Rosario Ibarra de Piedra

**Hallazgos.

/Por Rocío Fiallega /

SemMéxico, Este sábado de Gloria (16 de abril de 2022) falleció Rosario Ibarra de Piedra, la mujer-madre del norte que nos abrió los ojos para ver la impunidad, que fortaleció nuestros brazos para exigir justicia y bordó con sus palabras lo que hoy llamamos derechos humanos, la que le puso un hasta aquí a la desesperanza y gritó ¡Eureka! Para otros, la que nos dio pasos firmes para trepar a una tarima.

Apenas hace dos semanas en el Cinematógrafo del Chopo vi el documental Rosario, de Shula Eremberg, mirar a esa madre de dos hijas y dos hijos, con una vida convencional y clasemediera, con sus alegrías y alcances, convertirse en una luchadora social a raíz de la desaparición forzada de su hijo Jesús, integrante de la Liga 23 de setiembre, es como ver la alquimia de un dragón.

Ella se hizo a sí misma al andar en el quehacer político, porque su estatura se medía de su cabeza al cielo y no al revés, nada en ella volvió a ser convencional., pues le quitó la venda al país de caramelo para que se viera con su impunidad y su guerra sucia.

Pero ¿quién quería ver un país represor, si la abundancia y el milagro mexicano estaban en cada pantalla?, quienes miraban a esas madres tomadas del brazo gritando ¡Vivos se los llevaron vivos los queremos! Se dieron cuenta que ya no podían girar su vista a la otra acera, que habría de enfrentarse esa realidad.

El Comité Pro Defensa de Presos, ´Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, mejor conocido como el Comité ¡Eureka!, tomó su nombre precisamente de la frase de Arquímedes ante un descubrimiento, ésa era la convicción de la organización: volver a encontrar al hijo, al padre al hermano desaparecido. Rosario Ibarra nunca desistió, fundó también el Frente Nacional contra la Represión y hoy todavía podemos visitar el Museo Casa de la Memoria Indómita en el centro de la Ciudad de México.

Rosario la que viste de negro, la que carga como relicario que le abarca todo el pecho la fotografía de su hijo, la que alza su voz y su mano en el mitin político, la de la huelga de hambre frente a Catedral, la primera candidata a la Presidencia en 1982, la que lee la posición de Cárdenas, Clouthier y la propia ante el fraude electoral de 1988, la diputada, la Presidenta de la Convención Nacional Democrática en la selva lacandona, la senadora, la madre de un desaparecido…

Ella es nuestra ancestra, la que con su dolor abrió brecha, por la que aprendimos el valor de las palabras y la persistencia del amor sobre la represión y la muerte.