampa.
Aunque ya se ha mencionado con insistencia, las figuras de Chávez, Maduro, Ortega y ahora probablemente también Lula, no dejan de incomodarnos. Nuestra América Latina ha estado plagada por años de estos tramposos. No podemos negar que, últimamente, escuchamos pasos en la azotea, aunque en un principio nunca creímos en esa posibilidad, ahora con López Obrador, nos lo preguntamos aterradas.
¿Qué pasa con la jefa de Gobierno, que llama a votar el domingo, durante un mitin para respaldar la reforma eléctrica? ¿Por qué los de la 4T actúan ante la ley electoral con tanta impunidad y cinismo? Porque pueden. Aunque de un tiempo para acá, a Claudia Sheinbaum le aconsejaron que aparezca más sonriente, su falsa sonrisa la hace parecer hipócrita.
Por lo que a mí respecta, el próximo domingo, no saldré a votar porque estoy convencida que detrás de todo esto, hay una trampa.