Conoce a las dos que mujeres desafían a Vladimir Putin

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14/04/2022/ Magdalena Andersson, primera ministra de Suecia y Sanna Marin en Finlandia, son las dos mujeres que le hacen frente a Putin y su amenaza de “graves consecuencias militares” contra Suecia y Finlandia si optaban por ingresaban a la OTAN Rusia recibió una fuerte respuesta de parte de las dos dirigentes de los países nórdicos.

Cuando en el marco de la invasión de Ucrania el gobierno de Rusia advirtió a Finlandia y Suecia con un ataque militar si ingresar a la OTAN, las dos mujeres de la política nórdica emergieron del casi anonimato y se tornaron en protagonistas.

Se trata de Magdalena Andersson, primera ministra de Suecia, y su par de Finlandia, Sanna Marin, quienes cobraron notoriedad a finales de febrero por hacer frente al presidente ruso Vladimir Putin reafirmando su derecho a entrar en la OTAN si lo desean.

“Es evidente que la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, que es principalmente, como bien entienden, un bloque militar, tendría graves consecuencias militares y políticas que requerirían que nuestro país tome medidas recíprocas”, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zajárova.

“Quiero ser muy clara. Es Suecia la que elige por sí sola y de forma independiente su línea de seguridad”, respondió la primera ministra sueca. Su colega finlandesa manifestó a la vez su “”su respaldo sólido a Ucrania” frente a Rusia y dijo que los últimos acontecimientos cambiaron el sentido del debate sobre el ingreso de su país a la OTAN.

Ante las sanciones económicas de Occidente, Putin respondió amagando con una amenaza nuclear.

Este miércoles ambas naciones ratifican su decisión de votar de manera independiente si ingresan o no a la OTAN.

Magdalena Andersson, primera ministra de Suecia pe segunda ocasión.

“Le gusta presentarse como una buena soldado (…) pero viene de la élite intelectual”, dice Jonas Hinnfors, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Goteborg, sobre Magdalena Andersson, la primera mujer que ocupa el cargo de primera ministra de Suecia.

Nacida en Uppsala, capital académica de Suecia, esta hija única de un universitario y una profesora destacó primeramente en la piscina, donde su determinación la llevó a proclamarse campeona nacional júnior de natación.

En paralelo a sus brillantes estudios en la “Handels” de Estocolmo (la mejor escuela de negocios sueca) completados con una estancia en Harvard, Andersson se introduce en la militancia socialdemócrata desde los 16 años.

En 1996 se convirtió en colaboradora del primer ministro Göran Persson y alternó las funciones dentro del partido con el cargo de alta funcionaria del ejecutivo. “Es alguien (…) que viene de dentro del sistema”, dice Anders Lindberg, jefe del servicio político del diario Aftonbladet.

Pese a su estilo de mujer algo aburguesada, esta mujer de 54 años, casada con un profesor de “Handels” y madre de dos niños. esconde sorpresas. Por ejemplo, su canción preferida es “B.Y.O.B.” del grupo de heavy metal System of a Down.

Heredera del primer ministro socialdemócrata Stefan Löfven, del que fue ministra de Finanzas durante siete años, esta economista fue durante unas horas la primera mujer en gobernar Suecia, el 24 de noviembre, antes de que se viera obligada a dimitir al desintegrarse su coalición de gobierno.

Unos días después, tras solucionarse el trámite parlamentario, Andersson (que también fue miembro de un comité consultivo del FMI), volvió a ser votada como primera ministra.

Andersson se describe a sí misma como una “mujer simpática y trabajadora” a la que le encanta tomar decisiones. Pero políticamente se ha forjado una reputación de mujer firme, segura de ella misma y con un tono directo que contrasta con la moderación habitual de Suecia.

“Hay gente que incluso dice tenerle miedo, lo que es bastante curioso viniendo de profesores de economía o politólogos de élite”, señala Anders Lindberg.

Sanna Marin fue la jefa de gobierno más joven del mundo, primera ministra de Finlandia

Apareció en los titulares no porque haya sido electa primera ministra de Finlandia; ya hay dos casos previos (Anneli Jäätteenmäki y Mari Kiviniemi) y tampoco es novedoso ni en Europa ni en el mundo. Lo fue por su juventud: 34 años, que la convierte en la líder femenina más novel del planeta (récord hasta ahora ostentado por la popular Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelandia). Ha habido líderes más jóvenes que ambas en democracias consolidades, como el excanciller austriaco Sebastian Kurz, quien llegó al poder en 2017 a los 31 años.

La verdadera novedad de Marin radica en algo que los electores finlandeses resolvieron en abril, cuando eligieron al Eduskunta (el Parlamento de Finlandia): que el 47% de sus integrantes fuesen mujeres (el octavo país con mayor proporción femenina en su Legislativo) y que el 45% de los miembros fuesen menores de 45 años. El gobierno que en ese entonces conformó Antti Rinne cesó seis meses después por la falta de apoyo de un partido clave, y ello desencadenó la llegada de Marin.

El gobierno finlandés es una alianza de cinco partidos, todos ellos presididos por mujeres, cuatro de las cuales son menores de 35 años. Marin tomó otra decisión: 12 de los 19 ministros de su gabinete son mujeres, y uno de los cargos más importantes, el de la secretaría de Finanzas, quedó en manos de una mujer, Katri Kulmuni, quien además, por cierto, es muy joven: 32 años.

El 14 de diciembre de 2019, la política centroizquierdista finlandesa Sanna Marin, que tenía 34 años, se convirtió en la jefa de gobierno en funciones más joven del mundo. Hasta entones ministra de Transporte, había toma el mando de una coalición de cinco partidos, todos dirigidos por mujeres, cuatro de ellas menores de 35 años.

Marin se convirtió en la tercera primera ministra de Finlandia después de que su nominación fuera aprobada en el parlamento por 99 votos a favor y 70 en contra, tras lo cual el presidente Sauli Niinisto nombró oficialmente al nuevo gabinete de centroizquierda.

Marin fue criada por su madre y la novia de ella y dijo que su “familia arcoiris” le mostró la importancia de la “igualdad, la equidad y los derechos humanos”. En una entrevista de 2015, la primera ministra reconoció que de niña se sentía “invisible”, porque no podía hablar abiertamente sobre la configuración de su familia.

También dijo que su infancia influyó fuertemente en sus prioridades políticas, que incluyen la protección del generoso sistema de bienestar social de Finlandia y los bajos niveles de desigualdad.

“Vengo de una familia pobre y no habría podido tener éxito y seguir adelante si no fuera por el sólido estado benefactor y el sistema educativo finlandés”, declaró Marin.

En junio de 2021, la polémica llegó a la sede del gobierno cuando el diario Iltalehti publicó una artículo que acusaba a Sanna Marin y su familia de gastar 300 euros de los fondos públicos para desayunos y “comidas frías”.

Entre enero de 2020 y mayo de 2021, la primera ministra gastó en alimentación en su residencia oficial 14.363,20 euros (unos 845 euros al mes), dijo el diario.

Tras las acusaciones en su contra, la premier dijo que creía estar siguiendo las normas tal como se le explicaron cuando asumió el cargo en 2019. “No tenía ni idea de que hubiera ninguna falta de claridad sobre la asignación para el desayuno”, dijo a la emisora nacional YLE.

Seis meses después, Sanna Marin tuvo que disculparse públicamente después de los medios locales publicaran que la salió de fiesta a una discoteca horas después de que su ministro de Exteriores, Pekka Haavisto, diera positivo por covid-19.

“Debí tener un mejor criterio. Lamento mucho no haber entendido que sí debí aislarme”, se lamentó públicamente.